La Gran Piedra, otro motivo para visitar Santiago de Cuba

alina
16 January 2015 11:48pm
La Gran Piedra, otro motivo para visitar Santiago de Cuba

El anuncio de que el ascenso a la Gran Piedra volvería a las competencias cubanas de ciclismo revivió el interés por este singular accidente geográfico, uno de los sitios más espectaculares del país, fuente inagotable de teorías y misterios.

Se trata de una mole de origen volcánico, que reposa sus más de 63 mil toneladas en una montaña a más de mil metros sobre el nivel del mar. Tan alta está, que solamente en días despejados y sin nubes puede verse desde sus alrededores. Se dice, además, que cuando el clima es propicio, desde su inmensidad se divisan las costas de Jamaica.

Como sea, se trata de un destino tentador para los amantes del turismo de naturaleza, el senderismo y los helechos. Además de la piedra de 51 metros de largo, 25 de alto y 30 de ancho, allá arriba se disfruta de un microclima que se agradece cuando se sube desde el tórrido Santiago de Cuba, no en balde conocida como la Tierra Caliente.

Subir la Gran Piedra es, por tanto, otro de los incentivos para visitar Santiago este año en que la urbe celebra sus cinco siglos de fundada. Llegar ya es una aventura de por sí, y quizás entre curvas y tramos empinados uno comprende mejor por qué los ciclistas usan un tono tan solemne cuando hablan de la Piedra. Así, a secas: todos saben de qué se trata…

Por suerte uno no va pedaleando. De los pueblos más cercanos suben carros, jeeps y camiones, ideales para trepar hasta un sitio cuya fama trasciende Cuba y abarca todo el Caribe. Cuenta la leyenda que la piedra es un meteorito caído hace millones de años, si bien la explicación más verídica apunta a la erupción de un volcán submarino.

Para ascender al mirador en la cúspide de la Gran Piedra hay que subir 452 peldaños, aunque no es necesario llegar a lo más alto para divisar todo el litoral costero, que acoge las playas, hoteles y atracciones del Parque Nacional Baconao. Cerca de la cima está el hotel Gran Piedra, y en el camino las ruinas de históricos cafetales, huella de la llegada de los colonos franceses que huían de la revolución en la vecina Haití.

Historia, naturaleza, desafío y aire puro, tradición deportiva y espectaculares vistas… la Gran Piedra revive, y no escatima encantos para que la visiten.

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