José Rafa Malém: Seguir siempre adelante

José Rafa Malém conversó con nuestro Grupo en el marco del X Seminario Gastronómico Internacional Excelencias Gourmet, que se celebra hasta el próximo 13 de octubre en el cabaret Tropicana, de la capital. El Presidente de Honor de la Asociación de Cantineros de Cuba compartió en la jornada inaugural sus saberes, importante para el legado de su profesión.
—¿Qué se siente ser presidente de honor en una Asociación centenaria?
—Es el reconocimiento al esfuerzo y el trabajo de muchos años. Yo no lo pedí, pero la junta lo decidió y estoy muy contento con eso, como soy también miembro del salón de la fama de la Asociación Mundial de Cantineros (IBA, por sus siglas en inglés), son cosas que no me las regalaron pero vivo orgulloso de que mi trabajo haya sido reconocido.
—¿Cómo ha ayudado la existencia de la Asociación de Cantineros de Cuba al desarrollo de la gastronomía cubana?
—Cuando la Asociación de Cantineros se fundó, antiguamente como Club de Cantineros, no era solo una unión de cantineros, había camareros y cocineros. Luego se independizaron los otros, pero la cantina es parte del patrimonio cultural de Cuba.
—¿Qué eventos han sido para usted los más especiales en la Asociación durante estos años?
—El año 2018 fue el año de oro, estando yo como presidente, porque terminamos nuestro local social, fue cuando vino Rafael Ansón (presidente de las Academias Iberoamericana y Española de Gastronomía) a Cuba y nos dio el premio como Capital Iberoamericana de Coctelería y a nosotros como Asociación, fue cuando gané el Panamericano como Presidente, y se hizo el mejor panamericano de toda la historia que abrió las puertas al mundial del año pasado.
—La Asociación, ¿cómo se prepara para el centenario?
—Hay buen ánimo, se está preparando un contenido de trabajo y habrá competencias, se develará una tarja en Prado donde estuvo el antiguo Club, con el apoyo de la IBA apoyará y el Mintur, y también el trabajo de Excelencias que siempre ha estado al lado de nosotros. Excelencias ha puesto el lienzo para adornar todo lo bonito de la gastronomía cubana.
—¿Cómo usted ve el futuro de la profesión?
—Muchas personas quieren entrar en la escuela de cantina. Los muchachos se prenden cuando empiezan a competir, y muchos son los que se quedan llevando eso en el corazón. Si en realidad no lo sientes no vas a triunfar mucho. Y estoy orgulloso de ver cuántas mujeres se han incorporado a la cantina cubana, un logro que al inicio de la Revolución no teníamos. Incluso mi hija fue la primera reina del Daiquirí. Nuestro sello era un hombre batiendo, y decidimos poner una coctelera, hay mujeres estelarísimas en nuestro país.
Lo que necesitamos es que se pueda emprender y contar con más productos para continuar trabajando sin tanta presión que nos ha golpeado durante tantos años.
—¿Qué espera de la Asociación en lo adelante?
—Las bases de la Asociación están sentadas y hay que seguir hacia adelante con trabajo mucho. Eso es lo que espero.