Más de 1 200 periodistas esperan al Papa Francisco en Cuba

La visita del Sumo Pontífice a Cuba, un país que ha sido noticia en los últimos meses tras el reinicio de las relaciones diplomáticas con estados Unidos, ha generado la llegada a La Habana, Santiago de Cuba y Holguín de una avalancha de periodistas de todo el mundo.

En múltiples idiomas, en todo tipo de formatos, con tecnologías de última generación o la rudimentaria libreta de notas, más de 1 200 periodistas de ellos 900 extranjeros esperan la llegada del Papa Francisco a Cuba.

El tercer Pontífice que visita la isla en 17 años, luego de la histórica arribada del “Papa viajero” Juan Pablo II en 1998, al cual le siguió los pasos Benedicto XVI en 2012, ha logrado captar la atención no solo de los cubanos, que le están preparando un multitudinario recibimiento, sino también de los medios de prensa del mundo.

En la inauguración de la Sala de Prensa Internacional para la visita del Papa Francisco en el emblemático Hotel Nacional, simultáneamente con otras dos en Holguín y Santiago de Cuba, se reunieron reporteros y gráficos atraídos no solo por Su Santidad, sino por la oportunidad de palpar la realidad de una nación que se ha convertido en noticia mundial desde el 17 de diciembre de 2014.

Ese día, y de forma sorpresiva para muchos, el presidente cubano Raúl Castro y el norteamericano Barack Obama, anunciaron el reinicio de las relaciones, intercambiaron prisioneros de ambos lados, y dieron pie a varias jornadas de negociaciones (que todavía continúan) y a la apertura de respectivas embajadas en La Habana y Washington.

Ambos presidentes dejaron bien claro su reconocimiento a la Santa Sede y al Papa Francisco en particular por sus gestos de mediación en las negociaciones para volver a sentarse juntos “como vecinos”.

Lo hecho por el Papa Francisco, que en su poco tiempo de Pontificado ya ha comenzado a remover la curia con diversas medidas como el perdón al aborto si existe un arrepentimiento sincero, facilitar de forma más expedita la anulación del matrimonio, exhortar a una visión más comprensiva hacia la homosexualidad, entre otras medidas, es consecuencia también de un largo proceso de mediación de la Iglesia Católica cubana con el gobierno de la Isla.

Personalidades como el Cardenal cubano Jaime Ortega, la cara más visible de esta mediación, han facilitado la excarcelación de presos, o la amnistía hacia otros, como la que declaró hace apenas una semana el gobierno cubano y que beneficio a más de 3 500 reclusos.

Es por eso que el Papa Francisco, a la ya de por sí creciente atención mediática que ha suscitado con su actuación, suma ahora el hecho de que se viene a La Habana, a Holguín y a Santiago de Cuba, nada menos que de camino a Estados Unidos, donde aparecerá incluso en Naciones Unidas.

Quizás por ello apenas minutos después de inaugurada la sala de prensa en el Salón 1930 del Hotel Nacional, donde por circuito interno se podrá ver la señal oficial del evento, ya resulta chiquita para la cantidad de periodistas y gráficos, apenas un ínfimo por ciento de los que circulan por las calles de La Habana, descubriendo junto al Papa Francisco esa Cuba para muchos desconocida.