Cuba busca marcar la diferencia con el Caribe

En medio de un bloqueo estadounidense recrudecido, de acciones dirigidas a desalentar a los ciudadanos de ese país a viajar a la mayor de las Antillas, de negativas campañas mediáticas e impactos de eventos hidrometeorológicos que afectaron la planta hotelera y extrahotelera, tuvo que desenvolverse el turismo cubano en 2018.

Ante un escenario tan adverso resulta estimulante y alentador que el año cierre con un récord de 4 millones 750 mil visitantes extranjeros, cifra que representa un 1,3 de crecimiento respecto al 2017, según declararon a la prensa funcionarios del Ministerio de Turismo (Mintur).

Aunque decreció en un 2%, Canadá continúa siendo el principal mercado emisor, mientras los visitantes de Estados Unidos se mantienen en la segunda posición (fundamentalmente como cruceristas); seguidos por los europeos Francia, Alemania, España, Reino Unido e Italia, que decrecen con sus nacionales entre un 10 y 15%.

Por contraste, implantarán récords de turistas en 2018 Rusia, con un 30% por encima de lo previsto, México (23%), Brasil (16%), cubanos residentes en el exterior (13%), China (10%) y Colombia (10%).

Quedan muchas reservas internas por explotar, para mejorar la calidad de los productos y servicios destinados al turismo, señaló recientemente el presidente Miguel Díaz-Canel al chequear el desarrollo de tan estratégico sector, devenido locomotora de la economía cubana.

Díaz-Canel consideró urgente que tribute un grupo de organismos y empresas aseguradoras, con el propósito de lograr el tan ansiado encadenamiento.

Y en este empeño por lograr que las cosas anden bien, sobre todo aquellas de carácter subjetivo que pasan por la motivación de ese trabajador de cara al turista, por su nivel de preparación, la dirección de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) delegó en su comisión de Atención a los servicios, el control y fiscalización a las entidades del ramo.

En 2018, los diputados que la integran visitaron 73 instalaciones turísticas de 15 provincias, incluidas bases del campismo popular, formas no estatales de gestión y 7 aeropuertos, recorrido que favoreció el intercambio con unas 2 mil personas, además de los realizados con cuadros del propio Mintur y directivos de la Aeronáutica Civil de Cuba.

Detectaron en la mayoría de los lugares la insatisfacción de los clientes por el discreto alcance del servicio de wifi, problemas con el abasto de agua en algunas instalaciones, con la situación de los viales (sobre todo en los campismos), y con el mantenimiento a ascensores, equipos de cocina, de clima y de refrigeración.

Según informe presentado y discutido ante el Parlamento, en presencia de Esteban Lazo, presidente de ese órgano, y de Manuel Marrero, ministro de Turismo, en una parte de la red hotelera es inestable la presencia de hortalizas, frutas y productos de la industria nacional, muchos de los cuales pueden ser producidos en el país y, sin embargo, hay que importarlos.

Aunque ha disminuido la estancia de los turistas en los aeropuertos, en algunos de estos falta prestancia y cultura del detalle en determinados servicios, y experiencia en el personal no asociado al servicio aeroportuario, además de que son insuficientes las variedades en la oferta gastronómica, así como las inversiones que se desarrollan en su modernización.

El titular del Mintur explicó a los diputados las medidas adoptadas para solucionar esos y otros problemas, y aseguró que tienen conocimiento de dónde están las principales debilidades del sector y voluntad y deseos de superarlas.

Nunca será suficiente cuánto se avance “si tenemos en cuenta que nos desenvolvemos en un área con mucha competitividad en la zona del Caribe, y siempre la diferencia la va a marcar la calidad que seamos capaces de ofrecer”, alertó Marrero.

Para 2019 Cuba aspira llegar a los 5 millones 100 mil visitantes internacionales, lo cual significaría un 7% de crecimiento comparado con el estimado de cierre de 2018.