Universitarios estadounidenses exploran a Cuba

alina
03 April 2017 3:54pm
Universitarios estadounidenses exploran a Cuba

Las excursiones a Cuba de profesores y estudiantes universitarios de Estados Unidos para explorar el modo de vida de los cubanos arrojan un curioso interés por repetir, con efecto multiplicador entre quienes conocen su experiencia, según trasciende en los medios de prensa académicos.

Uno de los reportes más recientes apareció en BU Today, el sitio web de noticias e informaciones de la Universidad de Boston,bajo el titulo Cuban Culture Shapes a Spring Break Trip.

En su reseña, ilustrada por una veintena de fotos, el articulista Joel Brown subraya el efecto “transformador” que tuvo en los estudiantes  “el encuentro con La Habana, la atención médica gratuita, la escasez prevaleciente y sus sobresalientes centros culturales”.

El choque con la realidad cubana, los fuertes contrastes entre “lo que esperaban ver y lo que se encuentran”, dejan a muchos visitantes –según dicen- con un irrefrenable deseo de contar su sorprendente aventura en la que fuera “isla prohibida” durante más de medio siglo.

Tal vez uno de los primeros “culpables” de ese afán descubridor de los norteños sea el escritor y productor de televisión David Latt, ganador del premio Premio Emmy, quien después de visitar Cuba publicó un artículo titulado “12 razones por las que Ud. debe visitar ahora La Habana”.

Como los permisos de viajar a Cuba autorizados por Washington excluyen el simple deseo de hacer turismo y se encuadran en 12 categorías de “contactos pueblo a pueblo” –con el evidente fin de usarlos como medio de influencia- los visitantes se ven estimulados a confrontar ideas y suposiciones.

“En el pasado –relató David Latt- si uno quería visitar Cuba tenías que hacerlo en una excursión restricta o secretamente, pidiéndole al oficial de inmigración en el Aeropuerto Internacional José Martí en La Habana que no te sellara el pasaporte. Eso se acabó”.

Entonces –preguntó a los lectores de su Blog- “ahora, que puedes viajar a Cuba abiertamente: ¿qué estás esperando?”

La provocadora pregunta al parecer ha calado hondo en las universidades estadounidenses que igual aprovechan las vacaciones de invierno y las de verano, o los recesos de primavera, para dar el salto a la mayor de las Antillas.

El viaje primaveral de la Boston University (BU), por ejemplo, le serviría a Queentela Benjamin, una de las 13 estudiantes de Relaciones Internacionales que integró el grupo, para obtener puntos con un tema de clase llamado: Conociendo a Cuba: Historia, Cultura y Política”.

Después de encontrarse en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) con media docena de los 140 estudiantes estadounidenses que esperan graduarse aquí de médicos, sin pagar un centavo, y comparar los sistemas de Salud en Cuba y su país, Benjamin declaró al reportero de la BU que “la visita le ha abierto los ojos”.

Entre las sorpresas que uno puede encontrar hoy en Cuba, relata Brown, figura lo que llama la “Hollywoodificación” de La Habana.

Las cada vez más frecuentes visitas de estrellas estadounidenses del cine y la música, entre otras, permitió a los estudiantes de la Boston University -curiosos por conocer el Hotel Saratoga, donde se alojó Beyoncé-  encontrarse en el restaurante con la actriz Jamie Lee Curtis y terminar la noche sacándose fotos junto a ella, acompañándola a cantar el “Happy Birthday” a un amigo.

De una docena de elogiosos comentarios recibidos el primer día tras la publicación en BU Today del reportaje de Brown, por lo menos dos lectores: Dave Gagne y Skye Wentworth expresaron su deseo e intención de visitar Cuba muy pronto.

Algo semejante ocurrió con la primera excursión cultural semestral de la Howard University, con el tema “Spanish for the News Media”, integrada por un grupo de 18 estudiantes y profesores de los departamentos de Español y Periodismo, que visitó La Habana a finales de 2016.

Según el reportaje publicado por Jacinth Jones, durante una semana visitaron la Universidad de La Habana, donde intercambiaron con el profesor Max Barbosa; recorrieron sitios históricos como el Castillo del Morro, la Plaza de la Revolución y la Casa-Museo Hemingway, al tiempo que emplearon las horas de comidas y asueto para practicar el idioma en todo momento.

A juicio de la profesora senior Monesha Woods, “conocer a Cuba de primera mano fue una experiencia que abre los ojos” porque “me permitió alcanzar toda una nueva perspectiva de la manera de vivir de los cubanos, que en gran medida desafió mis conocimientos previos”.

A su vez, el profesor de matemáticas Adam Bailey, quien se había reunido con un grupo de estudiantes de Spelman y de la Universidad A&M de Florida, afirmó que Cuba surge como el sitio ideal para sumergirse en la Cultura y las oportunidades educacionales.

Mientras los 18 estudiantes de Howard que están de regreso de Cuba comentan su experiencias en la otrora isla prohibida, ya se adelantan los planes para el viaje de esta primavera, escribió Jones en las conclusiones de su reportaje.

Hace solo un par de semanas, Bob Blanton publicaba en la Gaston Gazette, los pormenores de un viaje ansiosamente preparado por un grupo de estudios del Gaston College, que finalmente optó por una excursión en el crucero Fathom, el único procedente de Estados Unidos autorizado a visitar los puertos de Santiago de Cuba, Cienfuegos y La Habana.

Blanton cuenta que, dada las restricciones impuestas por Washington, no pudieron promover el viaje a Cuba como una excursión turística.

“Una vez a bordo, reveló Blanton, mientras girábamos alrededor de la Isla, uno de nuestros inquisitivos pasajeros preguntó: ¿Cuál es la diferencia  entre un turista y un viajero? Rápidamente le respondí que los turistas “ven”, pero los viajeros “aprenden” mientras visitan nuevos destinos del mundo”.

En su entusiasta relato sobre el giro a Cuba a bordo del crucero Fathom, el cronista subrayó entre otras anécdotas el encuentro con una habanera, quien les garantizó que los cubanos nunca odiaron a los norteamericanos, sino que solo han tenido desacuerdos fundamentales con su gobierno.

A pesar de carecer de estadísticas sobre el número de universitarios que visitó el país en 2016 o en lo que va de año, salta a la vista su previsible efecto a largo plazo en uno de los segmentos de opinión cruciales para el crecimiento del trasiego turístico todavía pendiente entre Estados Unidos y Cuba.

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