Itolizumab, otro medicamento cubano contra la Covid-19

El protocolo de tratamiento para atender a pacientes contagiados con la Covid-19 en Cuba está integrado por varios medicamentos cubanos, entre los que destaca el Itolizumab con muy buenos resultados.

Se trata de un anticuerpo monoclonal humanizado, creado en el Centro de Inmunología Molecular (CIM) merecedor en 2014 de uno de los Premios Nacionales de la Academia de Ciencias de Cuba, (ACC) en el acápite de Ciencias Biomédicas, y en 2015, de la Medalla de Oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).

A sus cacarcteristicas e indicaciones se refirió la doctora en Ciencias Tania Crombet Ramos, directora de Investigaciones Clínicas de esa institución, perteneciente al Grupo Empresarial BioCubaFarma, con un equipo del diario cubano Granma.

La doctora explicó que el Itolizumab es una molécula que se desarrolló en el CIM para el tratamiento de linfomas y leucemias. Este anticuerpo es capaz de bloquear la proliferación y activación de los linfocitos T, por lo que se comporta como un inmunomodulador.

Como parte de su mecanismo de acción, puede reducir la secreción de un grupo de mediadores de la inflamación, que se conocen como citocinas proinflamatorias. En Cuba se había usado con éxito en el tratamiento de pacientes con artritis reumatoide y soriasis. Precisamente, en los ensayos clínicos realizados en estas enfermedades autoinmunes, demostró ser un fármaco muy seguro, que no provocaba eventos adversos severos en los pacientes.

Referente a la Covid-19 y los resultados obtenidos, comentó que el anticuerpo monoclonal se ha usado como parte de un protocolo de acceso expandido, aprobado por el comité científico conjunto entre el Ministerio de Salud Pública y el grupo empresarial BioCubaFarma para tratar esta pandemia.

A su vez contó con la aprobación del Comité de Ética, de la agencia reguladora cubana, del Centro Estatal para el Control de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed); y hasta el momento han sido tratados más de 70 pacientes confirmados con la enfermedad, en nueve hospitales de Cuba.

“El sitio principal de la investigación es el hospital Manuel Piti Fajardo, de Santa Clara, donde sus médicos y especialistas realizan aportes importantísimos en relación con el mejor momento para usar el monoclonal, así como el mejor esquema de tratamiento” aseguró; y agregó que, de manera particular, “se ha empleado en pacientes clasificados como críticos, graves y de cuidado, con alto riesgo de agravamiento”. Siendo los dos últimos grupos en los que se ha logrado frenar a tiempo las consecuencias de la tormenta de citocinas.

Sobre estas, comentó que en algunos pacientes ocurre una gran salida de sustancias y líquido en los pulmones y la presión sanguínea disminuye. Con la finalidad de frenar la salida masiva de estas sustancias, se activa la cascada de la coagulación, que trae como consecuencia la obstrucción de los vasos sanguíneos en los pulmones.

Todo ell provoca que el paciente tenga grandes dificultades para el intercambio gaseoso y hay hipoxia. Al aumentar la presión dentro de los pulmones, también puede producirse un fallo en el corazón. Desafortunadamente muchos pacientes fallecen a causa de complicaciones cardiorespiratorias.

“Si el resto de los órganos no recibe suficiente oxígeno, puede instaurarse, además, un daño permanente o incluso la muerte. El anticuerpo monoclonal Itolizumab actúa en la fase de la enfermedad donde el daño es causado por la respuesta exagerada del sistema inmune, ante la enorme capacidad del virus para dividirse. El Itolizumab logra reducir la secreción de estas citocinas inflamatorias, causantes de la extravasación masiva de sustancias y líquido en los pulmones”.

Diferentes estudios realizados en el mundo, pacientes con Covid-19 pueden desarrollar una reacción inmune hiperactiva, es decir, tras la alta secreción de citocinas proinflamatorias, los vasos sanguíneos se dilatan para permitir que las células inmunitarias entren en los tejidos, donde hay que reducir la replicación viral.

Para concluir Crombet Ramos explicó que actualmente trabajan, junto con los especialistas de las terapias y de las salas de medicina interna, en la recolección e interpretación de datos para poder llegar a conclusiones definitivas.