Nuestra iglesia de la Caridad del Cobre
Se trata de uno de los sitios religiosos más venerados por los cubanos: la Iglesia de la Virgen de la Caridad del Cobre (la Patrona de Cuba), que cada día es visitada por más de 500 personas.
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El Santuario se ubica en lo más alto del Cerro de Maboa, a 27 kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba, y posee tres naves rematadas por torres donde se enseñorean campanarios en un nivel más bajo, con una fachada principal simétrica y su estructura central concluye en una cúpula.
Inaugurada el 8 de septiembre de 1927, la santa sede posee una escalinata que tiene tres grupos de escalones, flanqueados por una muralla baja con faroles que de noche permanecen encendidos.
La iglesia está decorada en tonos ocre y blanco. En ella permanece guardada la virgen, que se alza en un altar móvil que puede verse desde todos los rincones de la nave principal.
Justamente bajo el Camarín de la Virgen está la denominada Capilla de los Milagros, un pequeño recinto donde los creyentes depositan disímiles ofrendas: joyas de oro y piedras preciosas, cadenas, vestuarios, medallas olímpicas, ropitas de bebé, muchos objetos comunes pero que entrañan una riqueza para los fieles.
La imagen de la Caridad del Cobre está vinculada a la historia de Cuba, pues acompañó en los campos de guerra a las tropas del Ejército Libertador, contra la metrópoli española.
Como muchas historias de religión, esta también parte de una leyenda. Según cuenta la historia, en 1612, dos hermanos indígenas y un muchacho negro de unos 10 años, conocidos en el imaginario como "los tres Juanes", fueron a buscar sal en la bahía de Nipe -en la costa norte del oriente de Cuba- y divisaron la imagen sobre el mar.
La recogieron y llevaron a la costa y descubrieron que traía la siguiente inscripción: Yo soy la Caridad. Rápidamente se inició la adoración a esta virgen salida de la mar, y con rudimentarios materiales se improvisó por los pobladores de esta región una ermita como templo.
Diversas ubicaciones ha tenido en los años de su existencia, desde la ermita de tabla de palma, la capilla del hospital, hasta una parroquia en el actual santuario, edificado en 1927.
La condición de Patrona de Cuba le llegó a principios del siglo XX, a solicitud de los propios veteranos de las Guerras de Independencia. Le fue concedida por el Papa Benedicto XV, en 1916 y se fijó el 8 de septiembre como día de su fiesta patronal.
En 1998, durante su visita a la Isla, el Papa Juan Pablo II, la coronó con todos los honores en la misa ofrecida en la Plaza Antonio Maceo de Santiago de Cuba.
