Festival de Cine Invisible de Bilbao apuesta por el interés social

alina
09 January 2017 2:17pm
Festival de Cine Invisible de Bilbao apuesta por el interés social

Juan Carlos Vázquez, director y fundador del Festival internacional de Cine Invisible de Bilbao, tiene a su cargo, además, la dirección de la ONG Kultura, Communication y Desarrollo KCD que apoya proyectos fuera de España. En el marco del 38 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, conversó con Arte por Excelencias, Media Partner de este evento que transforma La Habana, cada diciembre, en escenario de la multiculturalidad.

“He venido muchas veces a Cuba desde 1993, motivado no sólo por el mundo del cine, sino por otros proyectos de colaboración con la isla. En el 2005 conocí a   Humberto Solás, con el que me unió una gran amistad  y mucho antes de que surgiera nuestro festival hablamos mucho del tema, por lo que parte de lo que somos hoy se lo debemos a él. 

Cuba es una cantera para nuestro festival, no sólo en historias, pues es un nido de buenas historias, sino porque tiene un potencial intelectual y una cultura de cine muy fuerte que no se puede desperdiciar, aquí se ha hecho mucho y queda mucho por hacer.

De hecho cuando sale a la luz el primer Festival de Cine Invisible coincide con el Aniversario 50 del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos y se lo dedicamos a Cuba y el ICAIC.

Trabajamos en varios países: apoyamos un festival de cine hecho por mujeres en El Cairo, Egipto; apoyamos moralmente un pequeño festival en un publicito llamado Suchitoto, en El Salvador para evitar que jóvenes caigan en el mundo de la delincuencia. En Oaxaca, México estamos apoyando la formación de comunicadores indígenas en sus propias lenguas, tanto en radio como en televisión. Acompañamos el proceso de paz en Colombia con un colectivo de abogados y abogadas, en Cuba intentamos sacar adelante un  proyecto cultural para jóvenes con la oficina del Historiador de la Habana...

En el País Vasco, el hilo conductor de nuestro trabajo es el Festival Internacional de Cine Invisible de Bilbao, utilizamos el cine como herramienta de transformación social, para que podamos, de alguna manera, crecer como seres humanos.

El Festival tiene cuatro ejes de trabajo: Desarrollo, Igualdad, Interculturalidad y Derechos Humanos.  Cuando hablamos de Desarrollo hay mucha gente que piensa sólo en desarrollo sostenible o ecológico, pero a nosotros nos interesa en su sentido más amplio: un desarrollo humano, donde todas las personas tengan la capacidad de sobrevivir, que no haya ningún tipo de exclusión, aunque incluyamos la ecología, por supuesto.

Los premios desarrollo sostenible y Derechos Humanos son otorgados por la Agencia Vasca de Cooperación  y la Diputación de Bizkaia respectivamente.

Entregamos un Premio a la mejor obra audiovisual hecha por una mujer; otorgado por el  Instituto de la Mujer del País Vasco Emakunde.

Como es sabido, no sólo en el mundo del cine, sino en otros medios y ámbitos de la vida; la mujer queda al margen de competir con la misma igualdad que el hombre y  por ello, incentivamos a las mujeres a participar.  También el Ayuntamiento de Bilbao aporta el Premio a la Igualdad, a la mejor obra que toque el tema de la equidad entre mujeres y hombres.

También están el Premio a la Interculturalidad otorgado por  Dirección de Política Familiar y Desarrollo Comunitario del gobierno Vasco  y el  Premio específico para los estudiantes otorgado por el Ayuntamiento de Getxo. El Festival tiene diferentes receptores y uno de ellos es un público muy joven para el que programamos, tanto las temáticas como los tiempos de duración de las obras, pensando en la edad que tienen.

Intentamos fomentar la cultura vasca, a través del Premio a la mejor obra realizada en idioma vasco: el euskera que lo otorga el Kefe Antzokia de Bilbao. Entregamos dos Premios vinculados a la Universidad pública, uno, El Invisible Express que está relacionado con la producción de una obra rodada durante el Festival sobre una temática social con estudiantes de la Universidad del País Vasco y, por supuesto, el Premio del público que no puede faltar en un festival y que es otorgado por el Colegio de Abogadas y abogados de Bizkaia”.

¿En qué época del año se realiza el Festival?

“El Festival se realiza en octubre, pero en realidad, comenzamos antes de la semana oficial,  pues hacemos presentaciones para los estudiantes en nueve institutos del País Vasco que son sedes del evento. Tenemos un público muy diferenciado, por una parte está el público joven  de los institutos  a los que se les proyecta a partir de los   16, el público   asiduo al Cine comercial que tiene  entre 25 y 50 años y  unos pases específicos que realizamos  a los estudiantes  universitarios mayores de 55 años,  alumnado  aprovecha la oportunidad de volver a estudiar en la universidad y que en ocasiones corren el riesgo de quedarse fuera de este tipo de eventos sociales.

En fin, el festival consta de diferentes sedes, donde se programa y proyectan las obras antes o después de la semana oficial, según el tipo de público seleccionado”.

¿En qué formatos se compite?

“Aceptamos todo tipo de formato, siempre y cuando sea una propuesta de interés social. De cómo el autor o la autora hayan elegido la narrativa, nos da igual, ya sea ficción, documental, animación,...

