Conexión aérea entre Cuba y el Caribe propicia turismo multidestino

alina
14 March 2017 1:40pm
Conexión aérea entre Cuba y el Caribe propicia turismo multidestino

La apertura de nuevas conexiones aéreas entre Cuba, Haití y Bahamas en las últimas semanas evidencia la creciente comprensión de gobiernos y empresas respecto a las ventajas que ofrece el multidestino para el turismo caribeño.

El impulso a un turismo sostenible, basado en la colaboración y la integración como vía de desarrollo económico, es uno de los objetivos de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), que celebró esta semana en La Habana una Conferencia de Cooperación y la sesión anual del Consejo de Ministros.

Enfrascadas todavía en reparar los cuantiosos daños ocasionados a sus economías e infraestructuras turísticas en octubre pasado por el poderoso huracán Matthew, Cuba, Haití y Bahamas dieron nuevos pasos hacia un acercamiento indispensable a fin de explotar mejor sus ofertas a la industria de los viajes.

La apertura de un vuelo regular directo de la línea haitiana Sunrise Airways entre Puerto Príncipe y La Habana, a finales de febrero, con una nave AirBus 320 y dos frecuencias semanales, completó un esquema de enlace con Cuba que incluye otros dos vuelos regulares, cada semana, a Camagüey y Santiago de Cuba.

Además de servir de puente a la intensa colaboración médica, técnica y económica cubana con Haití, la joven línea aérea  fundada en 2012, surgió enfocada en el aprovechamiento de la cercanía geográfica a la mayor de las Antillas y su pujante desarrollo turístico, para promover paquetes de viajes combinados o simples extensiones hasta destinos haitianos.

El empresario Philippe Bayard, propietario de Sunrise Airways, subrayó en La Habana la declarada intención de su compañía de fomentar el multidestino como plataforma que permita el desarrollo turístico y del comercio.

Con anterioridad Bayard también anunció sus gestiones ante la Autoridad de la Aviación Civil Jamaicana para explotar hasta 25 rutas posibles a partir de conexiones desde los aeropuertos de Kingston, Montego Bay y Ocho Ríos.

Los nuevos vuelos propuestos por Sunrise Airways desde Jamaica, dijo el empresario, apuntan a destinos en Haití, República Dominicana y Cuba.

“Vemos tremendo potencial para el crecimiento de esos vuelos, especialmente en las rutas de Jamaica-Cuba, creando valiosos vínculos para el comercio y el intercambio cultural, así como opciones de viaje única que permitan a los vacacionistas disfrutar lo mejor de los dos países”, afirmó con acierto el empresario haitiano.

Por su parte, el embajador haitiano en La Habana, Geri Benoit, exaltó los esfuerzos emprendidos de conjunto con los ministerios cubanos de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, para promover los negocios conjuntos.

El huracán Matthwew provocó la muerte de unos mil haitianos en la región suroccidental y enormes daños en la agricultura, la pesca y reservas naturales, así como en viviendas, escuelas y  centros de asistencia, que requieren decenas de millones de dólares para ser revertidos.

Entre las áreas más afectadas se incluye Jacmel, capital del Departamento suroriental, uno de los distritos de mayor pujanza turística, junto con Damien, Jérémie y Les Cayes, que también sufrieron severas pérdidas.

Más al norte de la región caribeña, en el archipiélato de Bahamas, la suerte libró de los embates de Matthew al famoso balneario de Paradise Island, pero arrasó las islas Gran Bahama,  Andros  (norte y centro) y Berry.

Bahamas es uno de los destinos caribeños más atractivos con un 1,2 millones de visitantes en 2016, a los que se añadieron 3,8 millones de cruceristas, según datos de la Organización de Turismo Caribeña (CTO en inglés).

En Cuba, el huracán causó graves daños en la agricultura e infraestructura de Maisí en el extremo oriental, pero sobre todo en edificaciones de Baracoa, ciudad patrimonial donde Cristóbal Colón clavó la primera cruz, lo que desató un rápido movimiento de restauración.

