Eunice Foote, la Mujer que Primero Descubrió la Causa del Cambio Climático

Ahora tengo un poco más de tiempo para leer y lo hago, sobre todo y como es natural, sobre los temas que más me interesan. En esta semana, llamó mi atención un interesante artículo aparecido en la sección de Ciencia y Tecnología del boletín The Conversation, que contó con la contribución de Neil Anderson, un ingeniero químico y profesor retirado, publicado bajo licencia de Creative Commons.

Y llamó mi atención, porque usualmente las personas piensan que la cuestión del Cambio Climático es relativamente reciente, digamos que, a lo sumo, de principios o mitad del pasado siglo XX hasta la fecha, para ser conservadores. Sin embargo, no es así, este artículo me hizo recordar que la física del Cambio Climático y las advertencias sobre su posible ocurrencia llegaban desde mucho tiempo antes, desde tiempos mucho más remotos, y pensé que era un buen tema para comentar hoy con Uds., los lectores, para divulgarlo entre el público de habla española.

En los momentos actuales cada vez se conoce más sobre el Cambio Climático, pues es evidente, ya se ven sus consecuencias a nivel mundial y en los eventos extremos que a menudo se producen. Sea el calor intenso en los desiertos norteamericanos, o en las torrenciales lluvias ocurridas recientemente en Bélgica y Alemania, con cientos de fallecidos, o cualquiera otra noticia parecida, que lamentablemente, van siendo bastante frecuentes.

Esto incrementa, sin embargo, la conciencia y la percepción de los peligros del Cambio Climático en todo el Mundo; es que se percibe ya más cerca, junto al criterio de que, si no se toman medidas adecuadas, y muy rápido, ocurrirán lamentablemente eventos peores del tiempo y el clima, con el costo elevado en vidas humanas y en el bienestar. Hoy, se percibe como algo urgente y el tiempo para tratar de evitar los daños, se va quedando peligrosamente corto, mucho más corto con cada día que pasa.

Pues bien, la interesante historia comenzó mucho, pero mucho antes de las actuales discusiones sobre el cambio climático y sus nocivas consecuencias. Incluso, comenzó antes de que ocurriera la Guerra Civil en los Estados Unidos (1861-1865).

Eunice Foote, fue una científica estadounidense, y la primera en el Mundo que documentó la causa subyacente de lo que vendría a ser actualmente el Cambio Climático, y lo hizo a mediados del siglo XVIII. Fue una activista que trabajó duro por los derechos de la mujer a hacer Ciencia…. Y a Votar.

Copia de la “Declaración de Sentimientos” para la Convención de los Derechos de la Mujer
Copia de la “Declaración de Sentimientos” para la Convención de los Derechos de la Mujer en Julio 19-20 de 1848, unos años antes de que realizara el trabajo sobre el Cambio Climático. Su nombre es el 5to. De la primera columna “Eunice Newton Foote” (Foote es el apellido de su esposo que también firmó la Declaración). Copia de la Librería del Congreso de los EE.UU.

 

En 1856 Foote describió en un breve artículo científico los efectos de los gases, conocidos como de efecto invernadero, en especial del dióxido de Carbono. Describió el enorme poder de ese gas para absorber el calor, que es lo que actualmente más contribuye al calentamiento global.

Tan importante descubrimiento debía ser presentado a la comunidad científica en la Octava Reunión Anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), a desarrollarse el 23 de agosto de 1856. Sin embargo, Eunice Foote era una mujer, y no era nada fácil imponerse ante el mundo de aquellos años vedados para las mujeres.

Si una mujer quería ser reconocida en este campo, debía entonces saltar varios obstáculos, o escurrirse. Por ello, necesitó de la ayuda de Joseph Henry, un profesor de la Smithsonian Institution, para que en su nombre él presentara a la reunión el descubrimiento realizado por Eunice Foote, pues no se permitía que las mujeres presentaran informes a la AAAS ni a ninguna reunión científica.

El documento llevaba por título “Circunstancias que afectan el Calor de los Rayos Solares” (“Circumstances Affecting the Heat of Sun’s Rays”) y, a pesar de su vital importancia, las actas de la conferencia no incluyeron ni la documentación de Foote, ni la presentación que había hecho Henry. Desconocimiento casi total, y apenas fue mencionado en la revista American Journal of Art and Science en un artículo de sólo página y media, que es este que se muestra a continuación y que por suerte ha llegado a nuestros días para dar el testimonio del descubrimiento.

Publicación del artículo original de Eunice Foote
Publicación del artículo original de Eunice Foote en el American Journal of Science and Arts © Royal Society

 

Pocos años después, en 1869, el físico irlandés John Tyndall demostró el mismo resultado de Foote, con la diferencia de que los experimentos realizados por él fueron más sofisticados. Pero Tyndall no hizo ninguna referencia a Foote. Lo más probable es que ni siquiera haya oído hablar de ella o de su trabajo, debido a las limitadas comunicaciones de la época entre Europa y Norteamérica.

