Majestuoso Capitolio de La Habana reabre sus puertas

Visitantes, turistas, transeúntes y habitantes de la capital cubana podrán visitar el majestuoso Capitolio de La Habana, mediante visitas guiadas gratuitas durante todo el mes de marzo.

Inmerso en una restauración general y prevista su apertura total en coincidencia con el medio milenio de la ciudad en 2019, su edificio más imponente reabre de manera parcial sus puertas con recorridos por algunos de sus principales salones ya restaurados.

Especialistas de la Oficina del Historiador de la Ciudad, gestores de la obra preservada, diseñaron las visitas cinco días a la semana, de martes a sábado, con la misma cantidad de horarios en la mañana y la tarde para 15 personas.

Los domingos se podrá acceder solo en el horario matutino.

Ubicado en el centro de la ciudad, entre las calles Prado, Dragones, Industria y San José, en las inmediaciones del Parque central, exhibe su fachada de columnas neoclásicas donde se emplazan dos grupos escultóricos elaborados en bronce por el artista italiano Angelo Zanelli: La Virtud Tutelar del Pueblo y El Trabajo, ambas de 6,50 metros de altura.

En el interior, se pude disfrutar de la arquitectura del pórtico central y su cúpula, considerada en los años de apertura como la quinta más grande del orbe.

El público podrá reencontrarse en ese salón central con la estatua de La República, situada bajo el domo, obra  del artista italiano Angelo Zanelli.

Elaborada en bronce, con 15 metros de altura y 30 toneladas de peso, fue también en su momento la segunda más grande bajo techo en el mundo.

A un lateral, se encuentra  el nudo de articulación del gran Salón de los Pasos Perdidos, adonde los visitantes podrán llegar y hacer sus fotos.

Considerado por especialistas el más  monumental de los espacios existentes en los edificios públicos del país, este salón  con casi 50 metros de largo, 14,5 de ancho y casi 20 metros de puntal constituye el vínculo con los cuerpos laterales del edificio.

En esta etapa se podrá apreciar además en la cripta un espacio dedicado al mabí desconocido, homenaje del pueblo cubano a quienes participaron en las luchas por la independencia en la segunda mitad del siglo XIX. Allí cuelgan además las banderas de todas las naciones del continente americano, así como la partitura del himno de Bayamo y el escudo de armas de la nación.