Lázaro Bruzón, pieza clave para la Olimpiada Mundial de Ajedrez

La presente temporada apenas comienza y, aunque distante todavía, la mira de los principales ajedrecistas cubanos se centra fundamentalmente en la Olimpiada Mundial de la disciplina, a efectuarse del 17 al 30 de septiembre próximo en Bakú, Azerbaiyán, evento cumbre que les exigirá una gran preparación en pos de obtener un buen rendimiento.

   De ahí, que Lázaro Bruzón, una de las principales figuras del patio, se encuentre inmerso desde finales del año precedente en varios certámenes internacionales, como el Campeonato Iberoamericano de Ajedrez de Bilbao, España, y el Torneo Internacional Carlos Torre Repetto, de México, en los cuales se proclamó campeón, por segunda vez en el primero, y por tercera ocasión consecutiva en el segundo.

   En ambos eventos, Bruzón plasmó su sello de calidad al culminar invicto, con balance de seis triunfos y tres tablas en la urbe española, resultado que le aportó 9.20 puntos a su coeficiente Elo, mientras que en la cita mexicana logró cinco sonrisas y cuatro divisiones, con lo cual sumó 7.10 unidades, que le valieron para cerrar el 2015 con una puntuación de 2 mil 666 de Elo. 

   Aunque elevar su coeficiente Elo, en estos momentos para el jugador de 33 años de edad no es algo que le quite el sueño, tal y como dijera en una entrevista concedida a la revista Excelencias, lo cierto es que parece haber reencontrado su ritmo y estabilidad en su juego, como antaño, cuando conquistó el cetro en el campeonato del orbe juvenil de Ereván, Armenia, en el año 2000, y su nombre comenzó a sonar con fuerzas en el mundillo del ajedrez.

   La presente temporada tampoco permanece ajena a sus excelentes resultados, cuyo bregar inició a finales de enero en el Abierto de Gibraltar, donde solo cedió en una partida ante el francés Maxime Vachier-Lagrave, a la postre campeón del certamen, además de ganar seis match y emparejar cuatro, válidos para ocupar el escaño 14 entre más de 250 competidores, que le permitió acopiar 5.9 unidades a su ranking.

   Su rendimiento de juego en dicho torneo, concluido recientemente, resultó de 2 mil 703 unidades Elo, muestra de la calidad que tuvieron sus partidas ante reconocidos ajedrecistas, como el propio Maxime (2 785) y el indio Pendyala Harikrishna (2 755), ambos con mayor coeficiente Elo que el suyo.

   Una vez en casa, luego de recorrer más de siete mil kilómetros desde Gibraltar, el camino de Bruzón tomó un matiz diferente, tras caer ante Yusnel Bacallao en la ronda decisiva del Campeonato Nacional, con sede en Matanzas, aunque para nada este traspiés enciende las alarmas, pues es conocido que en match de 20 minutos cualquiera se puede alzar con la victoria y más aún Bacallao que, además de ser uno de los ajedrecistas de nivel en la Isla, se le dan bien este tipo de partidas.

   Pese al revés, las aspiraciones de Bruzón permanecen centradas en la Olimpiada Mundial, en pos de rendir una buena actuación, como en la edición precedente de Tromso 2014 (Noruega), en la cual estuvo a punto de incluirse entre los medallistas de los defensores del segundo tablero, además de contribuir a que su selección reeditara la mejor ubicación histórica en ese tipo de certámenes, un noveno lugar conseguido por Cuba también en  Novi Sad, entonces Yugoslavia (1990), y en Calviá, España (2004).