Maridaje perfecto entre los Habanos y arte

El Proyecto “Fantasías Cubanas” exhibió novedosas y atractivas propuestas artísticas en el XIX Festival del Habano. Luego de casi cuatro años de fundado, cada una de sus entregas supera a la anterior no solo por la calidad y exquisitez de las piezas, sino también por la capacidad de los artistas de recrear fantasías exóticas en humidores y demás productos afines al mundo del Habano.

Los jóvenes Ariel Sánchez García y Tomás Kessel Barrabeitg, fundadores del Proyecto y de formación prácticamente autodidacta, se han especializado en la fusión entre madera y metal a partir de técnicas específicas de la carpintería, la ebanistería, la orfebrería y la escultura. “Lo que más disfrutamos es el trabajo en sí, el momento de la realización, de perfilar cada obra de una manera única y sugerente, tratando siempre de lograr creaciones exclusivas”, aseveran a la par ambos exponentes.

Igualmente, coinciden en que la representación del imaginario cubano como valor añadido al placer de fumar ha pasado a formar parte activa de sus vidas. El hecho de construir un humidor desde cero o restaurar uno ya existente para luego enriquecerlo artísticamente hacen que el producto adquiera una doble función y por ende, sea más valioso.

Las perspectivas futuras parecen prometedoras. No obstante, para estos jóvenes creadores la meta es seguir trabajando con sutileza y estilo propio en la incorporación de fantasías al mundo del Habano, y en lo particular, al de los humidores.