Medicanes: Ciclones en el mar Mediterráneo

Dr. José Rubiera
23 September 2020 2:22pm

En la semana que acaba de transcurrir, Europa sintió los efectos de dos ciclones. Uno fue la tormenta subtropical “ALFA”, el 18 de septiembre, inaugurando la lista de nombres griegos de esta Temporada Ciclónica del 2020 en el Atlántico. Fue una tormenta subtropical nacida de un ciclón extratropical, algo raro, aunque otras veces ha ocurrido.

Es un sistema de fuera del trópico, o extratropical, que toma características tropicales, mientras conserva algunos aspectos de los ciclones extratropicales. Por ello se le llama tormenta subtropical. Como ejemplo de este tipo de fenómeno, tomamos la conocida “Tormenta Perfecta” ocurrida en 1991.

Las tormentas subtropicales también pueden surgir, y es lo más frecuente, de tormentas tropicales que toman algunas características de los ciclones extratropicales, por lo que igualmente se consideran sistemas meteorológicos híbridos. A las tormentas subtropicales se les cuenta, junto a las tormentas tropicales del Atlántico, por lo que se les da el nombre correspondiente que le sigue en el listado, los que, agotados con la Tormenta Tropical “WILFRED” del Atlántico central, de ahora en lo adelante se usarán los nombres de las letras griegas para lo que queda de la presente Temporada 2020.

“ALFA” penetró en tierra justamente al norte de Lisboa, Portugal al atardecer del día 18 de septiembre, y ocasionó fuertes vientos y lluvias en Portugal y en España, con inundaciones. Una persona resultó muerta al caerle un techo encima. “ALFA” ha sido la primera tormenta tropical o subtropical en llegar a tierra en el Portugal continental, y ha sido la tercera en llegar a tierra firme en Europa, después del huracán de España en 1842 y del huracán “VINCE” del 2005, aunque éste llego a la península ibérica siendo ya una Depresión Tropical.

Medicanes- Tormenta Subtropical Alfa

Sin embargo, al mismo tiempo, en el no muy lejano mar Mediterráneo, ocurría otra evento meteorológico. Este mar interior separa a Europa de África. Muchos recordamos la célebre y popular canción “Mediterráneo” del cantautor español Joan Manuel Serrat, sin pensar nunca que en ese mar pudieran, alguna vez, ocurrir ciclones. Este fenómeno hace años se consideraba bastante raro que pudiera ocurrir, dada las bajas temperaturas de la superficie del mar y la sequedad que impera en el área, justo al Norte de los grandes desiertos africanos. Sin embargo, se observó que los ciclones del Mediterráneo ocurren con una mayor frecuencia que lo que antes se había pensado.

Es así que, cuando Portugal estaba bajos los efectos de “ALFA”, Grecia sufría los embates de un ciclón del Mediterráneo, llamados “MEDICANE”, el 18 de septiembre, ciclones mediterráneos a los que ya incluso se les pone nombre, aunque no de una manera tan organizada y oficial como es el caso de los nombres de los ciclones tropicales. En este caso, los griegos le llamaron “IANUS”. Y fue un evento meteorológico importante, mucho más de lo que fuera “ALFA”. Fíjense que tuvo rachas de vientos máximos de 154 kilómetros por hora y una presión que bajó hasta 978 hPa, ocasionó tres muertes y cuantiosas pérdidas materiales en el país helénico, lo que en nada tiene que envidiarle a algunos de los ciclones tropicales de la cuenca atlántica. En este trabajo les muestro imágenes de satélite y radar que muestra su asombrosa similitud con los huracanes del Atlántico, aunque los Medicane no alcancen la intensidad de sus similares de nuestra área.

Medicane-Lanus

Los Medicanes son muy parecidos a nuestros acostumbrados ciclones tropicales del Atlántico, golfo de México y del mar Caribe. Presentan muchas similitudes, entre ellas, la formación de un “ojo” o vórtice central sin nubes, o casi sin ellas, fuertes vientos en una perfecta circulación, así como una presión atmosférica muy baja. Pueden alcanzar una fuerza similar a los huracanes categoría 1 del Atlántico.

