Cuando se comenzó a fomentar en Cuba un turismo diferente

Redacción Exce…
21 November 2019 8:42am
Cuando se comenzó a fomentar en Cuba un turismo diferente

El 20 de noviembre fue la fecha escogida para celebrar el Día del Turismo Cubano, por ser ese día pero de 1959 cuando se creó el Instituto Nacional de la Industria Turística (INIT) para “fomentar un turismo revolucionario, sustentado en los mejores valores del ser humano, en las tradiciones de la Nación y su pueblo, así como también en los extraordinarios recursos naturales existentes en el país”,  según consta en su razón de fundación.

Esta fue una de las primeras medidas de cambios radicales que iniciaba la Revolución en su primer año y por su importancia fue el propio Comandante en Jefe Fidel Castro quien encabezó la nueva institución que  tendría que cambiar radicalmente la concepción de la gestión turística y ponerla a tono con la nueva realidad del país, tarea nada fácil para el proyecto social cubano en su primer año.

Quizás la mejor imagen  de la perspectiva de la industria turística  que heredó el nuevo poder lo refleja la antológica escena del filme El Padrino, en la cual aparecen  los capos  de las familias mafiosas estadounidenses reunidos  el fin de año de 1958 en un lujoso hotel de La Habana y en alegre convite, se reparten trozos de un gran pastel que representa a Cuba cercenada por los intereses del juego ilícito, la prostitución y las drogas.

Asociada a esa sórdida alianza se proyectó una ofensiva de especulación inmobiliaria que además de adquirir las playas y terrenos donde erigir complejos hoteleros, casinos y edificaciones de diversos tipos, concebía extenderse inclusive al centro histórico de la capital.

Una muestra de lo que sería esa perspectiva por desgracia, ya se había concretado en los últimos años de la década de 1950 con la destrucción del Convento de Santo Domingo, edificación que era sede de la antigua  Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo de La Habana, que se echó abajo para construir un cuadrado edificio de hormigón  que albergaría en su azotea una “terminal de helicópteros”, lo cual nunca se concretó. 

Eran los planes que le deparaba a la Mayor de las Antillas el desarrollo de una superestructura turística a costa del patrimonio arquitectónico y el entorno natural para hacer completa su total subordinación al gran vecino del Norte.

Pero aquellos sueños de levantar un imperio de la mafia quedarían truncos con los cambios radicales  a favor del pueblo.

“Conozca a Cuba primero y al extranjero después” fue uno de los primeros temas del recién creado INIT, y estaba dirigido al pueblo que por primera vez podía acceder a instalaciones y a bellezas naturales.

En esa etapa que comenzó a vivir la Isla,  se erradicó el juego y la prostitución  organizada como un gran negocio y se abrieron las puertas a los visitantes extranjeros que venían a la Isla a conocer muchas veces la nueva realidad social, más que al tradicional disfrute turístico.

Aunque la política agresiva y de bloqueo de EE.UU que no tardó en romper relaciones con Cuba, acabó con gran parte del turismo al afectar también con su propaganda de mentiras e intentos de aislamiento a la nación antillana.

No obstante, en medio de las dificultades el país no renunció a desarrollar la llamada industria sin chimeneas y se construyeron hoteles y nuevas instalaciones y en 1994 fue fundado el Ministerio de Turismo.

Después de la desaparición de la URSS y del Campo Socialista en 1990-1991 Cuba perdió más del 60 por ciento de sus mercados y una relación  económica y de intercambio regida por principios dentro de la comunidad socialista. Por su parte Estados Unidos consideró que había llegado el momento de derrotar la Revolución y arreció el bloqueo.

Esa política, después de un corto cambio durante la anterior administración estadounidense, se renueva en la actualidad con un incremento de las medidas de bloqueo económico, comercial y financiero junto con la aplicación en todo su alcance del título III y IV de la Helms Burton dirigida a castigar  a países y empresas que comercien o brinden servicios a Cuba.

A pesar de esa política agresiva, el turismo se convirtió en un eje estratégico para la sobrevivencia y  desarrollo del país y nuevos mercados y socios comerciales de  cadenas hoteleras,  principalmente españolas y de la Comunidad Europea, apostaron por la Isla e invierten en un acelerado programa inversionista de mutuo beneficio.

De ese épico comienzo en casi 30 años  la industria turística garantiza al país una de las entradas de divisas  más estables y de mayor crecimiento con  un fondo habitacional de poco más de 70 mil habitaciones  y que agrupa a un sector de alrededor de 100 mil trabajadores.

Son resultados históricos y de logros económicos que poco se podían vislumbrar  en el futuro de  la Mayor de Las Antillas, en aquel lejano 20 de noviembre de1959, hace sesenta años  cuando todo comenzaba con la creación del INIT.

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