Festival en Paisajes Urbanos, fiesta del mundo en Cuba

El XXI Festival Internacional de Danza en Paisajes Urbanos “Habana Vieja, ciudad en movimiento”, programado del 6 al 10 de abril en La Habana, sugiere de la mano de sus organizadores mil ideas que puede aprovechar en una grata estancia en esta ciudad caribeña por esos días colmada de visitantes de unas 20 naciones como Argentina, Colombia, Chile, Ecuador, México, Estados Unidos, España, Francia y Japón, quienes compartirán pasos, arte y alegrías con grupos danzarios de las provincias cubanas La Habana, Camagüey, Granma, Guantánamo, Matanzas, Pinar del Río y Villa Clara.
“Este encuentro dignifica la ciudad a partir de la danza” definió la directora del evento, Isabel Bustos, acreedora en el 2012 del Premio Nacional de Danza, directora y fundadora desde 1987 de la compañía Danza Teatro Retazos.
Por esos días el centro histórico de La Habana Vieja, reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, convertirá a turistas, vecinos de la muy poblada añeja ciudad en espectadores andantes de las más diversas y genuinas expresiones del baile y sus múltiples expresiones que invadirán los más increíbles rincones de esta hermosa ciudad, orgullo de los cubanos.
La Habana Vieja está reconocida como la más antigua de la ciudad, famosa por sus plazas, castillos y fortalezas que alguna vez protegieron a la ciudad de ataques de piratas y corsarios, junto a monumentos, iglesias y edificaciones que dan testimonio de su dorada época colonial.
Entre sus sitios imperdibles, destacan sus cuatro plazas principales: Plaza de la Catedral, Plaza de Armas, Plaza Vieja y Plaza de San Francisco, junto a la estrecha calle peatonal Obispo, recorrido que a través de sus nueve cuadras, pasa por galerías de arte, tiendas y bares.
Aquí en esta zona el visitante podrá visitar y degustar licores y buena comida en los famosos restaurantes La Bodeguita del Medio y El Floridita que deben en parte su celebridad por ser los sitios predilectos del premio Nobel de Literatura (1954) Ernest Hemingway.
Ambos son parte orgánica de la emblemática Habana Vieja donde el gran intelectual norteamericano era un asiduo visitante de esos lugares durante las décadas de los años 40 y 50 del siglo pasado, época en la que vivió en Cuba, y desde entonces cobra vida y fama su frase de: “My mojito in La Bodeguita, My daiquiri in El Floridita”
La Bodeguita del Medio, típico restaurante de comida criolla –puerco asado, congrí, frijoles negros, yuca con mojo, tostones, chicharrones…– está situado en la adoquinada calle Empedrado 307, entre Cuba y San Ignacio, en la Habana Vieja, y es considerado uno de los lugares turísticos más visitados y de mayor gloria de Cuba. Aquí encontrará un ambiente de los años 50, taburetes, mesas rústicas y paredes marcadas con la firma y frases de todo el que por allí ha pasado, junto a fotos de los más ilustres personajes que a la Bodeguita fueron a probar su sazón y sobre todo a deleitarse con un Mojito.
Ese lugar atesora muestras de las visitas de personajes como Gabriela Mistral, Agustín Lara, Pablo Neruda, Nicolás Guillén, Errol Flynn, Salvador Allende, Carlos Mastronardi… Sitio que por su buen gusto en la comida y en el trago Mojito ha sido replicado en Argentina, Costa Rica, Bolivia, Francia, México, Colombia, Venezuela, Alemania, y Reino Unido.
Pero por igual rumbo de fama y de buenos buscadores está el Daiquirí, bebida predilecta del autor de El Viejo y el mar, y que podrá deleitar en El Floridita. Casi 200 años de historia prestigian a este clásico recinto perteneciente a la empresa Empresa Extrahotelera Palmares que conserva todo su esplendor y exquisitez, respetando su decoración al estilo Regency, que estrenara en los años 50. En 1953, la Revista “Esquire” lo reconoció como uno de los 7 bares más famosos del mundo y en 1992 se le concede el Premio Best of the Best Five Star Diamond Award de la Academia Norteamericana de Ciencias Gastronómicas como el Rey del Daiquirí y Restaurante especializado en pescados y mariscos más representativo.
