“Septiembre marcó la actividad ciclónica del 2022”

Dr. José Rubiera
29 September 2022 11:00am
“Septiembre marcó la actividad ciclónica del 2022”

Después de un tímido comienzo de la Temporada Ciclónica del 2022, con solo tres Tormentas Tropicales débiles y la notable ausencia de cualquier ciclón tropical en agosto, septiembre de 2022 reafirmó su lugar bien establecido en las estadísticas, como el mes más activo de cualquier Temporada Ciclónica o de Huracanes en la cuenca del Atlántico.

En un anterior artículo les contaba sobre esto, pero concluido el mes, y habiendo habido dos huracanes ya de triste memoria en nuestra zona del Caribe, vale la pena pasar revista a lo acontecido con ellos.

El mes comenzó con Danielle, surgida el 1 de septiembre sobre las aguas abiertas del Atlántico Central. El día 2, se convirtió en el primer huracán de la temporada, rompiendo etapa de 332 días sin la presencia de un huracán en el Atlántico. El día 3 surgió Earl como Tormenta Tropical, que poco después sería catalogado como el segundo huracán de la Temporada.

Tras un pequeño impasse, la formación ciclónica continuó el 15 de septiembre cuando surgió Fiona, que como Tormenta Tropical cruzó el día cerca de la isla de Guadalupe, en las Antillas menores, entrando al Mar Caribe.  

Temprano el 18 de septiembre, alcanzó la categoría de huracán a medida que se acercaba a Puerto Rico, justo antes de tocar tierra allí esa tarde a unos 25 kilómetros al sursureste de Mayagüez, con vientos máximos sostenidos de 140 km/h. Luego, ya sobre el Paso de la Mona, se fortaleció un poco más, antes de tocar tierra cerca de Boca de Yuma, en la República Dominicana, con vientos máximos sostenidos de 150 km/h. Fiona se debilitó ligeramente a medida que se movía sobre tierra dominicana, pero comenzó a fortalecerse rápidamente una vez que de nuevo estaba sobre el agua, convirtiéndose en un huracán de categoría 2 el 19 de septiembre, y luego en un huracán de Gran Intensidad, Categoría 3 temprano a la mañana del día 20, cerca de la isla Gran Turca. Siguió fortaleciéndose en aguas atlánticas hasta la fuerza de categoría 4, con vientos máximos sostenidos de 210 km/h, el 21 de septiembre, se estaba moviendo hacia el Norte sobre  aguas muy cálidas, con temperaturas superficiales de 29–30 ° C.

El campo de vientos de Fiona aumentó en tamaño y sus vientos con fuerza de tormenta tropical impactaron Las Bermudas durante varias horas el 23 de septiembre, a pesar de que el huracán pasó bien al oeste de las islas. Fiona tuvo una transición rápida en un gran y poderoso ciclón post-tropical cuando se acercó a la costa de Nueva Escocia el 24 de septiembre, tocando tierra nuevamente, esta vez en el este de la provincia canadiense de Nueva Escocia con vientos de 160 km / h y una presión de 931 hPa. Se movió después sobre la isla del Cabo Bretón con vientos huracanados, aunque continuó debilitándose a medida que se movía hacia el norte.

Muy altas temperaturas en la superficie del mar previas al cruce de Ian
Muy altas temperaturas en la superficie del mar previas al cruce de Ian.

 

Fiona resultó ser muy destructivo. Al menos 22 muertes la han sido atribuidas a lo largo de su trayectoria. Se confirmó una muerte en Guadalupe, mientras que al menos dos muertes se confirmaron en la República Dominicana y tres en Canadá. En Puerto Rico, se habían confirmado 16 muertes relacionadas con la trayectoria de Fiona. Aún no recuperada totalmente de los efectos del huracán María en 2017, lluvias torrenciales cayeron en toda la isla de Puerto Rico, del 18 al 19 de septiembre, acumulados de 640 mm en algunas regiones, causando inundaciones repentinas destructivas que arrasaron carreteras y puentes. Además, los efectos de la tormenta provocaron que la red eléctrica de toda la isla quedara fuera destruida. En Canadá, casas y negocios en las provincias marítimas, la costa norte de Quebec y Terranova fueron destruidos y varios cientos de miles de personas se quedaron sin electricidad.

