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The One Cayo Santa María, un hotel para el descanso absoluto

Redacción Exce…
24 December 2025 10:50am
The One Cayo Santa María

Cayo Santa María, al norte de Cuba, se presenta como un destino ideal para quienes buscan desconectarse de la rutina y entregarse a la calma del mar. Este islote forma parte de los cayos de Villa Clara, una cadena de playas de arena blanca y aguas transparentes que transmiten una sensación de tiempo detenido y vida sencilla. En ese entorno, el hotel The One Cayo Santa María se distingue por ofrecer un valor cada vez más apreciado: tranquilidad auténtica.

El establecimiento se dirige exclusivamente a adultos, lo que garantiza un ambiente sereno desde el primer momento. No predominan los sonidos estridentes ni las actividades invasivas. La propuesta se centra en un ritmo pausado que combina despertar relajado, playa, bebidas refrescantes, descanso y atardeceres prolongados. Esa cadencia marca la esencia del lugar.

Las habitaciones amplias y luminosas refuerzan la atmósfera caribeña con una estética suave que resalta lo esencial: la vista y el mar. La recomendación más acertada es optar por una estancia con acceso directo a la piscina o con panorámica hacia la playa, lo que intensifica la experiencia de conexión con el entorno natural.

The One Cayo Santa María

 

La playa constituye el principal atractivo de Cayo Santa María. Se extiende por kilómetros de arena fina y blanca, bañada por aguas cálidas de color turquesa que apenas muestran oleaje. Representa la imagen clásica del Caribe, pero con menos bullicio y movimiento que otros destinos como Varadero. La franja costera del hotel ofrece palapas y camastros distribuidos con amplitud, lo que asegura privacidad y espacio suficiente. Caminar por la orilla durante largos tramos sin cruzarse con multitudes refuerza la sensación de silencio y calma, acompañada por olas suaves y brisa ligera.

La propuesta gastronómica de The One se orienta hacia la sencillez y la corrección. El desayuno y el almuerzo se sirven en un buffet variado, mientras que la cena se disfruta en restaurantes temáticos que conviene reservar al llegar. La experiencia culinaria no busca sofisticación extrema, sino el placer de comer sin prisa, con vista al mar y un trago fresco en la mesa. El pescado grillado del restaurante de playa se convierte en la opción más representativa por su frescura y sabor local.

El destino no se caracteriza por una oferta intensa de recorridos, sino por la invitación al descanso. Sin embargo, existen alternativas para quienes desean actividad moderada. Caminar la playa hasta perderse en el horizonte, navegar en catamarán y practicar snorkel en aguas claras, o visitar Remedios, un pueblo colonial situado a poco más de una hora, son opciones disponibles. La ausencia de centros comerciales y vida nocturna bulliciosa se compensa con cielos estrellados y noches largas de conversación acompañadas de ron.

El hotel resulta ideal para quienes buscan relajación total, playas caribeñas sin multitudes, viajes en pareja o con amigos tranquilos y jornadas sin agenda. No se ajusta a quienes prefieren fiesta constante, vida nocturna intensa o excursiones diarias. La propuesta se centra en reducir el ritmo y disfrutar de la calma.

 

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