El cielo nos regala un espectáculo astronómico este año bisiesto

El 2024 será un año lleno de fenómenos celestes que deleitarán a los aficionados a la astronomía. Desde lluvias de meteoros hasta eclipses, pasando por lunas llenas con nombres curiosos, el calendario astronómico nos ofrece una variedad de eventos para observar el cielo.
El año comenzará con la lluvia de meteoros de las Cuadrántidas, que se podrá ver la noche del 3 al 4 de enero con una frecuencia de hasta 120 meteoros por hora. Esta es una de las lluvias más intensas del año, junto con las Perseidas en agosto y las Gemínidas en diciembre.
Las lunas llenas también tendrán su protagonismo, con nombres que provienen de las tradiciones de los pueblos nativos americanos o de los antiguos agricultores. Así, tendremos la luna del lobo el 25 de enero, la luna de nieve el 24 de febrero, la luna del gusano el 25 de marzo, la luna rosa el 8 de abril, la luna de las flores el 23 de mayo, la luna de fresa el 22 de junio, la luna del ciervo el 21 de julio, la luna del esturión el 20 de agosto, la luna de la cosecha el 18 de septiembre, la luna del cazador el 17 de octubre, la luna del castor el 15 de noviembre y la luna fría el 14 de diciembre.
Algunas de estas lunas llenas coincidirán con eclipses, tanto solares como lunares. El 25 de marzo habrá un eclipse penumbral lunar, donde la sombra de la Tierra cubrirá parcialmente la superficie de la Luna. El 8 de abril se producirá un eclipse solar total, que solo será visible en algunas zonas de Sudamérica. El 18 de septiembre tendremos otro eclipse parcial lunar, que acompañará a la superluna de la cosecha. Y el 2 de octubre se podrá observar un eclipse anular solar, donde la Luna se interpondrá entre la Tierra y el Sol, dejando un anillo de luz alrededor de su silueta.
Los equinoccios y los solsticios también marcarán los cambios de estación. El 20 de marzo será el equinoccio de primavera en el hemisferio norte y de otoño en el sur, cuando el día y la noche tengan la misma duración. El 20 de junio será el solsticio de verano en el norte y de invierno en el sur, cuando el día sea el más largo y la noche la más corta, respectivamente. El 22 de septiembre será el equinoccio de otoño en el norte y de primavera en el sur, con otro día y noche iguales. Y el 21 de diciembre será el solsticio de invierno en el norte y de verano en el sur, con el día más corto y la noche más larga, respectivamente.
Además de estos eventos, el cielo nos ofrecerá otras lluvias de meteoros, como las Líridas en abril, las Eta Acuáridas en mayo, las Delta Acuáridas en julio, las Perseidas en agosto, las Dracónidas en octubre, las Oriónidas en octubre, las Táuridas en noviembre, las Leónidas en noviembre, las Gemínidas en diciembre y las Úrsidas en diciembre. Estas lluvias se originan por los restos de cometas que atraviesan la atmósfera terrestre, creando estelas luminosas.
También podremos admirar algunos planetas, como Júpiter, que el 7 de diciembre estará en su posición más favorable para ser observado desde la Tierra.
En definitiva, el 2024 será un año bisiesto de 366 días que nos brindará un espectáculo astronómico sin igual. Solo hace falta tener un poco de paciencia, un lugar alejado de la contaminación lumínica y un buen telescopio o unos prismáticos para disfrutar de la belleza del cielo.