Planeta de Diana Fuentes acerca trayectoria al sol

El segundo disco de Diana Fuentes cambió de órbita con la obtención del Premio Cubadisco 2015. Planeta planetario aceleró su velocidad de traslación y del 1 al 8 de junio, llegará a varias provincias orientales gracias a una gira de la cantante y compositora, de apariencia angelical y ademanes sencillos. Sin miedo a la naturalidad y con único lujo: su voz, Diana confesó que le encanta ser una artista Pop.
“Me gusta ese concepto de popular, de llegar a todos pero también me gusta el concepto de poder hacer un pop con calidad, con una música trabajada. Hay quienes lo entienden y hay quienes no, pero lo fundamental para mí siempre es hacer con todo el amor del mundo pues canto primero porque lo disfruto y cuando uno disfruta lo que hace llega de esa misma manera”.
El lauro del evento musical más relevante de Cuba reconoce la valía de la Fuentes en un género en el que hay mucha competencia, pero tiene todas las de ganar por saber atender con sinceridad los detalles profesionales. La joven creadora define a Planeta planetario como ecléctico, involucrado en varios géneros y con temáticas más abarcadoras que su primer álbum, Amargo pero dulce (2008), producido por el músico y popular compositor Descemer Bueno. Eso sí, del primer al segundo disco mucho cambió en la vida de Diana: giras, conciertos como solista, festivales en Italia, México, España, premios, un hijo, nuevas invitaciones a trabajar en producciones discográficas y no solo como cantante. En 2007, el sello discográfico Egrem le encargó todos los arreglos vocales del CD Cubanos, producido por José Luis Barba, junto a Pablo Milanés, Silvio Rodríguez y otras destacadas figuras de la música.
Poco después participaría en Women are beautiful (2008), producido por Roberto Carcassés junto a Omara Portuondo y Beatriz Márquez. Aquel fonograma ganó un premio de la crítica en Japón.
A juzgar por la figura, nadie creería que pasó por un parto recientemente, aunque tampoco nadie podría calcular la potencia de voz de esta chica de 30 años de edad que hace 15 ya llamaba la atención en los conciertos del grupo Síntesis, repleto de experimentados y corpulentos músicos, por esa época inmersos en temas y ritmos relacionados con el sincretismo religioso y social cubano.
“Conocí la música de Síntesis por mi familia porque todos son súper fanáticos y sinceramente para mí fue un privilegio trabajar con esos músicos, gracias a ellos descubrí el universo maravilloso de la música afrocubana y lo más importante fue poder absorber ese conocimiento cultural de mi país, no solo musical sino las historias de los patakíes, de cada deidad, todo el sincretismo con la religión católica. La considero una etapa muy bonita, con una agrupación a la que agradezco y debo muchísimo”.
Por lo general, los vocalistas acompañantes no destacan, técnicamente incluso se les denomina secundarios, sin embargo Diana consigue de manera nata coexistir en armonía y aportar un timbre melódico notable, lo mismo dentro de una agrupación entregada al rock que al agasajo de la cultura afrocubana, o junto a experimentados cantautores como Carlos Varela y X Alfonso.
“Todo lo que uno pueda echar en el saquito de conocimientos, suma, nada quita, todo tiene un lugar, eso de la segunda, la tercera, la cuarta voz, da igual, al final lo importante es compartir con artistas que pasado el tiempo son mis amigos y trabajar junto a ellos es un disfrute”.
Cada ser humano encuentra temas musicales que marcan algún instante de la vida, de una forma o de otra. Canciones o melodías que nos gustan escuchar a menudo o que no podemos oír siempre por la fuerza de los sentimientos o los recuerdos que desata.
“Cuando conocí a Eduardo, mi esposo, descubrí gracias a él el trabajo de un gran músico argentino: Gustavo Cerati, y Eduardo me dedicó un tema de él llamado Puente (estuvo nominada al Grammy Latino como Mejor canción de rock), ese tema marca un momento fabuloso en mi vida en el que al fin encontraba a esa mitad. Será sol, es otro tema de Varela que igual marca un momento personal importante, de salir a explorar, a comenzar un nuevo ciclo. Mi canción Planeta planetario también tiene esa connotación, cuando la escribí ni me imaginé que iba a ser mamá poco después y parece increíble cómo dictó muchas cosas que luego sucedieron en mi vida. Ese tema estoy convencida de que es para mi hijo, se lo canto todo el tiempo, a él le encanta. Hay obras de Juan Formell que adoro y marcan momentos para mí, temas de Síntesis también, y cada vez que escucho Here comes the sun, de los Beatles, recuerdo a mi papá que los oía en casa todo el tiempo. La música de Elis Regina me recuerda mucho la época de estudiante en la ENA (Escuela Nacional de Arte)”.
De momento, la Fuentes emprenderá un viaje al oriente de Cuba para culminar las presentaciones de Planeta planetario y complacer al público con diversos temas del primer disco.
“La primera parte de esta gira en occidente fue maravillosa, tenía mucho tiempo de desear esta posibilidad, soñaba con ella desde 2009 y estamos en 2015, pasaron años, pero creo que todo sucede por algo y el público de todas las provincias que pude visitar antes fue maravilloso. Ahora estaré a partir del 1 de junio en Santiago de Cuba, Guantánamo, Granma, Holguín y Camagüey”.
En una época tan materialista, en la que muchos cantantes temen a la sencillez y apuestan por el abigarramiento estético, casi nadie se conforma con pararse sobre un escenario simplemente con su voz y carisma natural, en cambio Diana llama la atención por su sobriedad, muy lejos de la común extravagancia. Quizás, esa manera de proyectarse unida a su voz dulce lleva a musicólogos y cronistas a compararla con un ángel constantemente. Basta solo mirarle.