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La visita de Raúl Castro al Vaticano

alina
03 September 2015 8:50am
La visita de Raúl Castro al Vaticano

Domingo 10 de mayo, a las 09.30 hora local, llegó el presidente cubano Raúl Castro al Vaticano, Roma, para su cita privada con el papa Francisco. 55 minutos duró el  diálogo, tiempo récord para este tipo de encuentros.

Visita considerada como “muy cordial” al decir del portavoz del Vaticano. Constituyó el segundo agasajo de un presidente cubano al Vaticano, la primera fue de Fidel Castro por Juan Pablo II en 1996.

Raúl llegó a Roma el día anterior de ese encuentro procedente de Moscú, donde asistió a las ceremonias por el 70 aniversario de la victoria sobre el fascismo y el fin de la II Guerra Mundial y donde también se reunió con el patriarca Kiril de la Iglesia Ortodoxa Rusa, de la cual, existe en Cuba una Catedral “Nuestra Señora de Kazán”, ubicada en la  calle Paula, en la Avenida del Puerto de La Habana, consagrada en octubre de 2008.

En el  histórico encuentro el mandatario cubano agradeció personalmente al Sumo Pontífice su contribución personal y a través de la diplomacia vaticana para la apertura de un diálogo y  posterior restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Reconocimiento que hizo público el 17 de diciembre pasado cuando él y Barack Obama anunciaron la voluntad mutua de estrechar vínculos y avanzar hacia relaciones más civilizadas entre los dos países.

Jorge Mario Bergoglio recibió al visitante en el estudio y en los salones contiguos al Aula Pablo VI, lugar donde son recibidos los jefes de estado en visita privada.

Raúl y el primer Papa latinoamericano conversaron allí, sin que mediara traductor, sobre diversos temas, incluidos los relacionados  con los preparativos para la visita de su Santidad que realizará a Cuba del 19 al 22 de este mes de septiembre en una gira que lo llevará también a Estados Unidos donde tiene previsto visitar Washington, Nueva York y Filadelfia y participará en el VIII Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Raúl obsequió al pontífice un cuadro del artista plástico cubano Alexis Leyva Machado (Kcho) y una medalla conmemorativa por los 200 años de la Catedral de La Habana, de la que solo existen 25 ejemplares.

El Santo Padre lo reciprocó con un ejemplar de su exhortación apostólica “La Alegría del Evangelio”, y lo animó a leerla porque, aseguró “algunas cosas sociales le gustarán”.

De igual modo Bergoglio le entregó al presidente cubano una medalla grande de San Martín de Tours (patrón de Buenos Aires) y el mendigo al que cubre con el manto. Argumentó al respecto que a él le gustaba hacer ese regalo a los jefes de estado porque recuerda la obligación de ayudar a los pobres y, al mismo tiempo, promover la dignidad.

“Estoy muy contento. He venido a agradecer lo que ha hecho para empezar a resolver los problemas de Estados Unidos y Cuba, declaró Raúl a la prensa antes de su retirada de la sede apostólica.

Añadió que transmitió a Francisco el afecto del pueblo cubano, el cual espera su visita en septiembre.

Raúl reconoció haber quedado impresionado por la sabiduría de Francisco."Si continúa hablando así, les aseguro que volveré a rezar y regresaré a la Iglesia", acotó.

Algunos medios periodísticos apreciaron en estas declaraciones cuan lejos han llegado los vínculos entre Cuba y el Vaticano, cuyas relaciones diplomáticas se establecieron en 1935.

Tras su visita a la Santa Sede, el presidente cubano fue recibido en el Palacio Chigi, centro del gobierno italiano, donde sostuvo un encuentro con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, con quien compartió una conferencia de prensa.

“Estoy muy impresionado por la sabiduría y la humildad del Papa, dijo entonces y añadió que “Cuando Francisco venga a Cuba voy a asistir a todas sus misas”.

 “Leo todos los discursos del Papa” precisó todavía impresionado por el encuentro con su Santidad.  “Si sigue así, volveré a la Iglesia católica. Aunque soy miembro del partido comunista, que no admitía a los creyentes, pero se han dado pasos adelante”.

Junto a Raúl visitaron Roma en esa ocasión el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas; el canciller, Bruno Rodríguez; y el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Leopoldo Cintra Frías.

Se sumaron en esa ocasión a la audiencia papal los embajadores ante Italia, Alba Soto Pimentel, y ante el Vaticano, Rodney López.

Como todo jefe de Estado, el presidente cubano fue recibido por un piquete de honor de la guardia Suiza y el prefecto de la Casa Pontificia, Georg Gaenswein.

La cercanía del viaje del Papa a Cuba es cada vez menor y los preparativos para su acogida en grande se hacen sentir por la capital del país y los lugares por donde pasará.

El presidente cubano y el Cardenal Jaime Ortega Alamino, Arzobispo de La Habana, dialogaron en un reciente encuentro sobre la marcha de los preparativos y “sobre aspectos de mutuo interés de las relaciones entre el Estado cubano y la iglesia católica en Cuba”.

Ese encuentro se produjo a pocas horas del izamiento de la bandera estadounidense en la Embajada de Estados Unidos en La Habana, tras 54 años de congelamiento de las relaciones.

Tanto el papa Francisco como el cardenal Ortega fueron elementos esenciales en las negociaciones que durante 18 meses tuvieron lugar, secretamente, entre representantes de Cuba y Estados Unidos previo al anuncio del acercamiento entre los dos países, el 17 de diciembre último.

Durante su estancia en la mayor isla caribeña el dignatario ofrecerá una misa en la Plaza de la Revolución, sostendrá encuentros con jóvenes y prelados y hará una visita de cortesía a Raúl. También visitará  las orientales provincias de Holguín y Santiago de Cuba.

 

El papa Francisco será el tercer líder de la iglesia católica que visite Cuba, después de los viajes realizados por Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012, por lo que la visita de Francisco será la tercera de un pontífice en 17 años.

El portavoz vaticano, Federico Lombardi, explicó a la prensa que ese viaje de Francisco a la isla caribeña servirá, como ocurrió en el pasado con las visitas de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, para que la Iglesia cubana se sienta "muy reconfortada".

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