Homenaje a conservadores de villa patrimonial de Camagüey

alina
03 February 2017 4:02pm
Homenaje a conservadores de villa patrimonial de Camagüey

La legendaria “ciudad de los tinajones”, poseedora de un centro histórico declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, exhibe hoy una seductora imagen que atrae anualmente a decenas de miles de turistas extranjeros, gracias al excelente trabajo de restauración realizado durante los últimos 20 años por su Oficina del Historiador.

La originalmente llamada villa de Santa María del Puerto del Príncipe, cumplió su primeros 500 años el 2 de febrero de 1514, fecha que lejos de marcar una meta en la restauración de sus edificaciones, iglesias y plazas, dio paso a una nueva fase de objetivo más ambiciosos.

Ahora, a las puertas de un nuevo aniversario de la fundación del enclave urbano por los españoles al mando de Diego Velázquez, en Punta del Guincho, paraje de la costa norte de esta región, en el centro-oriente cubano, sus celadores reciben merecido reconocimiento, como la Gala Homenaje ofrecida por el Conjunto Folklórico de la ciudad.

Un variado programa, que fue mucho más allá de los tradicionales cantos y bailes de origen afrocubano, compuesto por una selección de 18 coreografías montadas a partir de composiciones propias y el trasfondo de una escenografía original para cada uno, celebró de modo brillante los 20 años de labor de la Oficina del Historiador de la Ciudad, entidad rectora de la recuperación y conservación patrimonial.

Entre las piezas más llamativas descolló la titulada “A mi gran pueblo”, una habanera compuesta por el director del Conjunto, Reinaldo Echemendía Estrada, que relata la evolución de la villa hasta su instalación definitiva, en 1528, en la llanura situada entre los ríos Tínima y Hatibonico.

El también legendario Teatro Principal de la sesquicentenaria urbe, fundado a mediados del siglo XIX, vibró de entusiasmo en más de una ocasión con las interpretación que abarcó música y danzas de inspiración religiosa o festiva, desde la fantasía de inspiración aborigen, titulada “Elegía”, pasando por una versión libre del “Ave María” hasta el “Ngangulero”, de origen congo.

Esa línea dirigida a trazar una historia de leyendas y costumbres locales  paralela al surgimiento y popularidad de ritmos y bailes como la canción, el son, la guaracha, el zapateo cubano, el mambo, el cha cha cha y el guaguancó, permitió al Conjunto Folklórico, relatar la trayectoria social de la villa.

El destacado grupo de bailarines, donde descuellan consagradas figuras, como su director y fundador hace 55 años, así como una joven hornada de muchachas y jóvenes graduados de las Escuelas de Arte del país, premió en la persona del Historiador de la Ciudad, José Rodríguez Barredo, con la orden “Aché”, la mágica obra que devuelve brillo y esplendor a la  ciudad natal de los poetas Gertrudis Gómez de Avallenada y Nicolás del Guillén.

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