La administración pública digital necesita de un nuevo pensamiento
¿Cómo construir una sociedad digital desde el gobierno? Sobre eso disertó este jueves la directora del programa Formación en gobierno electrónico en Estonia, Annela Kiirats. Fue esta una de las conferencias magistrales que abrieron la cuarta jornada de la XVIII Convención y Feria Internacional Informática 2022, en el Palacio de Convenciones de La Habana, a la que asistió la ministra de Comunicaciones, Mayra Arevich Marín.
Kiirats, con dos décadas de experiencia en el tema, abundó en cuestiones de gobierno y gobernanza electrónica, y la necesidad de lograr interoperabilidad entre las diferentes agencias de gobierno para el intercambio de datos.
La digitalización de la administración pública, dijo Kiirats, necesita de un nuevo pensamiento por parte de los líderes para crear soluciones que sean sustentables y se ubiquen siempre, en primer lugar, en el entorno digital.
La coordinación del Gobierno electrónico, acotó, será centralizada, pero su ejecución descentralizada. En ese sentido anotó que se debe contar con datos en registros electrónicos, proveer soluciones de intercambios de datos de forma segura, generar una identidad digital para todos los ciudadanos y ajustar el marco legal en función del gobierno electrónico.
Dijo que en el caso de Estonia no querían crear muchas leyes nuevas, sino aquellas que sustentaran un modelo de Gobierno electrónico. Hoy ese país europeo es líder en la materia.
Para proveer servicios virtuales, Kiirats destacó que deben ser prestados de forma igualitaria a todos, sin crear una brecha digital. La consecución de estos servicios públicos se basa en procesos ágiles, contar con portales o aplicaciones que los faciliten, buena conexión a internet y soluciones de pago, anotó.
La autenticación en los sistemas, prosiguió, debe ser segura, y contar además con la capacidad para recuperar datos de diferentes registros. En todos estos procesos es necesaria la automatización de procesos.
Explicó además las necesidades tecnológicas para servir a los ciudadanos, como un número único de registro (con lo que contamos en Cuba a través del carné de identidad), además de la posibilidad de reutilizar datos guardados y bases de datos no duplicadas con información única.
En el sistema estonio los ciudadanos son los únicos propietarios de sus datos online. Consultarlos sin razón constituye un delito. Asimismo, cada autoridad es responsable por la calidad de su base de datos.
Entre otras sugerencias, Kiirats destacó que la creación de servicios de gobierno electrónico debe ser debidamente informada a los ciudadanos, y proveerse de forma gratuita. Es muy necesario, indicó, entender qué necesita la población, construir guías para que adquieran cultura en este tema, y generar confianza en el uso de las tecnologías digitales.
