¿Habrá Niña o Niño?

Por supuesto que no les estaré hablando de alguna embarazada que quisiera saber el sexo de su futuro hijo, y por ello, en este caso no habrá que ver ecografías o análisis especializados de sangre. En vez de esos análisis, para nuestro caso, hay que hacer otros, midiendo lo que está ocurriendo en la atmósfera y el océano. Es que por Niña o Niño, nos estaremos refiriendo a los eventos atmosféricos y oceánicos que tienen lugar con La Niña y El Niño, palabras en idioma castellano que se han difundido, tal y como se dicen y escriben, a todas las lenguas del Mundo, bueno, exceptuando que nuestra querida y definitoria letra “ñ” no todos, lamentablemente, sabrán cómo situarlas en sus teclados hechos para otras lenguas.
Y es importante saber si tendremos los efectos de La Niña, o de El Niño en el comportamiento de la actividad de la próxima Temporada Ciclónica del 2023, o que quizás ocurra sólo un evento neutro, que también tendría sus efectos en esa temporada que coincide bastante con el verano en el Atlántico Norte.
Durante los años en que está presente La Niña, o enfriamiento de las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial oriental, ocurren usualmente Temporadas ciclónicas activas en el Atlántico, y algo parecido ocurre en los eventos Neutros, aunque algo menos notorio que en La Niña. Por otra parte, si estuviera presente El Niño, entonces la actividad de Ciclones Tropicales en el océano Atlántico durante la Temporada, decaería hasta catalogarse como poco activa.
De hecho, dos años consecutivos con La Niña no es muy frecuente; tres años consecutivos, como lo hemos tenido en 2020, 2021 y 2022 es algo totalmente fuera de lo corriente y resulta bastante notable; Así que tener cuatro años consecutivos con La Niña, parece bastante improbable, y parece que no va a ocurrir.
La Naturaleza parece que quiere darnos la razón. Según las últimas informaciones emitidas en la Actualización sobre el estatus del ENOS (El Niño-Oscilación del Sur, como son llamados científicamente estos eventos) realizada por el Centro de Datos Climáticos de la NOAA de los Estados Unidos, fechada este 31 de enero de 2023, La Niña está aún presente, pero se ha debilitado y parece que se va a debilitar aún más.
En efecto, en las anomalías de temperaturas de la capa superficial oceánica en el Pacifico ecuatorial oriental, se observa que la temperatura se ha ido incrementando durante los últimos meses y semanas.

Por otra parte, hay también otras señales, entre ellas, los más importantes modelos de pronóstico dinámicos y estadísticos del Mundo, que aparecen en esta gráfica que les muestro a continuación, realizada por el International Reseach Institute (IRI) y que fuera publicada el pasado 19 de enero de 2023.
Recordemos que para que haya La Niña, las anomalías de temperatura deben ser negativas (enfriamiento) y superiores a - 0.5 ºC durante un período de tres meses; pero, si las anomalías son positivas (calentamiento) y superiores a + 0.5 ºC, también por un período de tres meses, estaríamos hablando de un evento El Niño. Sin embargo, si las anomalías de la temperatura están entre + 0.5 y - 0.5 ºC por un período de tres meses, sería entonces un evento Neutro.

En la gráfica del IRI se observa que del trimestre octubre, noviembre y diciembre (OND), las condiciones son consistentes con el evento La Niña y en FMA ya aparecen algunos modelos con anomalías mayores de 0 ºC, lo que se hace más perceptible, con más modelos denotando calentamiento, en el trimestre MAM (marzo-abril-mayo), siendo ya todas las anomalías positivas desde el trimestre julio-agosto-septiembre (JAS) en lo adelante.
Esto quiere decir que habrá a lo sumo un evento Neutro, pero que también pudiera haber un evento El Niño, aunque con alguna menor probabilidad, visto desde el momento actual. Esto puede apreciarse mejor en esta gráfica de la NOAA.

En esta, se ve que las probabilidades de La Niña son muy bajas (10%) (barras en azul) durante todo el período de la Temporada Ciclónica del 2023. Durante el trimestre MAM las probabilidades de un evento Neutro son altas (Barras grises), mientras que las probabilidades van disminuyendo hacia los meses de la Temporada Ciclónica, mientras a su vez, las probabilidades de un evento El Niño (barras rojas) van incrementándose hasta superar ligeramente a las probabilidades del evento Neutro, a partir de los meses del trimestre JAS (julio-agosto-septiembre), precisamente en el “corazón” de la próxima Temporada Ciclónica de 2023.
Si fuera así, habría una Temporada Ciclónica de 2023 que tendería a ser menos activa, aunque también hay otros factores modificadores de ésta. Este efecto para el Caribe, sin dudas, sería positivo, no así el otro efecto de un evento El Niño en la temporada veraniega… menos lluvia en los meses veraniegos para el área del Caribe.
De todas maneras, esta información debe tratarse como algo preliminar, pues aún faltan meses por delante del verano, pero es algo importante que habrá que seguir y, de seguro, los mantendré al tanto.