Sir Carlos Acosta elige una y otra vez a Cuba

Uno de los más extraordinarios bailarines del planeta, el cubano Carlos Acosta, acaba de realizar audiciones en su país natal para elegir posibles integrantes de la compañía que planea fundar próximamente en La Habana.

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El ídolo de gran parte de los bailarines de la isla incluso salió en televisión para convocar a profesionales capaces de desenvolverse en las técnicas de danza clásica y contemporánea a probar suerte. Quizás por el entusiasmo, algunos no escucharon cuando habló de profesionales y llevaron a sus niños, otros sencillamente lo intentaron.

Ya no solo Carlos Acosta tiene sueños con esta compañía. El proyecto se ha convertido en un rumor callejero, un rumor expresado con regocijo, porque Carlos no solo selecciona bailarines, sino que ya eligió a Cuba. En Gran Bretaña, ostenta el título de Comandante del Imperio Británico, concedido en 2014, y que le añade a su nombre una distinción de respeto, la de Sir, sin embargo, el hombre y el artista eligen una y otra vez a Cuba.

Este verano, Carlos volvió a presentar en el lujoso Covent Garden de Londres un espectáculo titulado Cubanía, con participación mayoritaria de compatriotas suyos y un elenco reforzado por los excelentes bailarines de Danza Contemporánea de Cuba (DCC). Después de concluir el show, emprendió un nuevo viaje a La Habana con la vista puesta en el futuro.

Como era de esperar, cientos de jóvenes se presentaron a las audiciones en la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso, provenientes de compañías diversas: Rosario Cárdenas, Prodanza, Ballet de la Televisión Cubana, Revolution, DCC, Ballet Nacional, Endedans y Ballet de Camagüey, porque hasta de las provincias orientales del país viajaron a La Habana con la ilusión de clasificar en una agrupación que todos imaginan que será de “grandes ligas”.

Todavía no tiene nombre oficial, pero ya el futuro director y actual estrella del Royal Ballet de Londres, aseguró que además de propiciar una plataforma de oportunidades para creadores locales, traerá coreógrafos extranjeros y desea que aquí dispongan de bailarines que les permitan expresarse sin límites. Eso a las claras significa nivel, y Acosta es consciente de la necesidad de proporcionarle a los elegidos un grupo de herramientas, experiencias, aprendizajes previos al arranque oficial del grupo, previsto para los primeros meses de 2016.

Según dijo, empezará con 16 artistas. ¿Quiénes tuvieron la suerte de ser escogidos? Los nombres no se han hecho públicos para que algunos decidan en los próximos meses si finalmente asumen el proyecto, una decisión que implica ciertas renuncias para determinados artistas y la baja de compañías relevantes en el país.

Acosta prepara en estos momentos su retiro como bailarín clásico del Royal Ballet de Londres y aspira a continuar una carrera en la línea contemporánea. Este año, el Círculo de Críticos de Gran Bretaña le concedió el Premio Nacional de Danza en reconocimiento a sus logros durante toda una vida dedicada a ese arte, y la crítica estadounidense aplaudió efusivamente en Norteamérica su versión de Don Quijote para la compañía británica.

Un gran número de críticos considera a Carlos el mejor bailarín de su generación. Más allá de las tablas, cuenta con dos libros publicados y dos actuaciones en cine.

Pese a su anunciado retiro, resulta previsible que este artista no abandone la escena por completo, fiel al credo que durante una tarde calurosa, típica de La Habana, me reveló: “el ballet no es una profesión, sino un estilo de vida”.

Según Acosta, en el mundo ya no existen bailarines solo clásicos y un artista mientras más versátil mejor. Por ese motivo, su compañía estará abierta a las múltiples tendencias de la danza en la actualidad y aunque todavía tiene indefiniciones algo ya quedó claro, será un desafío para todas las agrupaciones existentes en Cuba.

Dentro de su tierra natal, Carlos ganó el Premio Nacional de Danza y, sin dudas, a los 42 años de edad, es el representante masculino de la escuela cubana de ballet con mayor éxito mundial.

¿Cuándo su compañía brindará la primera función? Todavía ni él mismo lo sabe. Pero algo más es seguro, ya no es el único que la espera.