Otro sistema nacido en septiembre ha sido Gastón, una tormenta tropical de corta vida surgida en el Norte del Atlántico, con la cual se produjeron fuertes lluvias y vientos de tormenta tropical en las islas Azores, principalmente en las más occidentales y en las centrales.

El 23 de septiembre marcó un hito. Con Fiona todavía afectando a Canadá, Gastón en el Atlántico Norte, la Tormenta Tropical Hermine, cerca de África, y la Depresión Tropical “Nueve” en el Caribe (que sería después IAN), por primera vez, desde el 2020, cuatro ciclones tropicales estaban activos en el Atlántico de manera simultánea.

Llegada a tierra del centro del huracán Ian al occidente de Cuba, según la imagen de radar.
Llegada a tierra del centro del huracán Ian al occidente de Cuba, según la imagen de radar.

 

Y les contaba en mi artículo anterior que septiembre todavía iba a dar que hacer, e intuía ya el peligro, pues en este momento, la fuerte onda tropical, con un área de tiempo perturbado, estaba a punto de penetrar por el Sudeste del mar Caribe. Había bastante combustible para los ciclones tropicales, con temperatura oceánica de 29º C y hasta 30-31 ºC y vientos débiles en la atmósfera superior (baja cizalladura vertical del viento), respaldado con un ambiente húmedo, y era lógico que la Depresión Tropical “Nueve” pudiera desarrollarse a huracán, y presentar una amenaza para la zona Noroeste del Caribe “a principios de la próxima semana” (de ésta).

Lamentablemente, así fue. Esas condiciones tan favorables para a intensificación hicieron que Ian rápidamente se organizara y fortaleciera, alcanzando la clasificación de huracán Categoría 1 en la madrugada del 26 de septiembre. Solo doce horas más tarde, era ya un huracán Categoría 2 a medida que se acercaba al extremo occidental de Cuba. En la madrugada del  27 de septiembre, a las 4:25 am, Ian tocaba tierra cerca de La Coloma, en la provincia de Pinar del Río, Cuba, como un huracán de categoría 3 casi en su extremo superior, con vientos sostenidos de 205 km/h. Después de unas ocho horas sobre tierra, Ian emergió al golfo de México, todavía con Categoría 3, aunque un poco más debilitado por el paso por tierra.

Gigantesco ojo del huracán Categoría 4, casi 5, Ian a su llegada a la costa occidental de La Florida
Gigantesco ojo del huracán Categoría 4, casi 5, Ian a su llegada a la costa occidental de La Florida

 

Más tarde, durante la noche del 27 al 28 de septiembre, el huracán se movió directamente sobre el Parque Nacional Dry Tortugas en los Cayos de Florida con vientos sostenidos de 195 km / h. Después, se fortaleció rápidamente, alcanzando la intensidad de Categoría 4 en la mañana del 28 de septiembre, sus vientos máximos sostenidos de 250 km/h, un Categoría 4, casi 5, aproximándose a la costa occidental de la península de La Florida, la que atravesó en horas del mediodía de ayer 29 de septiembre. Cruzó entonces la península con rumbo al Nordeste, debilitándose a tormenta tropical, pero con fuertes luvias. Al hacerles este recuento, Ian aún no ha salido al mar, por lo que la historia de este huracán todavía está inconclusa.

E inconclusa también porque no se han podido todavía calcular los daños, que de entrada se sabe que fueron cuantiosos, en el occidente de Cuba y en La Florida, lo que dejaremos para más adelante, cuando se pueda hacer el recuento de la actual Temporada.

Me faltaba por contarles que Hermine fue uno de los pocos ciclones tropicales que están en los registros desde 1851, que se formó muy al Este y se movió al Norte paralelo a la costa africana. Llegó a ser tormenta tropical débil, pero las condiciones no eran buenas para su desarrollo. El 24 de septiembre se había debilitado a una depresión tropical, y el 25 a una baja post-tropical. No obstante, es de interés porque Hermine trajo fuertes lluvias a las Islas Canarias, causando inundaciones y árboles caídos. Más de 140 vuelos tuvieron que ser cancelados en todo el archipiélago canario.

También surgió en el Atlántico la Depresión Tropical “Once”, pero con movimiento al Noroeste, se le augura corta vida, pues no existen condiciones para su desarrollo.

Queda por delante aún octubre y noviembre. De ellos, el primero, es el mes más peligroso. Ojalá el Atlántico y el Caribe vuelvan a la tranquilidad ciclónica. Otra cosa no hace falta.

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