La duración del material, también nos da igual; sólo tenemos en cuenta este aspecto cuando programamos para los centros de secundaria y escuelas de formación profesional, pues no deben superar los 20 minutos porque está demostrado que un joven de 16 años, bombardeado por otros medios de comunicación masivos, si supera este tiempo tiende a la distracción.

El Festival de Cine Invisible no es un festival convencional, para nosotros es muy importante proteger tanto al público como a los realizadores porque nos interesan como herramienta de transformación social y si no hay quien haga ese tipo de cine, no alcanzaremos nuestros objetivos.

Por eso procuramos comunicadores, gente de todas las edades, profesionales consolidados, noveles,... con inquietudes sociales, todos tienen cabida en nuestro evento; eso sí el Festival de Cine Invisible tiene un rigor artístico y técnico que se aplica a cada cual, por supuesto, la experiencia de una persona consolidada en el medio, no es la misma de un principiante, cuyo lenguaje cinematográfico debe ser bueno para competir.

No es un festival de festivales, es un festival especial porque nos interesa transformar sociedades y saber cómo esas herramientas llegan a la gente; nuestro propósito es lograr un cambio social.

Al final, el público tiene la última palabra; el año pasado, el filme cubano Vestido de novia ganó el Premio de mejor realización hecha por una mujer y el Premio del público”.

¿Este Festival es un medio de distribución para el cine social?

“Es un medio de distribución y divulgación de este tipo de cinematografía que normalmente no encuentra lugar en las salas de cine; en nuestro festival tiene cabida, desde una persona que de repente su opera prima es un cortometraje, hasta a alguien que ya tiene experiencia profesional, siempre y cuando tenga un interés social”.

Cuando usted hablaba de Interculturalidad ¿a qué se refería?

“Me refería a que en el mundo hay más de cinco mil culturas y narrativas diferentes, sin embargo, desde que existe Hollywood se ha desarrollado un tipo de cine muy igual que anula esa realidad. El cine pakistaní es diferente al cubano y este, al norteamericano y al español,... cada uno tiene su narrativa propia.

Existe una censura económica porque las pocas salas de cine que quedan en el mundo, están ocupadas por un cine comercial que, aunque no tenemos nada contra él, anula la diversidad. De hecho una de las sedes principales de nuestro festival es un multicine con más de 10 salas, donde puede estar compitiendo la última película de un director norteamericano con una de nuestras obras en concurso; pues pensamos que el público es quien debe decidir qué tipo de cine quiere ver, lo importante es que se pueda dar la opción de elegir.

Cuando hablamos de diversidad nos referimos a la oportunidad que debe tener un cine diferente de competir en las mismas salas de cine con la producción comercial. Pienso que las salas de cine son muy necesarias y no deben desaparecer jamás, porque aunque podamos bajar las películas por internet, no es igual; las salas de cine son otra cosa, son un espacio en colectivo que permite relacionarnos y después comentar sobre lo que hemos visto, el cine es mucho más que ver y oír, es también compartir experiencias y sensaciones.

En el País Vasco, somos amantes de la cocina y yo suelo comparar el cine comercial con una hamburguesa, una comida rápida que satisface de momento porque tienes prisa; mientras que nuestro festival es otra cosa, porque está cocinado con cariño, hay que conseguir el bacalao, la cazuela de barro, cocinarlo a fuego lento, mover la salsa hasta que se espese para que quede rica. En fin, lo más rápido es la hamburguesa, pero lo más rico y diverso es el bacalao”.

¿Cómo pueden los realizadores cubanos participar en el Festival de Cine Invisible de Bilbao?

“La convocatoria abre el 1ro de enero del año próximo, aunque en realidad está abierta desde el 1ro de diciembre porque ya hemos dejado algunas bases aquí, pero oficialmente es a partir de enero; tenemos una página web www.kcd-ongd.org, a través de la cual se inscribe la obra  y se envía.

Hemos creado una red de personas e instituciones colaboradoras,  tanto de apoyo financiero como moral y a nivel de publicidad porque cuando se habla de temas sociales parece que todos se quedan arrinconados porque lo único que interesa es vender las alfombras rojas, los tacones y el glamour.

Nosotros proponemos un glamour diferente, donde no queden excluidos ni siquiera los tacones; un glamour, donde la alfombra puede ser de cualquier color o de varios colores porque el mundo es muy diverso y de hecho, la sede principal del Festival está en el Centro de Cultura más moderno de Bilbao, el Azkuna Zentroa Alhóndiga. 

No queremos hablar de temas sociales quedándonos en la periferia, aunque también trabajamos en pueblos y lugares más pequeños, pero siempre hemos cuidado mucho la imagen del festival para que lo social genere interés en la ciudadanía y lo hemos conseguido. Se ha ido sumando gente que entrega premios y quiere colaborar; el festival está abierto y  quien se quiera sumar le damos la bienvenida”. 

 

KCD,  Kultura, Communication y Desarrollo

Oficina - Beurko Viejo Pabellón 38- Oficina 12 CP 48902- Barakaldo - Bizkaia

Delegación - C/Artasamina Nº5, 4ºA, CP 48007 - Bilbao

Teléfono - 94 602 46 68 Fax - 94 602 46 68

Email:  info@kcd-ongd.org Web: www.kcd-ongd.org

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