La historia de Brasil y Cuba trazada por la zeolita
Fernando Faria, presidente de la compañía Celta Brasil del Grupo Internacional ZEOGRUP cuenta cómo surgió su vínculo con la zeolita cubana.
En el 2003 llegó el brasileño Fernando Faria a Cuba buscando asfaltita, el resultado fue negativo. Tres días después le llevaron una muestra de una piedra, llamada zeolita. Faria no conocía el mineral, pidió que le explicaran y le entregaron información sobre las características químicas y aun sin comprender muy bien, le llamó la atención una frase en el dorso de una de las páginas.
«Era un mensaje de Fidel Castro, no recuerdo exactamente la frase, pero el sentido era que se trataba del mineral del siglo. Aquella piedrita no me decía nada, pero sí el mensaje de un líder indicando que ese era un mineral distinto y estaba disponible», comenta entusiasmado.
Sobre sus siguientes pasos nos cuenta: «Me llevé la muestra a Brasil y al poco tiempo comenzamos las negociaciones. En el 2004 se realizó la primera exportación y ya llevo 16 años trabajando con Cuba, específicamente con la UEB Geominera Holguín»
¿Por qué escoger la zeolita cubana?
La calidad de la zeolita cubana se aplica a diversos usos a diferencia de otras zeolitas que hay en otras partes del mundo. Además, hay mucha información e investigaciones y eso nos permite conocer mejor el producto. La zeolita cubana ya tiene un reconocimiento que nos facilita hacer negocios en el mundo.
¿Qué representación tiene la zeolita cubana en el mercado internacional?
La zeolita cubana tiene una participación importante, nosotros como empresa comenzamos con las negociaciones en el 2004 como clientes exclusivos y hoy contamos con 5 mil clientes de 22 países que compran zeolita cubana a través de nosotros y estamos hablando de alrededor de 2 mil 500 toneladas.
En Brasil, ¿cuáles son las áreas en las que más se utiliza el mineral?
Se utiliza en la alimentación animal, en la agricultura, la ganadería y especialmente en el tratamiento del agua, que para mí es muy importante, no solo desde el punto de vista económico sino también social porque significa tener una población con salud.
Faria es un participante asiduo a los Talleres de Zeolita desde hace varios años, confiesa que el evento es la oportunidad de unir los conocimientos técnicos de investigadores cubanos con las necesidades de los clientes internacionales, es la unión de lo que sabe sobre zeolita y también de lo que se puede hacer.
Sobre las negociaciones futuras aseguró: «Las expectativas son muy positivas, tenemos buenas relaciones profesionales y personales. En el 2023 tenemos un monto de 20 mil toneladas de zeolita cubana para comercializar. La empresa surgió con Holguín y continuará».
