Villa Don Lino: Paraíso íntimo en Cuba que enamora

En la costa nororiental de Cuba, donde el mar Caribe acaricia la arena, se alza Villa Don Lino, un rincón que los holguineros llaman "la pequeña gran playa". Este hotel, bajo la dirección de Giselle Córdova Rivas, combina naturaleza, intimidad y un servicio personalizado que atrae tanto a familias como a viajeros en busca de tranquilidad.
Con una larga experiencia en el sector turístico, Córdova Rivas ha impulsado mejoras en la gastronomía, la recreación y la hotelería. El establecimiento, que opera bajo el sistema todo incluido, mantiene precios accesibles sin sacrificar calidad. Perteneciente a la cadena Isla Azul, el hotel se ubica en Rafael Freyre y apuesta por captar visitantes de Santiago de Cuba, Guantánamo y el propio Holguín, informa la Agencia Cubana de Noticias.
Villa Don Lino dispone de 160 habitaciones, 44 de ellas estándar. Su gerente enfatiza el compromiso con la satisfacción del cliente, reflejado en servicios como el buffet, el bar de snacks y el lobby bar, todos con estándares de tres estrellas.

El lugar, tradicionalmente familiar, ahora busca seducir al público joven con una animación renovada. Presentaciones musicales, celebraciones de cumpleaños y actividades acuáticas forman parte de la oferta. Para los niños, hay payasos, juegos en la piscina y hasta una minidisco nocturna.
Uno de los pilares del éxito del hotel es su equipo, mayormente femenino, que ha logrado fidelizar a una clientela recurrente. Los canadienses, en particular, ven el lugar como su "hogar lejos de casa" y regresan año tras año.
Córdova Rivas afirma que la mayor recompensa es ganarse la preferencia de huéspedes nacionales y extranjeros. Con 42 años de historia, Villa Don Lino, bajo la marca Solarena, promociona paquetes que incluyen estadías para dos adultos con un menor gratis, además de pasadías y cenas frente al mar.