Cuba, el interferón y su historia

Prensa
21 April 2020 9:00pm

El Triunfo de la Revolución cubana en 1959 marcaba un hito en la historia del país y de su acontecer. Junto a la idea de crecer en sectores como la educación, la salud, la cultura y los deportes, se dejaba ver la importancia de crecer científicamente, como muestra clara de visión de futuro.

Con tal idea en mente, y ante el crecimiento que manifestaban las tecnologías modernas, Fidel Castro decide enfrentar el reto de producir un medicamento que, por aquel entonces (década del 80), se consideraba la esperanza principal para combatir al cáncer.

Mientras por el mundo ya circulaban informaciones sobre el interés médico en el Interferón como antitumoral, en Cuba solo había informaciones, nunca se había empleado en estudios, ni tampoco había un esfuerzo establecido para lograr obtenerlo. 

En su artículo Historia exitosa de una visión de futuro: la biotecnologia médica en Cuba, el doctor Manuel Limonta-Vidal asegura que la intención expresa de Fidel era establecer una dinámica de trabajo que, además de lograr la obtención de ese nuevo medicamento, se convirtiera en un nuevo paradigma para otros grupos de investigaciones en el país, en cuanto a intensidad y consagración al trabajo.

“Así fue como asumimos el reto de producir Interferón en 1981”.

El análisis y aplicación del Interferón leucocitario durante toda esta importante década del 80, muestra una cifra de estudios clínicos en Cuba, que abarcó más de 90 protocolos diferentes, publicados y /o presentados en congresos científicos internacionales.

Fue una etapa de trabajo cubano decisiva para definir las aplicaciones del producto en muchas enfermedades diferentes y evaluar su real importancia medicamentosa; y al respecto los resultados obtenidos (cifra antes mencionada) reflejan un nivel científico y un volumen de estudios con un nuevo producto en estudio, nunca antes alcanzado por ningún país en desarrollo.

Ningún otro país del primer mundo, donde por aquel entonces se trabajara con Interferón, hizo -en proporción al número de habitantes- una aplicación para estudios clínicos con el alcance del realizado en Cuba.

Así, la contribución cubana al conocimiento mundial de las aplicaciones del Interferón, constituían un hecho de gran trascendencia internacional, reconocido por investigadores y países de mayor desarrollo del Mundo en las aplicaciones de este producto.

El prestigio alcanzado fue un factor muy positivo para el intercambio con instituciones del máximo nivel internacional, y hasta hoy ha retroalimentado positivamente el trabajo científico, y ha permitido disponer de una documentación clínica amplia, registrar el producto en Cuba y otros países, establecer vínculos y relaciones comerciales desde una posición ventajosa, basada en una amplia casuística y resultados concretos, que nos ha propiciado su exportación.  (Tomado de Cubahora)

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