El Floridita atesora anécdotas de la actual y antigua Habana, de sus más selectos visitantes de la cultura, la política, el arte y la vida social que han disfrutado de su excelente coctelería y la exquisitez de sus elaboraciones por maestros de la culinaria expertos en la cocina internacional y cubana. Entre ellos están Imanol Arias, Jean Michel Jarré, Pierre, Matt Dillon, Turner, Fonda, Pierce Brosnan, Naomi Campell, Compay Segundo, Fernando Campoamor, Ana Belén y Víctor Manuel y Paco Rabanne.
La Habana Vieja, en medio de danza, bailes, música y buena comida, lo deslumbrará con otros muchos lugares, como la llamada Plaza de la Catedral, recinto que lo transportará más de cinco siglos atrás, con su entorno de calles de adoquines y vetustas edificaciones estilo barroco, pertenecientes a la rancia nobleza habanera colonial, como el Palacio del Marqués de Arcos, que es hoy uno de los mejores ejemplos de arquitectura española colonial existente en Cuba.
También está en este entorno lo que fue la mansión de los condes de Casa Bayona, reconstruida en 1720 por el gobernador de Cuba don Luis Chacón, quien casó a su hija con el primer conde de Casa Bayona. Hoy en ese recinto está el Museo de Arte Colonial desde 1969, un pequeño y delicado espacio que exhibe mobiliario, esculturas, porcelanas, flores ornamentales, juegos de comedor, vajillas y pinturas de la época colonial.
El recorrido por este lugar, colmado de las más variadas expresiones culturales, más danza y bailes, con ventas de artesanías y de obras de los más gustados y afamados artistas plásticos de La Habana, puede incluir la mansión del Marqués de Aguas Claras y donde hoy está el restaurante "El Patio", un excelente lugar donde la variedad y buen servicio están garantizados.
La exquisitez de la arquitectura, muchas rescatadas, otras en proceso de retoques y realces, otras en una espera de lucidez mayor, prevalece por doquier en esta Habana, donde se mezclan nuevos y viejos sueños.
Muchas de estas edificaciones son hoy museo, como el majestuoso edificio que albergó por décadas al Palacio Presidencial, Museo de la Revolución desde 1974 con 30 salas donde se muestran documentos y objetos sobre los sucesos históricos más importantes ocurridos en Cuba. Valiosa joya arquitectónica construida a principios del siglo XX, es representativo del estilo ecléctico de la época, combinando elementos de la arquitectura alemana, española y francesa, con espacios interiores art nouveau, diseñados por el famoso estudio neoyorkino Tiffany.
El festival de danza alegría de todas las latitudes invadirá también el conocido Malecón habanero, lugar de encuentro de manera cotidiana y ahora con sobradas razones de músicos, artesanos y gente de todas las edades, que transitan mayoritariamente al atardecer, disfrutando del frescor del mar y las bellas arquitecturas circundantes.
El paseo con una extensión de ocho kilómetros, comienza en Paseo del Prado y finaliza en la desembocadura del río Almendares, pasando en su recorrido por diversas edificaciones históricas, castillos y monumentos.
Otra muy buena recomendación durante su recorrido por La Habana Vieja, aunque más pegadito a lo que los cubanos conocen como Centro Habana está El Capitolio, majestuoso edificio erigido en 1929 el cual ha tenido diferentes usos, como la sede de la Academia de Ciencias de Cuba y ahora acogerá a la Asamblea Nacional (Parlamento) cubana.
Su gran escalinata de acceso, el pórtico de columnas jónicas y la cúpula de 92 metros de altura lo convierten en el punto más visible desde diversos puntos de la ciudad.
El XXI Festival en Paisajes Urbanos, fiesta del mundo en Cuba es un buen pretexto para conocer a esta Habana, la más coqueta de las ciudades, ahora más por estos días que se sabe asediada, mimada y muy buscada, porque como muchos dicen por ahí, Cuba está de moda y La Habana está de seductora….