Los sueños de Fidel Castro

Por Enrique Milanés León
Por si fuera poca la jerarquía que tiene en su campo, y en sus vegas, el Habano de la marca Cohiba puede ser considerado algo así como un personaje central en la historia de Cuba, desde los días precolombinos hasta el fumador del siglo XXI, «torciendo» en el camino millones de hojas aromáticas y de asépticas cuartillas donde describir semejante arraigo.
No es descabellado afirmar que muchas decisiones trascendentales para el país fueron tomadas con un Cohiba en los labios, sobre todo considerando que bajo el humo de esa cavilación estuvo, por muchos años, un cubano llamado… Fidel Castro. Fidel, en La Habana, con un Habano, nutre aún parte importante de la iconografía de la Isla.
A mitad de los años 80 Fidel dejó de fumar. La renuncia guarda, sin embargo, matices interesantes. Se cuenta que en un Cigar Dinner en Tropicana, por los 30 años de la marca Cohiba, Fidel confesó a los asistentes que había dejado de fumar, pero no de soñar con un buen Habano. Es fácil imaginar qué anilla tenían sus sueños.










Fotos: Tomadas del sitio Fidel soldado de las ideas