Una valoración de la temporada ciclónica del 2022 (Segunda parte)

En esta segunda parte del artículo les mostraré otros detalles interesantes que nos servirán para realizar una justa valoración de la Temporada ciclónica del 2022.

Recodamos que el período julio 3-agosto 31 les había contado que resultó crucial para que la temporada del 2022 no hubiera sido más activa, con lo cual se hubieran cumplido los pronósticos. En esos 60 días en que los que no se generó absolutamente ningún ciclón tropical en el Atlántico, cabe pensar en qué fue lo que ocurrió para proporcionar este resultado.

Se sabe que en ese período ocurrieron dos cosas, una que los vientos en alturas de 10 a 12 kilómetros estaban anormalmente fuertes para lo que debe esperarse con un evento La Niña en evolución, lo que incrementaba la cizalladura vertical del viento (para que haya desarrollo, el viento no debe tener grandes diferencias en la columna vertical, para que se pueda concentrar la energía); y dos, la presencia de aire seco en la atmósfera baja, consecuencia tanto de aire seco llegado de latitudes más altas como de la de la irrupción de polvo del Sáhara en la región generadora de ciclones tropicales del océano Atlántico Norte (con aire seco no hay formación de grandes conglomerados nubosos con tormentas eléctricas y lluvias, algo totalmente necesario para la formación de un ciclón tropical). Ninguno de estos factores pudo ser tenido en cuenta por los actuales modelos de pronóstico estacional de ciclones tropicales, los cuales son de naturaleza estadística, no dinámica.

El Dr. Phil Klotzbach de la Colorado State University, cuyo equipo es uno de los que emiten regularmente pronósticos estacionales y quien trabajó con el Dr. William Grey, el creador del primer modelo para el pronóstico estacional, ha arrojado alguna luz sobre lo que pudiera haber ocurrido.  Expresó su creencia en que gran parte de la cizalladura y el aire seco tenían orígenes de latitudes medias y se asociaron con una ruptura vigorosa de las ondas o vaguadas en altura, las que están asociadas con sistemas de baja presión de nivel superior, que tienen vientos anómalos del Oeste de nivel superior en su periferia sur y se trasladaron a latitudes tropicales. Estos vientos del Oeste de nivel superior aumentan la cizalladura vertical del viento. Pero también, el investigador expresó que como el aire de latitudes medias es típicamente más seco que el aire tropical, sofocaba el desarrollo de tormentas eléctricas y asfixiaba efectivamente las ondas tropicales que emergían del occidente de África. También expresó que este fenómeno del rompimiento de las vaguadas superiores era algo que está siendo estudiado.

En total, el resumen del número de ciclones tropicales con nombre, se los presento a continuación, junto con el promedio histórico (1991-2020):

Pero también notamos varios ciclones de corta vida y de poca intensidad dentro de ese número de 14, que daría escuetamente la clasificación de la temporada ciclónica del 2022 como Normal.

Hay una manera que en mi opinión es mucho más real de medir la actividad ciclónica, que es una que toma en cuenta la intensidad de los sistemas, pero también durante qué tiempo se ha tenido la intensidad. En otras ocasiones les he contado, y hoy lo vuelvo a hacer, sobre el Índice ACE (Accumulated Cyclonic Energy), o Energía Ciclónica Acumulada. Es un índice que toma en cuenta el poder destructivo del viento, representado por el cuadrado de su velocidad, y la sumatoria de ese viento cada seis horas, en toda la vida del ciclón tropical con clasificación de tormenta tropical y huracán. Así un sistema ciclónico que sea débil y que dure muy poco, no aportaría casi nada a ese índice. En este sentido, podemos tener 1000 ciclones, que, si no han sido muy intensos o no han durado mucho, no representarían casi nada.

Tomando en cuenta lo anterior, el cálculo del índice ACE de toda la Temporada Ciclónica del 2022 tuvo un valor de 95.1.

Para valorar lo que esto representa, voy a presentarles una larga tabla con los valores de las 29 temporadas más activas conocidas, según el índice ACE.

Nótese que la Temporada Ciclónica del pasado año 2021 alcanzó un muy modesto lugar No. 29. La lista no llega al 95.1 de la Temporada Ciclónica del 2022, pero según los criterios de clasificación por el Índice ACE, la del 2022 fue una Temporada ciclónica Cercana a lo Normal.

Esto también nos dice que, aunque una temporada sea Normal o Poco Activa, en ella pueden surgir huracanes de Gran intensidad, del tipo IAN y FIONA, capaces de ocasionar grandes daños y un gran peligro para la vida.

Ello puede ejemplificarse de la manera siguiente. La Temporada ciclónica de 2022 ocasionó la muerte a 330 personas en toda el área atlántica, así como pérdidas materiales estimadas en USD $53 190 millones. Ahora bien, sólo contando a los huracanes de Gran Intensidad ya mencionados, IAN y FIONA, ellos dos ocasionaron 203 muertes y pérdidas económicas valoradas en USD $52 880 millones; o sea, el 61.5 % de las muertes y el 99.4 % de los daños económicos.

Y hay otro aspecto que es bueno recordar: las lluvias no están relacionadas con la intensidad del sistema ciclónico tropical; sin embargo, es uno de los elementos que mayor riesgo de desastres puede traer, tanto en lo que respecta a la vida humana como a los daños materiales.

La moraleja de todo esto es que, ante una Temporada Ciclónica, sean los pronósticos de una temporada Poco Activa, Normal o Muy Activa, siempre hay que estar preparados.  Es que realmente nadie sabe con tanta antelación (meses) por donde va a cruzar un ciclón tropical, con qué intensidad vendrá, si será lluvioso o no, y cuánto tiempo durará su azote. Elementos esenciales que supondrán el impacto real.