Crucero del sol: travesía a Cayo Blanco

La mundialmente famosa playa de Varadero, no es solo la línea de arenas y mar que se extiende a todo lo largo de la Península de Hicacos, al norte de la provincia de Matanzas, sino que también es la suma de un grupo de islotes, que afloran en el mar interior de la bahía de Cárdenas, orlados de playazos, pequeños, íntimos y de una prístina naturaleza, donde encuentran refugio aves marinas, peces, crustáceos y una vegetación propia de los ecosistemas del manglar.

Cayo Blanco es el mayor de estos islotes y el destino principal de las excursiones marineras que parten cada día desde cualquiera de las tres dársenas con que cuenta Varadero para la práctica de los deportes náuticos.

En la travesía en catamarán, por las cristalinas aguas tropicales desde Varadero hasta Cayo Blanco, se realiza una escala intermedia para practicar el buceo con snorkel en la barrera de coral; y en los pecios hundidos en la bahía, colonizados por una abundante variedad de vida marina.

Otra escala del viaje es en el Delfinario de Cayo Macho, construido en medio del mar abierto, donde los visitantes tienen la oportunidad bañarse con los delfines y disfrutar del espectáculo organizado por sus entrenadores. La travesía sigue con mucha música, barra libre, animación y juegos de participación, hasta la llegada al cayo.

Cayo Blanco, el destino final, ofrece la libertad de perderse, por playas y ensenadas, entregarse al sol y vivir a plenitud, un encuentro cercano con la naturaleza más intima de Varadero.

Fotos: Rolando Pujol