El primer periódico oficial de La Habana y de Cuba

Fue el Papel Periódico de la Havana el primer rotativo de circulación oficial en la Isla. Apareció un 24 de octubre de 1790 en la capital de Cuba y con él comenzó el desarrollo de la prensa en el archipiélago.

Cuentan los historiadores que este diario, de 22 x 15 centímetros, publicó inicialmente textos costumbristas firmados de manera anónima, pero tras los cuales estaban algunos de lo más prominentes intelectuales de la época, como Manuel de Zequeira y Arango, José Agustín Caballero y Francisco de Arango y Parreño. Solía editarse en la imprenta de la Capitanía General y salía los domingos.

Su primer número no publicó precisamente artículos periodísticos. Fue más bien un texto tipo prospecto cuyas líneas explicaban la importancia social de un papel periódico, su misión y objetivos. Allí se anunciaron los temas que trataría la publicación: economía, agricultura, comercio, ciencia, literatura y arte. Contendría además, una sección para anuncios de ventas y compras, una dedicada a denunciar pérdidas y hallazgos, entre otros espacios de utilidad social.

En su primer año de vida, fueron 10 números, cifra que se incrementó con el tiempo, pues a partir de 1791 comenzó a salir también los jueves.

Repensar las costumbres de entonces y corregir los malos hábitos de la sociedad fue uno de los objetivos primeros por los cuales fue fundado este periódico. Otros, apuntan hacia la idea de reflejar en sus páginas los anhelos de la sociedad criolla de entonces, deseosa de convertirse en algo más. Y fueron las páginas de este diario el espacio ideal para pensar y mostrar el proceso de nacionalidad que ya había comenzado a experimentarse en la Isla.

Pero con el tiempo, el diario tomaría otros aires. Aquí no solo se habló de costumbres de la época. Paulatinamente, el Papel Periódico de La Havana sería la voz de las novedades sociales, económicas, políticas, científicas y religiosas de la época. Legendarias son las páginas dedicadas a la esclavitud y el mercado o cuando se habló por primera vez de las vacunas. No obstante, la preferencia eran los temas económicos y culturales.  

Ciertamente, el Papel Periódico de la Havana, fue el primero de circulación oficial en la Isla, pero no el primero en hacerse. Algunos historiadores aseveran que hubo uno antes llamado El Pensador, de 1764, pero del cual no existen pruebas documentales.

Otro diario como La Gazeta de La Habana –cuyos ejemplares sí se conservan en la actualidad- salió entre 1782 y 1783, pero su alcance y persistencia en el tiempo fue limitada, por lo que se considera que el Papel Periódico de la Havana fue el primero de su tipo en circular oficialmente en la Isla.

El rotativo tuvo varios momentos. Una primera etapa bajo la conducción de Diego de la Barrera y una segunda, bajo el amparo de la Sociedad Económica de Amigos del país de La Habana, durante la cual estuvo dirigido por un cuerpo de redactores e intelectuales reconocidos en la sociedad criolla.

El diario no solo tuvo un impacto social por las ideas que mostraba, el talento de sus redactores o la gracia de sus artículos periodísticos. Con los fondos de las suscripciones, se logró crear la primera biblioteca pública de La Habana.

Tuvo más de un nombre después de 1805. Se llamó El Aviso, Diario de La Habana, Diario del Gobierno de La Habana, Diario Constitucional de La Habana y finalmente en 1848 se le quedó el nombre de La Gaceta de La Habana, convirtiéndose en el periódico oficial del Gobierno.