¿Y, por qué MEDICANE? Pues, resulta que, en la década de los años 80 del pasado siglo XX, cuando los meteorólogos se percataron de la importancia y relativa frecuencia de este fenómeno meteorológico, surgió una nueva palabra, MEDICANE, compuesta por “MEDI”, por aquello de que ocurrían en el mar Mediterráneo, y “CANE”, recordando graciosamente el final de la palabra inglesa “HURRICANE”, (“HURACÁN” en castellano), es decir, su terminación “CANE”.  

Comenzó un estudio más profundo del área del mediterráneo que llevó a que se analizaran los archivos de imágenes de satélites meteorológicos de muchos años, llegándose a la conclusión de que los Medicanes no eran tan raros, como se había supuesto al principoio. Estos ciclones con “ojo” fueron identificados a partir de esas imágenes de satélite, a partir de detalles que antes no eran tomados en cuenta, y también se verificaron los análisis de datos meteorológicos de la zona del Mediterráneo, existentes en los archivos después de la II Guerra Mundial. Es así que fueron identificadas unas 100 situaciones meteorológicas relacionadas con estas tormentas mediterráneas, ocurridas entre los años 1947 y 2011.

Tomando en cuenta las estadísticas, hoy se sabe que los Medicanes se forman predominantemente sobre el Mediterráneo Occidental y Central, pero que el área al Este de la isla de Creta está prácticamente libre de Medicanes.

Pueden ocurrir en cualquier momento del año, pero con una mayor preponderancia entre los meses de septiembre y enero, con el menor número de casos en los meses de junio y julio.

Medicane-Lanos

Una diferencia interesante con los ciclones tropicales del Atlántico es que los Medicanes pueden desarrollar un “ojo” bien definido a velocidades del viento muy inferiores a las que necesitan los ciclones tropicales del Atlántico. Se han visto a estos sistemas con la formación de un “ojo” bien definido sólo con 48 kilómetros por hora de vientos máximos, como ocurrió con un Medicane cerca de las costas de Albania el 22 de octubre de 2015. Sin embargo, en los ciclones del Atlántico, para que comience a formarse un “ojo” la velocidad de los vientos máximos sostenidos debe ser de alrededor de 80 kilómetros por hora o superiores, es decir, sólo algo por debajo de la fuerza de huracán.

También son muy diferentes los factores que pueden llevar a la formación de un Medicane, comparado con los huracanes del Atlántico. Éstos, por ejemplo, se generan cuando las temperaturas de la superficie del mar son superiores a 26.5 ºC. En el caso de los Medicanes, las temperaturas del agua en el Mediterráneo son mucho más frías, con valores entre 15 y 26 ºC. Por ello, el Medicane, para su formación y desarrollo, requiere de una atmósfera muy inestable, la cual es proporcionada sólo por la irrupción de aire frío dentro de una parte de la circulación. Se crea así un patrón energético muy parecido al que sostiene a las bajas extratropicales. Sin embargo, este factor, de por sí, llevaría al debilitamiento y transformación post-tropical de un ciclón tropical del Atlántico.

Medicane-Ianus-Grecia

El Medicane “IANUS” que acaba de afectar a Grecia, no ha sido de los más fuertes. Se recuerda, como uno de los más desastrosos, un Medicane en el Norte de África, en septiembre de 1969, que ocasionó severas inundaciones con el triste saldo de cerca de 600 personas fallecidas, 250 000 personas que quedaron sin hogar, y un enorme daño a las economías locales. Un Medicane, en septiembre de 1996, en las islas Baleares, desarrolló seis tornados e inundó partes de las islas.

No existe una clasificación apropiada de los Medicanes, aunque algunas se han intentado, como la que ha propuesto de manera no oficial el Servicio Meteorológico de Alemania, pero que no ha sido ampliamente aceptada. Los nombres son puestos usualmente por el Servicio Meteorológico del País que va a ser mayormente afectado y no se sigue ninguna regla.

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