Holguín: un rico escenario de la naturaleza cubana
Holguín constituye uno de los más ricos escenarios de la naturaleza cubana. Altas sierras, fértiles llanos y playas de finas arenas se alternan en el paisaje de esta provincia de singular belleza y múltiples atractivos.
Fue en esta zona de Cuba (Bariay) donde desembarcó el almirante Cristóbal Colón en 1492, quien quedó fascinado por su belleza.
Las playas holguineras están entre las más pintorescas del Caribe; de aguas turquesas, cálidas y tranquilas por el resguardo natural que les ofrecen las formaciones coralinas son una activada recomendación para tomar el sol de Cuba. Están rodeadas de tupida vegetación, cuyo intenso color verde crea un contraste fabuloso con el tono blanco dorado de la arena y el azul claro del mar.
La ciudad de Holguín garantiza una variada oferta de entretenimientos. Recorrerla, visitar la ciudad costera de Gibara , conocer aspectos de la cultura aborigen en Banes, internarse en algunos de sus bosques e irse a descubrir los encantos del parque Bahía de Naranjo, admirar la naturaleza de Cayo Saetía o practicar el senderismo en Pinares de Mayarí , son algunas de las opciones más interesantes.
Holguín se encuentra en la parte septentrional de la región oriental de Cuba, entre las provincias de Las Tunas y Guantánamo, al oeste y al este, respectivamente. Limita al sur con Granma y Santiago de Cuba y al norte con el Océano Atlántico.
El grueso de los servicios al turista se ofrece en los balnearios Guardalavaca y Pesquero, donde funcionan alojamientos con categorías de tres, cuatro y cinco estrellas, dotados todos de una amplia y exquisita red gastronómica, habitacional, comercial, recreativa y de lujo para el descanso.
De frente al mar y rodeados de playas y de una vegetación exuberante que contrastan en todos sus detalles, las establecimientos del polo turístico de Holguín mantienen todos sus atractivos para un permanente disfrute de sus propuestas.
Camino hacia el litoral norte, los turistas tendrán ante su vista al mega-hotel Playa Pesquero, en el municipio de Rafael Freyre, como el mayor centro hotelero de la oriental provincia.
Similar a este en cuanto a sus ofertas y al medio natural que les rodea, próximos a playas y exuberante naturaleza, se encuentran los hospedajes Playa Turquesa y el Costa Verde, todos en áreas del propio Rafael Freyre.
En la misma línea costera y a pocos kilómetros de distancia se encuentra Esmeralda, otro de los balnearios de lujo de estos dominios y donde brilla como su propio nombre el Paradisus Río de Oro, ganador de varios premios internacionales por la máxima calidad en los servicios.
Acompaña a esta exclusiva propiedad, en la misma franja turística, el complejo hotelero Sol Club Río Mares-Luna, mientras que más allá están el Brisa y el Club Amigo Atlántico, situados en pleno corazón de Guardalavaca, acogidos en su conjunto a la modalidad del Todo Incluido.
Y como nueva oferta turística, se encuentra el hotel Ordoño, recientemente inaugurado con 27 habitaciones en la ciudad de Gibara, donde se conjugan la bella arquitectónica de esa ciudad marina con sus calles y edificaciones al estilo colonial.
Las instalaciones destinadas al turismo en el territorio se expanden por otras zonas, como en Pinares de Mayarí, Cayo Saetía y los hoteles Pernik, El Bosque y el atractivo Mirador de Mayabe, ubicados en la capital provincial, los dos primeros, y el tercero a unos seis kilómetros de la homónima urbe capital.
Al complejo turístico holguinero se llega desde el aeropuerto internacional Frank País, a donde arriban los visitantes procedentes de diversos mercados y en numerosas líneas aéreas.
Ya en contacto directo con los atributos locales para el ocio y su infraestructura, sobre todo en su costa norteña, los turistas disponen de las facilidades requeridas para trasladarse por carreteras hacia otros senderos naturales, especialmente de montañas en los municipios de Mayarí, Sagua de Tánamo y Moa, además de otros atractivos en la propia ciudad de Holguín, como museos, restaurantes y su emblemática Loma de la Cruz.
