Canciller cubano llama a detener irresponsabilidad e insensatez de EE.UU. hacia Cuba

Con la noticia de que el Departamento del Tesoro norteamericano actualizó la lista de entidades cubanas restringidas para hacer negocios con empresas norteamericanas, la Cancillería cubana condenó este jueves las nuevas medidas contra Cuba anunciadas la semana pasada por la administración del presidente Donald Trump.
En conferencia de prensa con medios nacionales y extranjeros acreditados en la isla, el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parilla, lanzó un llamamiento a la comunidad internacional para que se ponga freno a la escalada de la política de Washington hacia la isla y toda América Latina.
En opinión del canciller cubano, la política norteamericana hacia toda América Latina, y en especial respecto a Cuba, está en estos momentos “secuestrada por un puñado de personajes con pobre calificación y con muchas disfunciones a la hora de tomar decisiones” que están provocando un claro retroceso de todo lo alcanzado por el presidente Barack Obama a partir de diciembre de 2014.
A la lista del Departamento del Tesoro, que en estos momentos suma 219 entidades cubanas que no pueden hacer negocios con empresas estadounidenses, se unen ahora la aerolínea Aerogaviota, así como los hoteles, Santa Isabel, El Caney Varadero y Meliá Marina Varadero Apartamentos, además del Center de Buceo Marina Gaviota, todas vinculadas al turismo, sector estratégicamente clave para el desarrollo económico de Cuba e instrumento eficaz para romper el aislamiento que pretende impulsar el gobierno de Donald Trump.
“El ánimo de restringir la ya muy limitada libertad de viajar de los ciudadanos norteamericanos al destino prohibido de Cuba, no se ha hecho teniendo en cuenta la opinión de los electores estadounidenses, en particular de los 650 mil ciudadanos norteamericanos que visitaron a nuestro país en el 2018, ni al medio millón de cubanos, residentes en ese país, que también lo hicieron”, afirmó el titular de Exteriores de Cuba en su conferencia de prensa en la sede de la Cancillería.
El señor Rodríguez Parrilla se refirió igualmente a las restricciones a las remesas que envían los cubanoamericanos a sus familiares en la isla, que a partir del mes de mayo quedarán sujetas a un límite de mil dólares trimestrales, argumentando que dicha medida no solo lastima los intereses y los ingresos del pueblo cubano, sino que lesiona gravemente al sector no estatal de la economía cubana.
“Hago un llamado a la comunidad internacional a detener la insensatez y la irresponsabilidad. Debe actuarse antes de que sea demasiado tarde. Esta peligrosa escalada debe ser detenida por el bien de los pueblos de Cuba, de Estados Unidos, de la región y de todos los del planeta”, expresó Bruno Rodríguez Parrilla en otra parte de su intervención.
Cuba, finalizó diciendo el canciller cubano, espera la acción de la Asamblea General de Naciones Unidas, de la Organización Mundial del Comercio y de otras instancias multilaterales en contra de las nuevas medidas contra la isla.
Rechazo internacional manifiesto
España, en calidad principal inversor en el turismo cubano, y Canadá, como el mayor mercado emisor de la isla, ya se han pronunciado abiertamente en contra del endurecimiento del bloqueo norteamericano hacia la isla.
De acuerdo a un comunicado emitido por el Ministerio español de Exteriores, Josep Borrell transmitió en Washington su “preocupación” tras la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, que permitiría a ciudadanos estadounidenses, incluidos los cubanos naturalizados, demandar ante cortes de EE.UU. a las compañías que supuestamente se están beneficiando de propiedades en Cuba que fueron expropiadas tras la Revolución de 1959.
Desde su aprobación en 1996, esa provisión ha sido suspendida por todos los Gobiernos de EE.UU. cada seis meses, pero el Ejecutivo de Donald Trump ya anunció reciente que dicho título quedará activado plenamente a partir del venidero 2 de mayo.
La nota del Ministerio español de Exteriores añade que Madrid se opone a la entrada en vigor del título III por una “razón de principio”, pero también porque podría tener “consecuencias negativas” para los intereses de la Unión Europea en Cuba y perjudicar, en particular, a empresas españolas que, como los grupos hoteleros Meliá y NH Hoteles, operan en la isla.
La cadena hotelera española Meliá International ya salió en defensa de sus operaciones en Cuba, al denunciar el endurecimiento de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos contra la nación caribeña.
Tras lamentar la “incertidumbre e inseguridad jurídica creadas por el anuncio de levantamiento de la suspensión”, Meliá Hotels International aseguró que la medida no supone “ninguna alteración sustancial” de su actividad en la isla caribeña.
Subrayó que “opera legítimamente en Cuba y en otros 44 países, habiendo realizado una gestión impecable, profesional y responsable desde hace 30 años” en la nación antillana, un destino excepcional que -enfatizó- debe seguir abierto al turismo internacional.
La cadena ibérica agradeció “el firme apoyo y la reacción promovida por el Gobierno de España y la Comisión Europea a las empresas extranjeras afectadas por una ley que se considera extraterritorial”.