Arte religioso y religiosidad popular, colorido y solemnidad

alina
20 April 2016 1:38pm
Arte religioso y religiosidad popular, colorido y solemnidad

Los fundamentos y originalidad de la religiosidad cubana se encuentran asociados, junto a otras influencias, a dos principales troncos etno-culturales: de una parte el conjunto de pueblos de procedencia española que impusieron su cultura y religión católicas y de otra, una extensa variedad de pueblos africanos traídos en condiciones de esclavitud portadores de creencias que derivaron en expresiones religiosas criollas.

Proponemos aquí un recorrido religioso cultural por La Habana

En un proceso de sincretismo y transculturación estos afluentes culturales estuvieron vertiendo mucho más tiempo a la religiosidad cubana que en cualquier otro lugar de Iberoamérica; la cultura aborigen trascendió en un grado mucho menor que en el resto del continente; también son peculiaridades el momento y forma en que inciden el protestantismo y el espiritismo norteamericano, así como el judaísmo en sus diferentes tendencias.

En una dinámica entre lo universal y lo particular de estas expresiones religiosas se dio lugar a atractivas manifestaciones artísticas y culturales que proponemos mostrar al visitante e invitarlo a recorrer algunos de sus sitios y edificaciones como una experiencia enriquecedora y amena que logre trasmitir la magia, el encantamiento y los valores culturales de nuestras tradiciones religiosas.

Primera Invitación

•          Visita al Santuario de la Virgen de Regla

•          Visita a las salas sobre religiones cubanas de origen africano en el Museo de Regla

•          Visita a  la antigua Iglesia de San Francisco de Paula

•          Paso por la Catedral Ortodoxa Rusa

•          Visita al Museo de Arte Religioso en la antigua Basílica menor de San Francisco de Asís

•          Visita a la Catedral Ortodoxa Griega y paso por el Jardín de la Madre Teresa.

 

BREVE RESEÑA

 

Al llegar al poblado de Regla se disfruta de un paisaje marino y una vista diferente de la Ciudad. Este municipio debe su nombre a la virgen que se venera como patrona de la Bahía de La Habana, su templo actual data de 1811 y fue declarado Monumento Nacional en 1987. Los creyentes de las religiones de origen africano ven en esta virgen negra su Oricha Yemayá dueña de los mares.

A continuación de la iglesia y camino hacia el museo local se encuentra la Casa Templo de Panchita Cárdenas, con un altar de la virgen expuesto al público, se muestra la expresión del sincretismo religioso entre el catolicismo y religiones africanas.

Contiguo a esta casa se recuerda con letras metálicas la llegada en 1847 del primer contingente de chinos culíes a la isla como un ingrediente más de la síntesis étnica cubana. Cerca de esta construcción se puede observar -entre arbustos de un pequeño jardín- una tarja conmemorativa de la fundación en 1836 de la primera organización Abakuá, hermandad de hombres de origen africano que marcó con sus ritos, expresiones musicales y danzarías elementos importantes de la cultura en Cuba.

El Museo de Regla está ubicado en una casa colonial y en sus salas muestra la diversidad de religiones cubanas de origen africano, las actividades de esta institución cultural forman parte del Proyecto UNESCO de La Ruta el Esclavo.

El traslado hacia el Centro Histórico de La Habana Vieja bordeando la bahía, nos lleva a un grupo de construcciones y sitios que muestran la diversidad religiosa.

Primeramente nos encontramos con la antigua Iglesia de San Francisco de Paula –hoy una hermosa sala de concierto climatizada y exponente de valiosas obras de famosos de la plástica cubana- fue construida a principios del siglo XVIII y se destaca en una pequeña rotonda de la calle de San Pedro por su abarcadora cúpula y fachada de barroco simple.

Es sede del Conjunto de Música Antigua Ars Longa que aborda la interpretación y grabación de versiones históricas de la música medieval y la música colonial cubana con interpretaciones danzarías.

Continuo a esta iglesia, la avenida es adornada por el paseo de La Alameda de Paula, mandada a construir entre 1771 y 1777 por el Marques de La Torre.

Después de pasar el Monumento a Makarios (importante líder chipriota, primer presidente de esa nación y arzobispo ortodoxo) encontramos la imponente Catedral Ortodoxa Rusa Nuestra Señora de Kazán. El templo bizantino fue construido en el 2008 y luce vistosas cúpulas en forma de cebolla enchapadas en cobre y oro.

Nuestro recorrido, siempre bordeando el mar, desemboca esta vez en la espaciosa Plaza de San Francisco donde entramos al importante Museo de Arte Religioso situado en la antigua Basílica Menor de San Francisco de Asís, esta construcción data del siglo XVIII con un estilo barroco primitivo, fue la construcción religiosa más importante de La Habana con una torre gigantesca para la época solo superada por la de Manaca Iznaga en Trinidad, hoy es también sala de conciertos.

 En su Museo de Arte Religioso podemos encontrar hermosas piezas escultóricas como la de Nuestra Señora de los Milagros tallada en marfil, fue obsequio de la Madre Teresa de Calcuta al líder cubano Fidel Castro en ocasión de la visita a Cuba de la religiosa; también provoca el disfrute estético la pieza y objetos religiosos elaborados en oro y plata.

Inmediatamente posterior a la antigua  iglesia se encuentra la Catedral Ortodoxa Griega San Nicolás de Mira construida en el año 2004. Esta Catedral es una  joya del arte bizantino en La Habana, en su interior se pueden apreciar hermosos íconos cada uno con su simbología y lectura teológica. 

Dejamos la pequeña Catedral y atravesamos el agradable Jardín de la Madre Teresa de Calcuta, con permanentes flores naturales que rinden homenaje a importantes figuras del arte y otras personalidades ya fallecidas. Una serie de obras  ambientan este espacio de delicada espiritualidad entre las que se encuentra la escultura en bronce de la querida mensajera que le da nombre al lugar realizada por el escultor cubano José Villa Soberón.

Volvemos a la Plaza de San Francisco donde decenas de palomas revolotean alrededor de una fuente central ambiente que nos invita a tomar un descanso y sentarnos a la sombra de sus acogedoras edificaciones antiguas.

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