Cenotes en Isla de la Juventud atraen al turismo ecológico
Los cenotes de la Isla de la Juventud, testigos mudos del pasado geológico, están emergiendo como un destacado destino para el turismo ecológico y un objeto de estudio científico. Estas formaciones subterráneas acuáticas se han incluido en la lista de sitios patrimoniales naturales, pero su ubicación en el Área Protegida de Recursos Manejados Sur de la Isla de la Juventud, alejada de la actividad humana, ha limitado su acceso y estudio.
Guiados por los experimentados guardabosques del Circuito Sur, la Agencia Cubana de Noticias ha llegado a dos de los cuatro cenotes conocidos hasta el momento. Estas cavernas sumergidas, que se supone tienen una gran profundidad debido a la oscuridad de sus aguas, han sido testigos de siglos de deposiciones vegetales procedentes de los bosques circundantes.
La formación de un cenote, conocido como "tz'onot" por los mayas, es el resultado de la erosión de las rocas de carbonato de calcio por la acción de la lluvia, dejando una oquedad en el suelo. Estas formaciones subterráneas también albergan una rica biodiversidad, con especies endémicas como la biajaca y la tortuga cubana, así como el cocodrilo cubano en peligro de extinción.
Los numerosos alevines que habitan estos cuerpos de agua son indicativos de la vitalidad de este ecosistema, que ofrece oportunidades para la investigación y la conservación del patrimonio natural de la región. Los cenotes de la Isla de la Juventud se perfilan como un destino emocionante para los amantes de la naturaleza y los investigadores ávidos de descubrir los secretos de este tesoro subterráneo.
