42 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano será diferente

Redacción Exce…
22 July 2020 8:00pm

La pandemia de la Covid-19 ha forzado cambios en todos los aspectos de la vida y el desarrollo de los países del mundo. Todos los ámbitos se han visto afectados y el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano no es la excepción. Su director, Iván Giroud, lo sabe y por ello reconoce que la edición 42 será diferente, aunque sin alterar su esencia, ni el afecto por el séptimo arte.

“El nuevo coronavirus puso de manifiesto la necesidad del ser humano de socializar, el deseo de encontrarnos y el cine deviene espacio ideal para compartir. Creo que la pandemia ha hecho más evidente la necesidad espiritual del individuo de ir al cine, al teatro, de compartir esa experiencia que es única y diferente”, aseguró Giroud en entrevista con Prensa Latina.

Por estos días se encuentra inmerso, junto a su equipo, en el diseño de varias estrategias para afrontar la venidera edición, que hasta el momento se prevé celebrar del 3 al 13 de diciembre, y “por supuesto, las medidas dispuestas por las autoridades sanitarias se seguirán al pie de la letra”, destacó.

Sobre la imagen promocional del evento este año, Giroud explicó que hace franca alusión a la medicina y al personal de la salud, no solo de Cuba, sino del mundo, en agradecimiento a su labor en el enfrentamiento a esta pandemia pues “ellos hacen posible volver al encuentro social y la Covid-19 marca un momento muy particular de la historia de la humanidad”.

Desde su fundación hace 41 años (1979) el Festival se ha caracterizado por expresar la realidad del mundo y, en particular del continente, por cruda que sea y esta edición no será diferente. Esta no puede escapar “de algo tan brutal que ha conmocionado al mundo y que, indudablemente, nos puede a cambiar la vida a todos”, observó Giroud, para quien hay un grupo de la sociedad que se ha sacrificado y dado lo mejor de sí en este momento y el evento que preside eligió destacar: volvemos gracias a ellos.

“La Covid-19 no es un problema de Cuba; sino global; entonces, haremos un Festival diferente, adecuado a las posibilidades y condiciones del momento", comentó.

No obstante, aclaró que la cita no renuncia al tema propuesto desde la clausura del evento anterior: el cine joven en América Latina, para ahondar en qué están produciendo las nuevas generaciones, qué sucede en el cine latinoamericano hoy y muchas otras interrogantes.

Sobre la multitud de eventos dentro del Festival, que como tradición, propicia encuentros entre la obra, el creador y el público, el director aclaró que sus organizadores analizan cómo mantener esa línea mediante un mayor uso este año del espacio virtual para las presentaciones, foros y conferencias de prensa.

Al respecto acotó que se “tenemos que dar un salto tecnológico, para eso contamos con todo el apoyo del Ministerio de Cultura, del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y la dirección del país. Hay que buscar las mayores alternativas en ese orden”.

El escenario futuro resulta imprevisible aún, pero parece bastante probable que los cines no puedan llenarse al 100 por ciento de su capacidad, “esto nos obliga a plantearnos una selección todavía más restringida, buscando mayor calidad siempre”, pues como es de esperar, en el contexto actual, “es lógica una restricción de la programación, o sea, menos títulos en cartelera con la idea de disponer de mayor número de exhibiciones en los cines”, explicó Giroud.

Hasta el próximo 30 de agosto estará abierta la posibilidad de inscribir obras para el Festival, y en tal sentido manifestó sentirse satisfecho con estar trabajando al nivel del año anterior en la misma fecha.

Un evento de esta magnitud demanda esa intensidad y la situación en América Latina no deja de preocuparle al comité organizador; pero el festival nunca se ha suspendido y los realizadores intentan defender la continuidad, conscientes de que los efectos de la Covid-19 durarán años.

“Aún no podemos hacer una evaluación a fondo en ese sentido, evidentemente se va a notar no solo este año, posiblemente el próximo más todavía porque ha sido un año en el que prácticamente se han paralizado todas las filmaciones”, reflexiona.

El 42 Festival hereda obras que fueron filmadas antes de la pandemia y ya están concluidas, más algunas que atraviesan los últimos procesos.

Sobre la idea de un evento totalmente virtual, explica que es imposible por muchas razones, entre ellas que no puede dañarse la vida natural de las películas, ni aunque vivamos en un marco excepcional.

“Para poder participar en los circuitos de competencias del mundo, las realizaciones audiovisuales cumplen un ciclo; por eso no pueden ni ser exhibidas en canales de televisión y los derechos de proyección se negocian según la cantidad de veces a exhibir en los cines que cumplan los estándares tecnológicos requeridos.

Además, el público es el que le da la dimensión real al Festival de La Habana. Una cosa es ver una película en las plataformas digitales, otra verla por televisión y algo muy diferente verla en el cine” experiencia esta última, que Giroud describe como única. (Tomado de Prensa Latina)

 

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