Cuba contra el Aedes Aegypti y sus consecuencias
En sus palabras de bienvenida al Encuentro regional para la estrategia de Vigilancia y Control de las Arbovirosis, el Dr. Roberto Morales Ojeda (Ministro de Salud Pública de Cuba), expresó su agradecimiento a todos los participantes, con el convencimiento de que esta ocasión servirá para la creación de líneas de trabajo que permitirán resultados muy favorables en la lucha contra el mosquito Aedes Aegypti y las enfermedades que transmite, así como, consolidará los lazos de fraternidad y de colaboración entre los países de la región.
La jornada inaugural sirvió de marco a la conferencia impartida por el Dr. Morales Ojeda, titulada: “Experiencia cubana en el control de las Arbovirosis”.
En su intervención el ministro abordó los favorables indicadores de salud alcanzados por Cuba en los últimos años, no sólo en lo relacionado a mortalidad infantil y en edad adulta, sino a las enfermedades infecciosas y a las crónicas no trasmisibles, lo que ha estado estrechamente vinculado al alto nivel de cobertura asistencial a la población cubana, la preparación del personal de la salud, al equipamiento de las instalaciones y a los novedosos medios diagnósticos y terapéuticos utilizados en el país.
En cuanto a la experiencia acumulada por Cuba en el control de las Arbovirosis, explicó cómo se reorganizó el país en la lucha antivectorial después de 1981, y como se ha preparado ante las reemergencias y nuevas epidemias, como por ejemplo: la permanencia de la infección de VIH-sida, la pandemia de Influenza H1N1, la reemergencia del cólera, la expansión y agresividad del virus del ébola, entre otras; teniendo siempre como premisa la necesidad de una voluntad integradora, organización y planificación del trabajo y de los recursos humanos y técnicos.
Por otra parte expresó, que como elemento importante en los logros alcanzados, se encuentran el desarrollo y fortalecimiento de los Componentes de la Sostenibilidad, dentro de los que enumeró: la organización de la Dirección, Sistema de Información y Evaluación; la Lucha antivectorial; el Control Sanitario Internacional y Vigilancia Epidemiológica; Organización de la asistencia médica, la Superación profesional, Comunicación, Investigación, Saneamiento, y por supuesto, y no menos importante, la participación de la comunidad.
Por último, exhortó a todos los presentes a hacerse eco de la declaración de la OMS en considerar este momento como una Emergencia Sanitaria Global, en la que todos debemos unirnos por el bien común.
