Analizan fallas en cadenas de suministros en Cuba

El comercio en Cuba necesita potenciar cadenas de suministros orientadas a la satisfacción de los clientes finales, pero el propósito enfrenta hoy obstáculos logísticos, financieros y en materia de recursos humanos, opinan expertos.

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Empresarios, académicos y funcionarios públicos sostienen debates sobre el tema en una convención, que concluirá este viernes tras cinco días de intercambio, con el auspicio del Ministerio del Comercio Interior (Mincin).

Distintas cadenas de suministro en el país todavía resultan ineficaces para garantizar la disponibilidad del producto o servicio requerido en la cantidad y calidad especificadas, en el momento y lugar oportunos, con los costos mínimos para el cliente, validaron distintas investigaciones expuestas en el evento.

Entre las debilidades comunes, los peritos señalaron la falta de implicación y liderazgo de la alta gerencia de las entidades integrantes de las cadenas y la poca coordinación y planificación sistemática de capacidades, inversiones, esquemas de financiamiento y flujos de carga entre los distintos eslabones.

También es preciso trabajar en el incremento de la formación y profesionalidad del personal de las organizaciones empresariales, así como mejorar la disponibilidad de medios de transporte, coincidieron.

Debido a las fallas existentes, con frecuencia hay entregas tardías de productos y servicios, por lo cual no se logran satisfacer las necesidades de los consumidores, argumentaron varios ponentes.

El comercio minorista, recordaron, es la cara principal de la economía nacional para la población y el auge del sector está asociado directamente a las cadenas de suministro.

Según evaluaron, la sustitución de importaciones y el aumento de las exportaciones requieren del desarrollo competitivo de las redes de valor.

La solución, apuntaron, es integrar en una cadena de suministro o en una red de valor los intereses de las empresas y de los consumidores, pero para ello será necesario eliminar importantes barreras, entre ellas el pensamiento y actuación sectorial e individual y la gestión centrada en la eficiencia y no en la eficacia.

Otros problemas empresariales giran en torno a la mentalidad de cumplir los planes más que satisfacer las demandas finales, la insuficiente innovación en productos y servicios de mayor valor agregado y el débil desarrollo de la gestión y planificación colaborativas, argumentaron. Las evaluaciones fueron sustentadas por estudios de caso en las ramas automotor, alimentaria, del turismo, comercio interior y cooperativas, entre otras esferas.

Fuente: Medios nacionales