La Habana acogió primer Encuentro de cosmética natural artesanal

El primer Encuentro de cosmética natural artesanal, desarrollado del 8 al 17 de diciembre en La Habana, permitió a emprendedores cubanos conectarse, dialogar, intercambiar, adquirir nuevos conocimientos, hallar caminos hacia las empresas e instituciones públicas y buscar vías para certificar productos.
Según un reporte de IPS, en varios espacios de La Habana la cita se propuso ser un encuentro de convergencia teórico-práctica y comercial entre pequeños productores, mipymes privadas, cooperativas, proyectos de desarrollo local, instituciones administrativas y de conocimiento, empresas, oenegés y otros actores vinculados al movimiento de la cosmética natural artesanal en Cuba.
Así lo apuntó María Carla Figuerola, fundadora del proyecto Eco Rizos, que desarrolla junto a Irene Adams, y también mencionó la participación de las iniciativas Armonía y Buenas Vibras en la idea de generar un primer encuentro de cosmética natural-artesanal, a partir de sus trabajos con la Fundación Antonio Núñez Jiménez (FANJ).
Los mapeos, señaló, indicaban que había suficientes marcas, algunas muy posicionadas y con años en el mercado, por tanto, era necesario un encuentro que formalizara esas complejidades.
Para Figuerola, el taller fue “una oportunidad para las emprendedoras de verse unas a otras y establecer alianzas pues, lejos de verse como una competencia amenazadora, en realidad podría ser la génesis de un posicionamiento y visibilidad más fuerte”.
A su juicio, existe un movimiento serio de emprendedoras, “algunas con un trabajo muy sólido, que necesitan se vea no solo el producto final, sino toda la cadena de valor y ese fue el objetivo” de la cita.
El equipo organizador logró la comprensión y el apoyo de la Oficina Nacional de Diseño, el Ministerio de Comercio Exterior, la Embajada Rebirth del Tercer Paraíso y su proyecto La Mina, así como de la empresa Suchel.
Igualmente, colaboraron el Instituto de Farmacia y de Alimentos de la Universidad de La Habana; el Centro Nacional de Sanidad Animal, el Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología y empresas que pueden contribuir a la certificación de los productos y la importación de insumos.
También apoyaron D’Marie, centro de bienestar; Auge, asesoría en negocios; Madeco Estudio, grupo de diseño y arquitectura; la plataforma Enlaces, SMG Branding, así como Pie derecho, proyecto de desarrollo local de Plaza de la Revolución.
De acuerdo con Figuerola, de manera virtual se sumó un productor de cera virgen de cacao y leche, que se emplean en la cosmética natural artesanal, en un nicho de mercado desconocido hasta ahora para él.
También, dijo, se sumaron el Grupo provincial de La Habana para el adelanto de la mujer, con el fin de ver cómo el movimiento puede canalizar en la práctica los objetivos de ese programa nacional.
Entre los temas debatidos estuvieron el ciclo de vida del producto, entre funcionalidad y responsabilidad socioambiental; avances y desafíos para el reconocimiento del movimiento de productoras de cosmética natural artesanal, alianzas, formas no estatales de gestión y la magia de la química y la botánica se trataron en los intercambios.
Los paneles y talleres también pusieron la mirada en el empoderamiento femenino, el contrato, el convenio, la alianza de colaboración, el suministro, la compraventa o consignación, la economía circular, la necesidad de analizar las propiedades y características de materias primas y productos, su certificación y registro, entre otros temas.
Este primer encuentro incluyó una feria de emprendimientos que evidenció la variedad de iniciativas, entre ellas Amándome, una línea creada en 2019 por Ana Nidia Cutiño y cuyo principal objetivo es impulsar a la mujer cubana a quererse y amarse.
Según Cutiño, quien trabaja con oleatos macerados en aceite de oliva con romero, aloe vera, manzanilla y árnica, su marca está basada en productos totalmente naturales. Además, esta emprendedora promueve el empleo de la flora autóctona como materia prima.
Foto: Tomada de IPS