Hotel Nacional de Cuba, 85 años del “castillo encantado”

Patrimonio de la Humanidad y Memoria del Mundo, declarado por la Unesco, son dos reconocimientos que ahorran mil palabras para definir al  Hotel Nacional de Cuba, devenido símbolo de lujo, elegancia, distinción y servicios de primera clase del turismo de la mayor isla del Caribe, que este 30 de diciembre arriba a sus 85 años.

El Nacional, como más comúnmente se le llama, es uno de los hoteles más clásicos y emblemáticos de La Habana y fue construido en 1930. Las  firmas americanas McKim, Mead & White y la Purdy Henderson Co, fueron encargadas de los planos y la ejecución de la obra, la cual realizaron en dos años.

El alegórico edificio, con 426 habitaciones de hospedaje, está situado en la cima de una colina, donde mismo en el siglo XIX estuvo instalada la batería de Santa Clara famosa por su participación en la defensa de La Habana de corsarios y piratas y del ataque de los ingleses.

Muestra de ello es el cañón de Ordoñez, uno de los más grandes de la época y que aún permanece allí, y atrapa la atención de todos los visitantes, en los hoy jardines del hotel, una vista envidiable al mar Caribe y un lugar ideal para disfrutar de un capuchino, un puro cubano o un buen cóctel, rodeados de palmas y muebles de mimbre típicos. 

Caprichos creados por el hombre en una colina que eleva y le proporciona mayor prestancia y visibilidad al más importante hotel de la isla, por su historia, elegancia arquitectónica  y servicio distinguido. Lugar que le proporciona al visitante una panorámica envidiable de La Habana, que incluye el también emblemático Malecón.

Ocho pisos conforman el inmueble, definido por el escritor cubano Alejo Carpentier como “castillo encantado”. El deslumbramiento es total y en cada rincón colmado de historias atesoradas en más de ocho décadas. La planta principal  remonta al visitante a una iglesia del Medioevo o a un viejo monasterio catalán con reminiscencias árabes. La arquitectura está definida por los expertos como ecléctica matizada por el Art Deco o neoclásico y neocolonial.

Incontables huéspedes famosos visitan majestuoso hotel, especialmente cada diciembre, durante el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que se celebra anualmente en La Habana y que tiene a esta instalación como una de sus sedes. 

Históricamente además de incontables Jefes de Estado iberoamericanos y monarcas europeos, personalidades de la política y la ciencia han elegido a El Nacional como su morada favorita, como el expremier británico Winston Churchill, los duques de Windsor, el científico  descubridor de la penicilina, el escocés Alexander Fleming.

En la larga lista de ilustres del arte y la literatura que descansaron, trabajaron y encontraron sosiego y distracción en este hotel están: JohnnyWeissmüller, Buster Keaton, José Mojica, Jorge Negrete, Agustín Lara, María Félix, Tyrone Power, Rómulo Gallegos, Errol Flynn, Marlon Brando, el cantante estadounidense Frank Sinatra  y el afamado Ernest Hemingway, quien donó al bar “Sirena” un ejemplar de castero.

Además, están en la lista de huéspedes célebres representantes de la mafia italo-norteamericana como Santo Trafficante, Meyer Lansky, Lucky Luciano y Frank Costello.

Entre las exclusividades propias de un hotel de este porte y arraigo está el llamado Apartamento de la República con entrada directa y la necesaria privacidad para un invitado de alto rango, además de la acogedora Suite Presidencial, todo lo cual explican el nivel de las personalidades del arte, la literatura, la política, el comercio, la ciencia y los negocios, época tras época.

Además de todas las ofertas y comodidades de un hotel de excelencias, elegido Hotel Líder de Cuba por la asociación World Travel Award, el visitante podrá disfrutar  en este hermoso lugar de seis bares además del  espectáculo nocturno en el Cabaret Parisien, superado solo por el mundialmente famoso Tropicana; además atrae la atención de todos del Salón 1930, dedicado a Compay Segundo, figura  notable del Buena Vista Social Club.

Además posee un centro de negocios bien equipado, casas de cambio, nueve salones de reuniones (incluyendo el Salón Taganana, que se emplea para conferencias de prensa) donde se ofertan servicios de interpretación, y un piso completamente dedicado a ejecutivos con servicio de check in al momento y cibercafés tanto para viajeros de negocios como para aquellos que vienen a participar en congresos y convenciones.

Entre las novedades en torno a la celebración de los 85 años los director del hotel se han dado a la tarea emprender una operación de rescate de sus pisos originales; restaurar la popular sala Taganana y la piscina original, conocida como la Piscina de Tarzán, lugar desde donde el actor y nadador norteamericano, Johnny Weismuller, hizo exhibiciones y se lanzó desde el segundo trampolín.

Diciembre será de fiesta para el Hotel Nacional de Cuba en este 85 cumpleaños,  y entre los momentos de celebraciones está la presentación del perfume 1930 Nacional. Además el libro Revelaciones de una leyenda, de los periodistas Luis Báez y Pedro de la Hoz, será presentado en una nueva edición ampliada.

Está previsto además una competencia de coctelería para seleccionar el cóctel 85 aniversario, y se premiarán las mejores fotografías tomadas a la instalación por profesionales y aficionados a lo largo del tiempo. De igual modo  jóvenes estudiantes de la Academia de San Alejandro han sido convocados para que pinten sobre cualquier espacio de la instalación.

Una celebración que marcará también un hito en la historia del Hotel Nacional de Cuba, insigne de la Agencia Gran Caribe; una propuesta para todo momento, una cita de negocios, una luna de miel, un encuentro cinematográfico, una fiesta de la danza, todos aquí encuentra acomodo a todas sus necesidades de esparcimiento y rigores del trabajo.