FIHAV 2014: Uruguay se acerca al Caribe y tiene a Cuba como referente

El canciller uruguayo Luis Almagro inauguró el pabellón de su país en la XXXII Feria Internacional de La Habana, FIHAV 2014, y aseguró en su intervención que las relaciones entre Uruguay y Cuba se encontraban en su mejor momento. Una muestra de estos vínculos, reconoció, era la reciente firma de un acuerdo con el Centro para la Promoción del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, así como la próxima rúbrica de un memorando de entendimiento.
De acuerdo con Almagro, el comercio también puede seguir el espíritu de diálogo político que se está llevando a cabo, de manera tal que se creen las bases para hacer cada vez más fluidos los intercambios entre ambos países.
“Creo que queda por delante mucho esfuerzo conjunto, que estos esfuerzos van a tener continuidad en los próximos años, por la voluntad política de los dos países de acercarse”, reconoció el canciller.
Por la parte cubana, el viceministro cubano de Comercio Exterior y la Inversión Extrajera (MINCEX), Roberto López Hernández, resaltó que en la actualidad existen muchas capacidades para el desarrollo conjunto de proyectos y programas en el sector hidráulico.
“Estamos convencidos de que existe una amplia potencialidad de nuestros vínculos bilaterales y de la complementariedad de nuestras economías. Uruguay ostenta uno de los primeros lugares en la exportación de alimentos, que nos son muy necesarios y Cuba está en capacidad de mantener el suministro estable de medicamentos de amplio uso en los programas sociales de salud de ese país y la asistencia técnica en esferas en las que hemos logrado la experticia. Durante el último período hemos intercambiado intereses de gran alcance para Cuba y se han renovado las expectativas del trabajo en varias áreas”, aseveró López.
Al reafirmar la oposición de Uruguay al bloqueo impuesto por Estados Unidos a la nación caribeña, así como también su decisión de incluirla en la lista de estados patrocinadores del terrorismo, Almagro expresó que esas medidas pretendían disuadir la presencia de empresarios foráneos en Cuba.