La Habana invita… Un paseo por Quinta Avenida

Le sugerimos un recorrido por Quinta Avenida y hacer un pequeño esbozo por Miramar (municipio Playa), esa parte de La Habana elegante, sosegada, tranquila, que remonta al siglo XIX. Si quiere puede alquilar una reliquia de auto clásico, de las más increíbles marcas de los años 50 e incluso anteriores (Cadillac, Chevrolet, Ford, Buick, Chevrolet, Dogdge, Pontiac, Willys, Mercury).

Un museo rodante por las calles de La Habana que remarcan ese aire retro de una ciudad, que pareciera detenida en el tiempo, acompasada con su aire colonial,  pero que rebulle al compás de su gente, inquieta, alegre, bullanguera, trabajadora, gentil y muy hospitalaria… Ah! ese auto puede alquilarlo al costado del Parque Central, en Centro Habana, o a un costado del Hotel Habana Riviera, pegado al litoral…o en otros muchos lugares, solo tiene que preguntar dónde hacerlo y la información no faltará.

Desde el centro de la ciudad para llegar a Miramar puede hacerlo por diferentes vías, la más expedita es por el bellísimo paseo costero, el Malecón habanero. Al atravesar el túnel vial -por encima del cual fluye el Río Almendrares-, topará con la fastuosa y muy concurrida Quinta Avenida;  una de las arterias más hermosas que pueda haber visto, y además muy importante en Cuba por su conexión con el occidente del país, e incluso con territorios de relevancia económica como la Zona Especial del Mariel, el mayor atractivo para la inversión en Cuba hoy en día.

La avenida se extiende desde el túnel que la conecta con la calle Calzada, de El Vedado, hasta el río Santa Ana, en la zona de Santa Fe, en el extremo oeste de la ciudad, donde se convierte en Carretera Panamericana y llega hasta la ciudad del Mariel, perteneciente a la provincia de Artemisa.

Quinta Avenida, otrora llamada Avenida de las Américas, fue construida (entre 1921 y 1924)  por el arquitecto norteamericano John F. Duncan, conocido también como autor del mausoleo erigido al General Ulises S. Grant, el presidente número 18 de los Estados Unidos, ubicado en el barrio Morningside  Heights, al norte de Maniatan, en Nueva York. Duncan laboró en esta vía junto al arquitecto cubano Leonardo Morales y Pedroso.

La doble arteria con tres vías cada una está separada por un paseo central engalanado con hermosos árboles y que va marcando la arquitectura y la época de construcción. Lo primero que encontrará  a la entrada de este municipio será la llamada Fuente de las Américas, inaugurada en 1924, inspiración del arquitecto americano John Wilson. Las  esculturas corresponden al escultor italiano Pietro Manfredi.

A Duncan debemos también la Torre del Reloj que se encuentra sobre esta avenida. Las cuatro campanas del reloj reproducen las campanas del famoso Big Ben de Londres, sus cuatro caras afrontan los rumbos principales de la brújula y tienen grabado el nombre de José López Rodríguez (más conocido como Pote, apodo que le viene por su desmedida afición a toda clase de potajes).  De ahí que los habaneros de la antigua ciudad lo conocieran como El reloj de Pote, por el inmigrante gallego dueño de los terrenos donde se fomentó el reparto Miramar. Otrora potrero y adquirido poco a poco por la adinerada burguesía habanera.

La torre fue diseñada en 1920 por el célebre arquitecto Duncan y se construyó entre 1921 al 1924 con piedra de Jaimanitas, y fue financiada por el susodicho «Pote», accionista del Banco Nacional y propietario de la famosa librería La Moderna Poesía, todavía hoy  situada en la calle Obispo, en la Habana Vieja, hacia donde dirigiremos nuestro próximo recorrido por La Habana.

Las campanadas musicales tocan a la hora en punto, el cuarto, la media y los tres cuartos. Su maquinaria, ubicada en un piso inferior, mueve las manecillas mediante transmisión. De tres pesas, con más de un metro de largo y unos 50 centímetros de ancho, admite cuerda para unas 40 horas. Se dice que este reloj es único y fue fabricado por E. Howard & Co, de Boston, Massachusetts, en Estados Unidos.

