Verano a lo cubano: Mucho calor y mucha diversión

alina
01 July 2015 2:40pm
Verano a lo cubano: Mucho calor y mucha diversión

Sin dudas, 2015 es el año de Cuba. La onda cubana es mucho más que una moda o un hit musical del momento. Hay que reconocer que la decisión de restablecer relaciones diplomáticas anunciada el pasado 17 diciembre por los presidentes Barack Obama, de Estados Unidos, y Raúl Castro, desató una onda expansiva que sigue levantando olas en torno a la isla caribeña.

“La política de aislamiento no funcionó”, admitió este 1 de julio el presidente Obama, al referir el fracaso de la ruptura decidida por Washington en 1961 y la imposición a Cuba de un bloqueo comercial y financiero para doblegarla. Lo dijo en la Casa Blanca, al anunciar con visible satisfacción la apertura de las respectivas  embajadas el próximo 20 de julio. Dijo más: Estados Unidos admite que esa decisión le permitirá mejorar sus relaciones con los vecinos del Sur.

Obama fue explícito: también llamó al Congreso a levantar el bloqueo, a no seguir presos del pasado y mirar al futuro. Por su parte, John Kerry, el secretario de Estado, declaró en Viena su intención de estar en La Habana, el día que sea izada de nuevo la bandera de las franjas y las estrellas en su misión diplomática en la capital cubana.

Kerry será uno más de los visitantes de la Isla que ya hoy circulan por las calles de la Habana Vieja, en autos descapotables de factura norteamericana, verdaderos clásicos de Detroit, inmaculados, en los que van hasta la Plaza de la Revolución o la Finca Vigía, la casa de Ernest Hemingway. Y seguro también se deleitará con un mojito y tal vez se lleve de regreso una caja de puros Habanos.

Así comienza el verano en Cuba, con mucha certeza en el camino elegido, optimismo, esperanza, alegría y ganas de vivir. Muchos desde el cabo de San Antonio hasta la punta de Maisí se aprestan a disfrutar del calor, las playas, el sol y el son, las fiestas bailables. Otros aprovecharán para acudir a cines, teatros, carpas de circos, variados conciertos y  espectáculos, programados a lo largo de todo el país. Una buena parte se quedará en casa, a la sombra, frente a la TV, para admirar el desempeño de los atletas cubanos en los Juegos Panamericanos, de Toronto, un goce de grandes y chicos que también albergan sueños de campeones.  Hay de todo y para todos los gustos.

Ahora vienen julio y agosto, dos meses de altas temperaturas, en las que se trabaja menos y se reserva tiempo y espacio para las vacaciones, los fines de semana al aire libre, soñados paseos y algunas celebraciones trepidantes como los carnavales en La Habana y los 500 años de Santiago de Cuba, un festejo que se viene preparando hace un año y hará historia.

El primer semestre del año se fue en un abrir y cerrar de ojos. La moda de venir a la Isla, pasear por el Malecón, saborear un mojito en la Bodeguita del Medio o un daiquirí en El Floridita –al estilo de Hemingway- se volvió algo viral, como se dice ahora.

Visitantes del más alto nivel de numerosos países –entre ellos, el Presidente de Francia- pusieron los pies en La Habana por primera vez.  Delegaciones comerciales y empresariales interesadas en abrir negocios, pero sobre todo un creciente flujo de visitantes estadounidenses -gracias a una todavía tímida y controlada suspensión de la prohibición de viajar a la Isla- hizo saltar las estadísticas del turismo.

Por primera vez, el gobierno publicó datos de ingresos del sector con tanta inmediatez. Cuba –se informó- facturó por más de mil 700 millones de dólares en el primer semestre de este año. También se reportó que en 2015 las previsiones esperan sobrepasar el récord de más de tres millones de turistas del pasado año, así como los aportes del sector a las finanzas en ese ejercicio, calculados en 2 mil 700 millones de dólares.

En este primer semestre el flujo de viajeros colocó a Cuba en la segunda posición en la región del Caribe, uno de sus hoteles clasificó como el mejor del mundo en su categoría y los principales polos anunciaron tasas de ocupación récord. El año pasado se pasó por primera vez la cota de los tres millones de turistas extranjeros, al recibir 3 millones 2 mil 745 visitantes.

En el verano, temporada baja de flujo internacional, la situación la salvan los turistas nacionales, cubanas y cubanos que cambian parte de sus ahorros en moneda nacional por pesos convertibles (CUC) y se dan el gusto de hospedarse en los lujosos y bien dotados hoteles Todo Incluido, una oportunidad de gozar del mismo nivel de atención reservado a los extranjeros. A ello se añaden infinidad de instalaciones de playa o campings, cómodas casas particulares destinadas a la renta, incluso con piscinas, e infinidad de sitios para el disfrute libre y sano.

Día y noche, con mucho sol y calor, o en el confort del aire acondicionado; acompañados por refrescantes cocteles, las muy demandadas cervezas bien frías, o deliciosos jugos de frutas naturales y helados, en pareja o en familia, en excursiones con los vecinos del barrio o los compañeros de trabajo; por un día, un fin de semana o la semana completa, los cubanos sacan a pasear sus ropas ligeras, vestuario de playa de última moda, que llegan a parar corazones cuando la portadora es una de las millones de muchachas esculturales o de apuestos jovencitos que exhiben los poderosos músculos cultivados en duras sesiones en los gimnasios, otra moda que se extiende por todo el país.

El verano en Cuba es una fiesta para todos, tiempo de amar y soñar.

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