Haití, que durante la última década recibió un apoyo extraordinario por parte de Brasil, Venezuela y Cuba, en particular, está empeñado en recobrar los índices de 2015, cuando recibió 516 000 visitantes.

Ese fue su mejor año en el período abierto en 2012, con un crecimiento interanual de más de 10 por ciento, aunque apenas sus llegadas representaban el 0,3 por ciento del total recibidas en la región Américas, según los datos más recientes compilados por la Organización Mundial de Turismo (OMT).

Cuba, por su parte, se convirtió en la nación caribeña de mayor y más rápido crecimiento turístico de manera sostenida en el período

2010-2015 al pasar de 2,5 millones de visitantes a 3,5 millones en ese lapso.

Una tendencia se mantuvo en 2016, cuando cerró con poco más de 4 millones de llegadas de viajeros.

A mediados del año pasado Cuba y Bahamas celebraron en La Habana un foro empresarial de dos días con el objetivo de identificar nuevas oportunidades de comercio e inversiones turísticas entre ambos países.

Durante el encuentro, el director ejecutivo de la Cámara de Comercio y Confederación de Empleados de Las Bahamas, Edison Sumner expresó el interés de su país por conocer –además- las posibilidades de cooperación en los sectores de educación y salud.

A su vez, la directora de Relaciones Internacionales de la Cámara de Comercio de Cuba, Celia Labora señaló que  Las Bahamas es el cuarto socio comercial de la Isla en el Caribe y reveló el interés común buscar soluciones para fortalecer la conexión área y marítima.

A pesar de distancias y diferencias, una calamidad como el huracán Matthew reveló la necesidad de encontrar soluciones comunes, como la práctica del multidestino.

El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos a mediados de 2015 y la rápida implementación de acuerdos para reanudar vuelos regulares de ocho líneas aéreas estadounidenses, así como el atraque de los de las principales navieras norteamericanas, abrió una nueva perspectiva para posicionar el Caribe como un destino de explotación conjunta. Nunca como ahora existieron mejores oportunidades para darle ocupación a los más de 240 mil cuartos disponibles en los 1 900 hoteles con los que cuenta la región caribeña.

Como advirtió hace ya dos años la  primera ministra de Jamaica, Portia Simpson Miller, en la apertura de la trigésimo segunda edición de Caribbean Travel Marketplace, la mayoría de los destinos tienen sol y playa, pero “para competir efectivamente la política debe ser innovadora y la estrategia debe adoptar los conceptos de la sostenibilidad”.

Es hora, añadió, de que los gobiernos y el sector privado trabajen para promover a la región como un destino único, ante la creciente competencia de otras regiones.

Cuba, por su parte, ha continuado desarrollando los multidestinos hacia el Caribe “como estrategia comercial que genere mayor ocupación en las rutas que comercialice Cubana de Aviación”, según expuso el especialista del Ministerio de Transportes, Pedro Suárez Reyes, ante la reciente Conferencia de Cooperación en La Habana.

Al respecto recordó que Cubana de Aviación opera en estos momentos enlaces con  Santo Domingo, República Dominicana; Fort de France, Martinica; Point e Pitre, Guadalupe; Puerto Príncipe, Haití y  Nassau, Bahamas.

Asimismo, reveló que se han firmado acuerdos de código compartido para establecer conexión aérea  entre las islas francófonas del Caribe Oriental  y Cuba, en tanto se analiza en estos momentos un proyecto para la conexión con las islas anglófonas, para intensificar las frecuencias y aumentar la transportación de pasajeros y carga.

Los líderes de la región todavía reconocen que falta mucho por alcanzar un nivel óptimo de conexión regional, pero los hechos recientes revelan que ya han comenzado a dar pasos concretos y efectivos en la dirección acertada.

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