Museo Romántico, un viaje al pasado en Trinidad
Joyas. Muebles. Porcelanas. Platerías. Pinturas. Esculturas. Elementos decorativos pertenecientes a la nobleza española de los siglos XVIII y XIX. Eso y más puede encontrar en el Museo Romántico, ubicado en la Plaza Mayor de Trinidad, en la provincia de Sancti Spíritus, al centro de Cuba.
Se ubica en el edificio del antiguo palacio de los Condes de Casa Brunet. Este inmueble tuvo dos etapas de construcción: la planta baja data de 1740 y se conoce como la vivienda de la familia Silva y Álvarez Travieso hasta 1807, que es comprada por José Mariano Borrell y Padrón, quien mandó a construir la planta alta en 1808. Heredada por su hija Angela Borrell y Lemus fue habitada por su familia hasta 1857 que marcharon a España.
Fue inaugurado como museo en 1974 y es la primera institución de su tipo creada en la localidad después del triunfo de la Revolución cubana.
El Museo Romántico recrea el ambiente de una casa colonial trinitaria de los años entre 1830-1860, período que coincide con el de mayor riqueza y apogeo en la etapa colonial.
A través de sus 14 salas de exposición se muestran muebles y artes decorativas que en un 80% pertenecieron a otras familias de la Villa. Entre ellos se destacan las joyas, las porcelanas, las platerías, las pinturas y las esculturas que reflejan el lujo, la ostentación y el poder económico y social de la elite social azucarera del Valle de los Ingenios.
El museo forma parte del proyecto turístico del plan Turquino y tiene una relación estrecha con los demás museos de la ciudad, así como con los organismos y organizaciones del municipio.
También desarrolla un vínculo con la escuela primaria y secundaria, priorizando el aprendizaje del lenguaje artístico cultural. Además, en el Museo Romántico se realizan investigaciones sobre todas las colecciones que atesora, tanto nacionales como extranjeras.
