Aventuras y diversión garantizadas en el Jeep Safari de Gaviota
Texto y fotos: Rolando Pujol
Uno de los productos turísticos más divertidos y esperados que se presentaron durante la III Bolsa Turística Destinos Gaviota fue el Jeep Safari organizado Transgaviota, la división de transporte de la empresa.
El itinerario abarca unos 100 kilómetros por una extensa área rural de las provincias de Villa Clara y Sancti Spíritus, teniendo como punto de partida el hotel Paradisus Los Cayos.
Tras dejar atrás el litoral, la caravana de vehículos todoterreno se adentra en la carretera que enlaza el Pueblo de Camajuaní, famoso por sus fiestas populares, hasta llegar al primer destino del recorrido, Rancho Querete, un área de naturaleza protegida donde los visitantes pueden recorrer varios senderos interpretativos, practicar la equitación y apreciar la flora y fauna autóctona de la zona, en especial el avistamiento de aves, muchas de ellas especies endémicas cubanas.
Jobo Rosado, con un agradable ambiente, es una estación de desarrollo forestal de la Empresa de Flora y Fauna, donde los visitantes pueden reponerse del viaje, degustar las frutas que se cultivan en el lugar y conocer de primera mano las tradiciones de los campesinos de la región central del país.
Para llegar al siguiente destino de la ruta hay que adentrarse por un camino sin asfaltar, superando hoyos y pantanales que obligan a los conductores a demostrar sus habilidades, siguiendo al líder de la caravana. Al final del camino aparece la Finca Soler, un emporio agrícola dedicado a la cría de cerdos, ganado vacuno y al cultivo de una amplia variedad de productos agrícolas. Es de interés para los visitantes el empleo de métodos de producción tradicionales con los que la finca alcanza un elevado rendimiento.
El chalet Los Alamos, con servicio de hospedaje, es la siguiente parada en el recorrido. Tranquilidad lejos del bullicio citadino, una excelente gastronomía, donde el cerdo asado es protagonista, proporciona una agradable estancia en este lugar, tras vencer el desafío de conducir por un camino agreste.
En la Finca de Oscar, un agricultor privado que abre las puertas de su hacienda en cada oportunidad que lo visitan los integrantes del Jeep Safari de Gaviota, concluye el itinerario, con una invitación para saltar al río que se alimenta de los manantiales cercanos y sacudirse el polvo del camino.