Tardaron muchos años para que realmente fuera reconocido el trabajo y la visión de Eunice Foote. Fue sólo en el año 2010, cuando el autor Raymond P. Sorenson publicó su historia en el artículo “La investigación pionera sobre el CO2 y el Calentamiento Climático de Eunice Foote” (“Eunice Foote´s Pioneering Reseach On CO2 And Climate Warming”).

Han pasado ya diez años después del reconocimiento hecho por Sorenson, pero es usual encontrar que se le atribuya el descubrimiento del Cambio Climático a Tyndall en lugar de a Foote. Muy probablemente transcurran muchos años más antes de que la científica reciba el mérito tal y como debió haberlo recibido desde un principio, hace exactamente 165 años.

Fotografía atribuida a Eunice Foote
Fotografía atribuida a Eunice Foote

 

¿Cómo Eunice Foote descubrió las causas del Cambio Climático?

Volviendo a nuestra historia para conocer, y sobre todo comprender, qué fue lo que realizó esa notable científica, recordemos que el dióxido de carbono (CO2) es el gas inodoro, insípido, transparente, que resulta de quemar combustibles, sea madera, carbón, petróleo o gasolina.

Lo que ocurre en la atmósfera de La Tierra es que a medida que la superficie del Planeta se calienta, uno podría pensar que el calor simplemente se irradiaría y se iría al espacio. Pero, no es así. La atmósfera se mantiene más caliente de lo esperado, principalmente debido a que en ella están los gases de efecto invernadero, principalmente el CO2, aunque también está el metano y el vapor de agua atmosférico. Estos compuestos absorben el calor saliente, unos más, y otros en menor cuantía.

Se les llama "gases de efecto invernadero" porque, juegan el mismo papel que los vidrios de los invernaderos empleados en los países con inviernos muy fríos, para poder cultivar flores, verduras y hortalizas, aunque haya temperaturas muy bajas afuera. Los cristales dejan pasar la onda corta de la luz solar, que no calienta el aire, pero una vez dentro, las superficies la absorben e irradian en ondas largas. Los cristales no permiten que escapen esas ondas, y las devuelve hacia dentro del invernadero. Por ello, el aire dentro del invernadero se va calentando y calentando.

En la atmósfera terrestre ocurre lo mismo. El CO2 hace el mismo papel del vidrio. El calor es absorbido por él u otro de los gases de efecto invernadero, el calor queda atrapado en la atmósfera y es enviado de vuelta a la superficie del Planeta. La atmósfera se calienta más y más.

La idea de que la atmósfera atrapaba el calor era conocida, pero no se sabía cuál era la causa. Eunice Foote lo descubrió, y miren como se las ingenió para hacerlo:

Llevó a cabo un experimento simple. Cualquiera de nosotros puede repetirlo contando con algunas condiciones para hacerlo. Tomó dos cilindros de vidrio, puso un termómetro en cada uno de ellos, bombeó gas de dióxido de carbono en uno y aire en el otro. Entonces puso los cilindros a la luz del Sol.

¿Qué pasó? Que el cilindro que contenía CO2 se volvió mucho más caliente que el que tenía aire, y Foote se dio cuenta de que el dióxido de carbono era el que absorbía fuertemente el calor en la atmósfera.

El descubrimiento de Foote de la alta absorción de calor por el CO2, la llevó a concluir que, si con el aire se hubiera mezclado una mayor proporción de dióxido de carbono, se produciría un aumento de la temperatura del Planeta.

Y hay que decir que, en la década de 1800, las actividades humanas ya estaban aumentando el dióxido de carbono en la atmósfera de manera significativa. La quema de más y más combustibles fósiles –carbón y, finalmente, petróleo y gas– añadió una cantidad cada vez mayor de dióxido de carbono al aire.

La primera estimación cuantitativa del cambio climático inducido por el dióxido de carbono fue hecha por Svante Arrhenius, un científico sueco y premio Nobel. En 1896, calculó que "la temperatura en las regiones árticas aumentaría 8 o 9 grados centígrados si el dióxido de carbono aumentara a 2,5 o 3 veces" su nivel en ese momento.

Nils Ekholm, un meteorólogo sueco, estuvo de acuerdo, escribiendo en 1901 que la quema de carbón era tan grande que si continuaba ... sin duda, debería ocasionar un aumento muy obvio de la temperatura media de La Tierra.

Todo esto se conocía desde hace más de un siglo. A pesar de eso, hay quienes lamentablemente todavía no lo creen, o dicen no creerlo, por determinados intereses egoístas. Y eso a pesar de que el conocimiento es ahora mucho mayor y más profundo, acumulado por numerosos investigadores durante varias generaciones y, sobre todo, las investigaciones más actuales fundadas en datos reales y actualizados de lo que está ocurriendo en la atmósfera de nuestro Planeta, los que han acopiados en los Informes emitidos por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático de las NN.UU. (IPCC).

La Humanidad se está dando cada vez más cuenta, y al mismo tiempo, ganando conciencia, de que el Cambio Climático es real, y de que hay que actuar ahora para evitarlo, es algo imperativo, y pienso que cada día que pasa hay más voluntades que se unen para ello.

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