Jardines del Rey: El futuro verde del turismo en Cuba

En el corazón de Jardines del Rey, una joya natural cubana, se gesta un ambicioso proyecto que promete transformar la manera en que interactuamos con el entorno. Bajo el nombre de Turismo Sostenible, esta iniciativa internacional financiada por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial traza un horizonte de esperanza para el periodo 2023-2029. Su objetivo es claro: incentivar acciones que conserven la biodiversidad y enfrenten los desafíos impuestos por un clima cambiante, mientras se abren nuevas oportunidades para el desarrollo local.
El proyecto reúne a dos actores clave: el sector científico y el turístico. En este último destacan nombres como Iberostar Daiquirí, Starfish Cayo Guillermo, Vigía, Tryp Cayo Coco, Sol Cayo Coco, Meliá Cayo Coco, Meliá Costa Rey y Mojito.
Estas instalaciones hoteleras no solo son protagonistas de la industria turística, sino también aliados estratégicos en la búsqueda de soluciones sostenibles. Juntos trabajan para fortalecer el marco institucional, tanto normativo como económico-financiero, necesario para garantizar prácticas responsables. Además, buscan integrar la conservación de la biodiversidad en su gestión diaria e implementar tecnologías innovadoras que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.
La gestión del conocimiento emerge como un pilar fundamental de esta iniciativa. Se trata de un proceso que busca generar cambios profundos en las operaciones turísticas, promoviendo productos y servicios alineados con principios de sostenibilidad. Este enfoque aspira a convertirse en un nuevo paradigma para la industria en el país, marcando un antes y un después en cómo se concibe el turismo en espacios naturales sensibles.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) lidera la implementación del proyecto en colaboración con el Ministerio del Turismo, considerado el principal beneficiario. Desde su diseño, la iniciativa adopta mecanismos de salvaguardas ambientales y sociales que aseguran actuaciones sostenibles y responsables. También incorpora la perspectiva de género e interseccionalidad, reconociendo la importancia de abordar las desigualdades estructurales en cualquier esfuerzo de desarrollo.
Promover un turismo sostenible en una zona costera tan vulnerable como la de una isla exige ir más allá de las buenas intenciones. Implica aumentar la capacidad de resiliencia ante los embates del cambio climático, un reto que demanda medidas concretas de adaptación y mitigación. Estas acciones buscan disminuir las vulnerabilidades del litoral, protegiendo tanto los ecosistemas naturales como las infraestructuras construidas para actividades turísticas. En última instancia, se trata de preservar un equilibrio frágil pero vital para el futuro de la región.
Mientras avanza este proyecto, Jardines del Rey se posiciona como un laboratorio vivo donde convergen ciencia, turismo y compromiso ambiental. Es un ejemplo tangible de cómo la cooperación internacional puede dar lugar a soluciones locales que tienen el potencial de inspirar al mundo. En un contexto global marcado por crisis climáticas y desafíos ambientales, esta iniciativa demuestra que es posible imaginar un futuro donde el desarrollo humano y la conservación de la naturaleza caminen de la mano.