Algunas versiones también apuntan que en la construcción de la Torre del Reloj de Quinta y 10, en Miramar, también participó el arquitecto cubano Eduardo Tella, y por ser el emblema más conocido del territorio la Asamblea Nacional del Poder Popular lo declaró, el 3 de noviembre de 1993, como símbolo oficial del territorio de Playa, pues su origen coincide con el nacimiento de Miramar.

En este punto, a la derecha de la Quinta Avenida podrá disfrutar de un refrigerio, almorzar o cenar, en el restaurante cafetería Kasalta donde podrá degustar excelentes platos de comida internacional, con  adecuado equilibrio calidad-precio y un servicio amable y rápido.

A la altura de la calle Primera y 42 usted encontrará La Copa, que da nombre a la zona, y cuadras más arriba el parque La Isla del Coco, antes llamado Coney Island Park, reinaugurado en 2008, luego de un remozamiento total de sus instalaciones y de una modernización de disímiles aparatos. Sitio con una variada oferta recreativa para todas las edades.

En esta zona habanera encontrará los más exigentes lugares para la recreación y el descanso como el Hotel Panorama. La mayoría de sus modernas y amplias habitaciones tienen vista al mar; al igual que su piano bar panorámico, donde se brinda entretenimiento y se organizan noches de jazz muy especiales. Aquí encontrará una cena próxima al mar o disfrutar de un cóctel mientras contempla  las brillantes luces de La Habana. Los restaurantes Don Alfredo (italiano) y Bistro Berlín (alemán) le ofrecen comida y un servicio excelentes.

Le sugerimos además, si lo desea, el hotel Cubanacán Comodoro, un excelente sitio para grupos de incentivos, novios, recién casados y viajeros de negocios. Este lugar es recomendable para estancias largas y para aquellos viajeros en tránsito hacia otras partes de Cuba.

Desde aquí, le será fácil llegar al Acuario Nacional, la Casa de la Música de Miramar, el emblemático Cabaret Tropicana, y el conocido Palacio de las Convenciones, que tiene anexo el hotel 4 estrellas Palco,  el cual cuenta con espacios propios para celebrar reuniones, simposios, banquetes, carteles y presentaciones de productos, entre otros.

El hotel Meliá Habana, de 9 pisos y 397 habitaciones es otra opción que le sugerimos sobre todo si busca un sitio ideal para  reuniones, eventos especiales, bodas y lunas de miel. Desde esta posición es fácil llegar al Centro Internacional de Convenciones de La Habana, la Maqueta de La Habana y está tan sólo a 15 minutos en auto del Aeropuerto Internacional José Martí, principal vía de acceso aéreo a Cuba.

Próximo también al Centro de Negocios está el hotel Memories Miramar Havana, que además de excelentes comodidades de alojamiento y recreación, tiene de particular que aquí usted puede disponer de un servicio de autobús gratuito el cual realiza cuatro viajes al día desde el hotel hasta la zona histórica de la ciudad; de este modo pone los principales lugares de interés cultural e histórico de La Habana al alcance de los huéspedes.

Miramar, a unos cuatro kilómetros del centro de la ciudad es de las zonas más exclusivas de La Habana. En ella se concentra el mayor número de embajadas y también hoteles de gran porte, elegantes viviendas, muchas de ellas dedicadas al hospedaje  de visitantes extranjeros, y también atractivos edificios coloniales, todo ello en un ambiente bastante más relajado que el resto de la ciudad que le da un encanto diferente.

Desde aquí usted podrá tener una perspectiva diferente de esta bella ciudad, capital de todos los cubanos, lejos del bullicio y muy movido ambiente del otro lado de la urbe- en ese andar por Centro Habana y Habana Vieja- sin dudas de mayor atracción turística,  las cuales serán motivo de nuestra atención en otra sección de  La Habana invita… que lo llevará por los más sugerentes lugares de la capital cubana.