Grandes Ligas en Cuba, otro paso para normalización de relaciones

En el caso del deporte, nada desea más el aficionado cubano que la normalización de las relaciones con Estados Unidos se traduzca en una presencia normal de sus peloteros en la Major League Baseball (MLB).

En total, 27 nacidos en la isla caribeña actuaron en la más reciente campaña de las Grandes Ligas, pero debido a las leyes actuales, todos debieron renunciar a su país de origen, a diferencia de lo que sucede con el resto de los latinoamericanos que actúan en ese béisbol.

El propio comisionado de la MLB, Robert Manfred, Jr., ha expresado en dos ocasiones ser partidario de que los peloteros cubanos que residen en la isla tengan el mismo tratamiento que se otorga a quienes son obligados a renunciar a su patria.

La realidad pudiera cambiar pronto, y para eso una delegación de alto nivel de la MLB llegará este martes a La Habana, y entre sus integrantes destacan los peloteros José Dariel Abreu, Alexei Ramírez y Brayan Peña, todos en activo. La sola presencia de estos jugadores destaca la voluntad de las autoridades cubanas de lograr un acuerdo, pues según las legislaciones vigentes al haber abandonado el país de manera ilegal, en circunstancias normales algunos no podrían todavía pisar la tierra que los vio nacer.

Encabezada por Joe Torre, director de operaciones deportivas de Grandes Ligas,y el destacado exjugador Dave Winfield, asesor de la Asociación de peloteros, del 15 al 18 de diciembre esta nutrida comitiva tratará de dar un paso más en la reconstrucción de unos vínculos que fueron rotos en 1961, con la eliminación del profesionalismo en el país del Caribe. También formarán parte del grupo las estrellas Miguel Cabrera (Venezuela), Nelson Cruz (Puerto Rico) y Clayton Kershaw (Estados Unidos), también activos.

No es la primera vez que expeloteros de Estados Unidos vengan a Cuba, pues Barry Larkin estuvo el pasado año, pero la presencia en el grupo de un alto funcionario de la MLB como Torre, de un alto representante del sindicato de peloteros, y de los jugadores activos, permite suponer que hay posibilidades de un arreglo, adelantado haces unos meses en Nueva York durante una visita de directivos beisboleros cubanos, sobre la cual nada se informó oficialmente.

Esta será la primera visita de Grandes Ligas a Cuba desde que los Orioles de Baltimore jugaron un partido de exhibición contra la selección cubana en 1999, y existe además la posibilidad de que los Rays de Tampa Bay jueguen un choque de pretemporada en Cuba el próximo año.
En esta ocasión está prevista la celebración de clínicas de béisbol para niños en los estadios Latinoamericano (La Habana) y Victoria de Girón (Matanzas), un evento caritativo y una rueda de prensa, pero lo más importante sucederá a puertas cerradas. Seguramente los fanáticos en toda la isla cruzarán los dedos.