La Habana 500 +1: Fabulosos Antonellis

Rolando Pujol
04 November 2020 2:42pm

En la segunda mitad del siglo XVI concurrieron una serie de circunstancias económicas, políticas y religiosas que tensaron la relación entre Inglaterra y España.

La armada española estaba perdiendo el dominio de los mares, frente a Inglaterra, por la guerra que venía librando desde 1585 y el Rey de España Felipe II, "El Prudente", se apercibió de la conveniencia de abaluartar a la mayor brevedad sus posesiones coloniales en América.

Para esta encomienda, el Consejo de Indias, escogió a Bautista Antonelli, miembro de una prestigiosa familia de ingenieros italianos que, durante el reinado de Carlos V, se pusieron al servicio de España.

Se le pidió a Antonelli elaborar, junto con el Maestre de Campo Juan de Tejeda, un plan de fortificaciones que garantizase la seguridad de los puertos del Mar Caribe. Ambos embarcaron hacia las Indias en 1586, a fin de efectuar los estudios preliminares sobre el terreno.

Al llegar a La Habana, en 1587, el ingeniero realizó una concienzuda inspección de la villa y sus alrededores y al escalar las alturas de La Cabaña, que ofrecía una espléndida vista hacia la ciudad, pronunció una frase profética: "quien domine estas alturas, dominará a La Habana". Dos siglos después la profecía se cumpliría durante la toma de La Habana por los ingleses, quienes al ocupar la estratégica loma, sellaron a favor de sus armas la suerte de la ciudad.

Bautista Antonelli vaticinó que el que dominara a la loma de La Cabaña, dominaría a La Habana lo cual se cumplió en 1762

Bautista Antonelli no las tuvo fácil para realizar su trabajo en La Habana, a pesar de contar con la ayuda de su sobrino Cristóbal de Roda y el asesoramiento de un hombre de armas de vasta experiencia como Juan de Tejeda. En varias oportunidades se vio envuelto en divergencias con las autoridades coloniales, que entorpecían su trabajo. También su salud se quebrantó al sufrir una enfermedad de la piel por la exposición excesiva al sol.

A pesar de todo sacó adelante las trazas del Castillo de los Tres Reyes del Morro y del Castillo de San Salvador de la Punta, impulsando se ejecución.

Castillo de los Tres Reyes del Morro visto desde la batería de los doce apóstoles
Castillo de los Tres Reyes del Morro visto desde la batería de los doce apóstoles

 

Además de aplicar los más avanzados conceptos de la ingeniería militar renacentista de la época, Bautista Antonelli, supo aprovechar al máximo el relieve de las duras peñas donde erigió el Morro, obteniendo in situ, la roca coralina que sirvió para su fábrica.

Vista del faro desde el camino de rondas interior
Vista del faro desde el camino de rondas interior

 

Entre tanto asumió la dirección de las obras de la Zanja Real, solucionando los problemas constructivos que habían demorado su terminación por más de un cuarto de siglo. El acueducto quedó inaugurado en 1592, conduciendo por un canal de 13 Km. las aguas del Río Almendares hasta La Habana. También propuso cerrar la entrada del puerto con una cadena de gruesos maderos unidos por peines de hierro, la que funcionó durante muchos años.

En el Caribe, además de La Habana, los Antonelli participaron en la construcción de las defensas de San Juan de Puerto Rico, Santa Marta, Cartagena y Nombre de Dios, entre otros enclaves, donde es posible reconocer en la traza de sus obras de fortificación, el aprovechamiento de las ventajas del terreno y la habilidad para elegir los puntos estratégicos, donde se levantaron los castillos.

La construcción del Morro y la Punta, pasaron por diversos contratiempos que prolongaron su terminación hasta 1640. Antonelli, partió de Cuba en 1599 hacia España, trabajando sucesivamente en las fortificaciones de Gibraltar y Larache, en el Mediterráneo.

Se le reconoce también su trabajo en las fortalezas de Navarra, Cataluña, Valencia, Alicante y otros sitios de la Península Ibérica. Con su hermano mayor Juan Bautista Antonelli, trabajó en las defensas de Omán y varios puertos africanos.

Después de más de 50 años de fructíferos servicios a la Corona, Bautista Antonelli, murió en Madrid el 11 de febrero de 1616.

Cristóbal de Roda Antonelli, quedó al frente de las obras de La Habana, a la partida de su tío. Contribuyó con sus conocimientos a la construcción de la muralla de Cartagena de Indias, donde murió en 1631, pobre y abatido, esperando que su trabajo fuera recompensado por la Corona en su justa medida.

Plano del Castillo de la Punta trazado por Cristóbal de Roda sobrino de Bautista Antoneli
Plano del Castillo de la Punta trazado por Cristóbal de Roda sobrino de Bautista Antoneli

 

Las fortalezas que sembraron Bautista Antonelli, su hermano Juan Bautista y su sobrino Cristóbal de Roda, en el Mediterráneo y el Caribe, hicieron fracasar muchas veces, los ataques de corsarios y piratas de las naciones enemigas de España a lo largo de varios siglos.  

Durante 200 años, el Morro y la Punta, disuadieron de atacar a La Habana, a los potenciales invasores.  Los ingleses tuvieron que lanzar sobre el Morro, más de 20 mil bombas, durante mes y medio, para reducir a escombros sus baluartes en la invasión de 1762.

Plaza interior del Castillo de La Punta
Plaza interior del Castillo de La Punta

 

 

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