La ciudad más antigua de Cuba cumplió 505 años de fundada

alina
18 August 2016 1:48pm
La ciudad más antigua de Cuba cumplió 505 años de fundada

La ciudad (y su entorno) más oriental de Cuba atrae cada año con fuerza a los viajeros que buscan la emoción del turismo de naturaleza y aventuras. Este 15 de agosto de 2016, Baracoa cumplió 505 años de fundada.

Baracoa, conocida como la ciudad Primada de Cuba, está hoy en los primeros planos del atractivo en viajeros jóvenes que buscan en su entorno naturaleza y aventura.

   Recientemente, el historiador de esa urbe, Alejandro Hartmann Matos, declaró que se trata de un lugar mágico que este agosto cumple 505 años de fundada por el explorador español Diego Velázquez.

   Aseguró el entendido que ese territorio “tiene magia y embrujo”, en referencia a su historia, tradiciones y, sobre todo, paisaje.

   Algunas de sus declaraciones corroboran los informes de incremento de visitantes extranjeros, cuando dijo que el científico sajón Alain Liogier, décadas antes, resumió el impacto de Baracoa y su hechizo al recalcar que encierra para el naturalista más de un secreto, y para el turista el encanto de un descubrimiento, mientras para todos esta la maravilla de sus bellezas.

   Algunos medios de prensa inmediatamente reflejaron esos criterios, mientras Hartmann Matos explicó que los baracoenses celebran con alegría la nueva fecha de fundación. Pero hay mucho más, en el lugar se levantan obras de interés social, otras vinculadas al cacao, un producto de la tierra que llama mucho la atención.

   Hartmann Matos es también el director del Museo Municipal del fuerte Matachín, un edificio defensivo de mediados del siglo 18.

   Allí rehabilitan los cacahuales de Sabanilla y Jamal, tramos del viaducto La Farola, por donde se llega a Baracoa cuando se transita por tierra.

   Ese sitio resultó el de mayor resistencia aborigen a la colonización española, donde primero se apreciaron en la isla las hachas de piedra, macanas y flechas, en combate contra los arcabuces, lanzas, corazas y espadas de los ibéricos.

   Pero ¿Cuáles son los encantos de esta región para tantos viajeros, sobre todo muchos europeos, alemanes y británicos?

La maravilla de Baracoa, la primera en el tiempo cubano

   Con los festejos por los 505 años de la ciudad oriental cubana de Baracoa, se apunta hoy un fuerte espaldarazo a la industria turística insular, ciudad que, perteneciente a la provincia de Guantánamo, se asienta junto al mar y destaca por sus bellezas naturales.

   Considerada la primada de este país, la urbe cumple su aniversario en medio de festejos que destacan su desarrollo en modalidades de descanso como naturaleza, y viajes de historia, cultura, tradiciones y el contacto con los pobladores del lugar.

      Para su momento reciente se incluyeron aperturas como el hotel 1511, recorridos, encuentros, presentación de libros y festejos por todo lo alto.

   En la actualidad, la zona acapara un crecimiento turístico de entre el 9 y el 14 por ciento, con 389 habitaciones hoteleras entre Guantánamo y Baracoa, y unos 200 alojamientos privados en la segunda urbe mencionada.

   Francia, Alemania, Holanda y Reino Unido apuntan como principales emisores turísticos hacia Baracoa, y en general hacia Guantánamo: Estados Unidos, México e Italia.

   Destacan en Baracoa los hoteles La Rusa, y el Castillito, entre otros y un conjunto de tradiciones, sumadas a producciones locales de dulces como los famosos cucuruchos de coco y chocolate, pues el lugar cuenta con una ruta del cacao.

   Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa es su nombre, con construcciones urbanas abarcadoras de un pequeño espacio rodeado de mucha costa abrupta, follaje, montañas y ríos.

   Los indios taínos (descendientes de los arruacas o arauacos) eran los pobladores por excelencia del lugar cuando el almirante Cristóbal Colón llegó en 1492 y en el mismo viaje del descubrimiento, al pisar por segunda ocasión la Isla, lo hiciera en esa área.

   Cuentan que el vocablo de Baracoa es aborigen y quiere decir "existencia de mar" en franca alusión de sus pobladores originales a una presencia de ambiente marinero por todos lados, muy contrastante con las montañas y las arterias fluviales.

   Baracoa se encuentra a unos mil kilómetros hacia el este de la capital y fue fundada por el Adelantado Diego Velázquez el 15 de agosto de 1511, constituyéndose como primera capital y primer obispado de la ínsula.

   Luego perdió esa condición y fue trasladada la capital a Santiago de Cuba primero, y luego a La Habana, por necesidades de la colonización española.

   Es un lugar verdaderamente pintoresco que abarca 921,2 kilómetros cuadrados en los que viven unos 82 mil baracoenses, buena parte en la región urbana y el resto en el entorno rural.

   Esta zona pertenece al sistema montañoso Sagua-Baracoa, famoso por su tupido follaje. En el país existen solamente dos áreas donde la vegetación se mantiene comparable con los orígenes: el centro de la Isla (Sierra del Escambray) y Baracoa.

    Los principales ríos, ideales para remontarlos en embarcaciones rústicas, son el Miel, Duaba, Yumurí y Toa, el último mencionado el más caudaloso del país, con varias cascadas, una de ellas con 17 metros, nombrada El Saltadero, típica para rafting (navegar en botes).

    Del Yumurí, hacia el este de la villa, se destaca su desembocadura, con un amplio cañón que otorga un silencio muy particular al paraje, con asentamientos de pescadores en su derredor, donde se puede pasar una tarde de maravillas.

    Aunque no pertenece propiamente al municipio Baracoa, sino a Imías, muy cerca, el acceso a la Ciudad Primada se realiza por una vía muy peculiar que va entre montañas, nombrada La Farola.

   Esa arteria asfaltada terminó de construirse en 1965 y el punto más interesante del trayecto lo es Altos de Cotilla, a más de 600 metros sobre el nivel del mar, verdadera fiesta para un viaje a Cuba.

   Recurso natural por excelencia es el Yunque de Baracoa, montaña aplanada -de 575 metros de altitud-, a manera de esa pieza de herreros que se perfila muy bien a una cierta distancia de la villa.

   Como se puede suponer, un entorno tan enriquecido y verde, hace las delicias de los más aventureros, que cubren senderos sumamente virginales en un lugar al que siempre es necesario regresar.

Back to top